Aproximadamente una de cada ocho personas sufrirá un trastorno del estado de ánimo a lo largo de su vida. Los afectados pueden experimentar una serie de síntomas emocionales y físicos.
Las causas de los trastornos del estado de ánimo son diversas y complejas y están relacionadas principalmente con la predisposición genética, determinados factores psicológicos y alteraciones neurofisiológicas. Estos últimos se caracterizan por cambios en el equilibrio de determinados neurotransmisores, es decir, las sustancias mensajeras responsables de la transmisión de señales entre las células nerviosas.
Diversos nutrientes pueden tener un efecto positivo sobre el sistema nervioso y el estado de ánimo general al mantener el equilibrio de los distintos neurotransmisores:
Griffonia Simplicifolia: Se trata de una especie vegetal de la familia de las leguminosas en la subfamilia de las papilionáceas. Es una fuente natural de 5- 5-hidroxitriptófano, a partir del cual el organismo puede producir serotonina. La serotonina es un neurotransmisor importante para el funcionamiento normal del cerebro y los nervios, y también se conoce popularmente como la hormona de la felicidad.
L-fenilalanina: Este aminoácido esencial se considera el precursor más importante de diversas catecolaminas como la dopamina, la adrenalina y la noradrenalina. Además, la fenilalanina se convierte en el cerebro en feniletilamina, una sustancia mensajera natural que contribuye al mantenimiento de un estado de ánimo normal.
El extracto de hierba de San Juan es uno de los remedios más antiguos que se conocen para el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo.
Otros micronutrientes importantes para el cerebro y el estado de ánimo son el magnesio, la vitamina B6, la niacina, la niacinamida y el calcio. También se encuentran en muchos alimentos de origen vegetal y animal. La vitamina B3 (niacina), la B6 y el magnesio contribuyen, entre otras cosas, a un funcionamiento normal del sistema nervioso, así como a una función mental normal. El calcio también interviene en el proceso de división y especialización celular, así como en la transmisión de señales.
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