Un estudio realizado en el Reino Unido ha determinado que reducir el azúcar de las bebidas azucaradas en tan sólo un 40% podría tener un impacto impresionante en la salud pública.
La relación entre azúcar, diabetes y obesidad
El 30% de la población mundial tiene sobrepeso o es obesa, una estadística que se ha duplicado con creces desde 1960. El azúcar añadido es uno de los principales responsables de esta epidemia. Cada década que pasa se añade más azúcar a los alimentos para satisfacer la creciente adicción de la gente al dulce. El azúcar aporta muy poca saciedad o nutrientes para la cantidad de calorías que contiene. Por ejemplo, una ración de Coca Cola contiene 39 gramos de azúcar, es decir, 140 calorías. Sin embargo, beber una lata de Coca Cola no te saciará en absoluto, lo que te llevará a consumir más calorías de las que necesitas.
La diabetes de tipo II también es una epidemia creciente. Esta enfermedad se produce cuando el páncreas no produce suficiente insulina, o si las células del organismo se vuelven resistentes a la insulina. El factor de riesgo número uno para desarrollar diabetes es el sobrepeso o la obesidad; de hecho, el sobrepeso aumenta hasta 40 veces las probabilidades de desarrollar la enfermedad.
El adulto medio consume 287 calorías diarias procedentes del azúcar añadido. La tendencia al azúcar añadido es sin duda uno de los principales factores que explican la mayoría de los casos de diabetes de tipo II, una enfermedad fácilmente prevenible.
Reducir sólo un 40% el azúcar de las bebidas disminuirá la obesidad y la diabetes
Se añaden cantidades asombrosas de azúcar a todo tipo de alimentos y bebidas. En los últimos años, las bebidas muy azucaradas se han hecho cada vez más populares en todo el mundo, contribuyendo a la epidemia mundial de obesidad. Estas bebidas incluyen zumos de fruta, bebidas a base de zumo, refrescos, tés, bebidas energéticas y mucho más. Son tantas las personas que consumen estas bebidas a diario, que reducir el azúcar de las bebidas dulces en tan sólo un 40% evitaría 1,5 millones de casos de sobrepeso u obesidad y 300.000 casos de diabetes de tipo II sólo en el Reino Unido.
Estas cifras fueron determinadas por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres. El estudio se inspiró en las recientes medidas del Reino Unido para reducir el consumo excesivo de sodio. Los fabricantes de alimentos lograron reducir la sal añadida en un 40% en cinco años, con los consiguientes beneficios para la salud de la población, y ahora se proponen reducir el azúcar de forma muy parecida.
Los autores del estudio elaboraron las cifras calculando el consumo medio de bebidas azucaradas y, a continuación, estimando la reducción media de calorías que experimentaría cada adulto si consumiera un 40% menos de azúcar de esas bebidas. A lo largo de cinco años, esta reducción supondría una pérdida de un kilo por persona. Puede que no parezca mucho, pero en realidad supone una gran diferencia. Sólo un kilo puede ser la diferencia entre un IMC normal y un IMC poco saludable.
Cuanto más azúcar bombardeen regularmente las papilas gustativas, más azúcar habrá que consumir para experimentar el mismo placer. Los investigadores señalan que, dado que esta estrategia se aplicará gradualmente a lo largo de cinco años, es poco probable que los consumidores se molesten o incluso noten que sus bebidas son menos dulces. Tampoco es probable que afecte a los beneficios de la industria de refrescos.
Otros medidas
Lo ideal sería que los individuos redujeran su consumo de bebidas azucaradas como un cambio en su estilo de vida. Sin embargo, debido a los hábitos individuales, la falta de educación sobre una dieta sana y el poder del marketing y la publicidad, es muy poco probable que la gente decida consumir menos azúcar por propia prerrogativa, por lo que las autoridades británicas han decidido tomar un camino más fácil reduciendo el azúcar en la fabricación.
Sin embargo, hay muchas medidas que las personas pueden tomar para controlar su salud. Los expertos recomiendan hacer 150 minutos de ejercicio moderado a la semana. La dieta es un aspecto de la vida mucho más fácil de mejorar de lo que mucha gente cree. Comiendo alimentos nutritivos y sanos en porciones razonables y reduciendo el consumo de azúcar, se puede reducir considerablemente el riesgo de enfermedad y mejorar la calidad de vida.