Ciertas toxinas de la comida rápida pueden tener una amplia gama de posibles efectos adversos para la salud y se han relacionado con problemas reproductivos, enfermedades tiroideas, libido baja y mucho más.
La Escuela de Salud Pública del Instituto Milken ha realizado un estudio reciente sobre la exposición a las toxinas de la comida rápida, publicado en la revista Environmental Health Perspectives. Casi 9.000 participantes respondieron a cuestionarios sobre su ingesta reciente de alimentos en las últimas 24 horas y dieron una muestra de orina. Los investigadores descubrieron que los que habían consumido comida rápida en las últimas 24 horas tenían hasta un 40% más de ftalatos en la orina. Además, los que habían comido comida rápida recientemente también tenían niveles más altos de BPA. Los investigadores observaron que la carne y los cereales eran los tipos de alimentos más correlacionados con un aumento de los niveles de toxinas.
¿Por qué la comida rápida es tan tóxica?
La comida rápida contiene niveles más altos de lo normal de ciertas toxinas porque hay un alto nivel de exposición a las toxinas (especialmente del plástico) durante los procesos de fabricación y envasado. Como la comida rápida está muy procesada, está en contacto con envases de plástico durante muchas fases del proceso. Por ejemplo, para hacer una hamburguesa, la carne se envía desde el matadero a otra instalación donde se tritura y se transporta en envases de plástico. Una vez triturada, puede envolverse de nuevo en plástico y venderse a otra empresa que elabore las hamburguesas. Después de moldear la carne de vacuno cruda en forma de hamburguesas, éstas se vuelven a envolver en plástico antes de llegar al restaurante de comida rápida donde se consumirán. En general, cuanto más procesado está un alimento, más probable es que sea perjudicial para la salud.
Los efectos nocivos del BPA y los ftalatos
El BPA es una sustancia química utilizada en la fabricación de plásticos duros y resinas epoxi. Se cree que el BPA causa innumerables problemas en el cuerpo humano, como alterar la actividad tiroidea, alterar las hormonas, provocar defectos congénitos, contribuir a las migrañas y ser responsable de problemas de comportamiento en niños pequeños. Los investigadores encontraron niveles detectables de BPA en el 93% de más de 2.500 muestras de orina de la población general. No es de extrañar, dado que el BPA está presente en muchos productos con los que entramos en contacto a diario, como envases de alimentos y bebidas, CD, dispositivos médicos, selladores dentales, biberones de fórmula infantil y otros.
Los ftalatos son similares al BPA en que se encuentran en un gran número de productos de consumo, a pesar de sus posibles repercusiones negativas para la salud. Los ftalatos se utilizan para que los plásticos sean más flexibles y se encuentran en equipos de fabricación, envases de alimentos, dispositivos médicos, productos de cuidado personal y otros. Los ftalatos pueden alterar el sistema endocrino y causar problemas que van desde enfermedades de tiroides hasta infertilidad y libido baja. Los ftalatos pueden incluso contribuir al desarrollo de cáncer de hígado, según datos de estudios realizados en animales de laboratorio. Al igual que el BPA, los ftalatos también pueden provocar defectos de nacimiento. Los ftalatos también se han relacionado con un mayor riesgo de parto prematuro.
Evitar las toxinas alimentarias
Requiere un cambio moderado de estilo de vida para reducir su exposición a sustancias químicas nocivas como el BPA y los ftalatos. Por supuesto, las toxinas de la comida rápida pueden evitarse simplemente no comiendo comida rápida, pero hay otras medidas que puede tomar. Reducir la exposición a las toxinas de los plásticos puede ser una prioridad especialmente importante para las madres y futuras madres, ya que los ftalatos y el BPA afectan a niños y fetos con mayor gravedad que a los adultos.
Consume el mayor número posible de alimentos integrales. Además de evitar la comida rápida, asegúrate de que los alimentos que compras en el supermercado son lo menos procesados posible. Cocinar desde cero es una buena idea, al igual que comprar productos ecológicos. Intenta comprar alimentos envasados en recipientes que no sean de plástico. Además de contener menos toxinas que la comida rápida, las recetas caseras con alimentos integrales también pueden ser mucho más nutritivas: hay muchas razones para evitar la comida rápida.
Evite utilizar plástico en la cocina. Los platos, utensilios, biberones y tablas de cortar pueden contener BPA. Puede reducir en gran medida el riesgo de exposición a las toxinas no utilizando nunca plástico para alimentos calientes ni metiendo plástico en el microondas, ya que el calor libera BPA.