Todos los futuros padres quieren dar a su bebé las mejores oportunidades de tener una vida sana y feliz. Sin embargo, hasta hace poco había muy pocos datos sobre cómo alcanzar exactamente este objetivo. Las nuevas investigaciones sobre los efectos de la nutrición en el embarazo están aportando datos concluyentes sobre lo que constituye exactamente una dieta prenatal sana. Sorprendentemente, incluso puede haber vínculos entre enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia y la dieta en el embarazo.
Vivir con esquizofrenia
La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales más graves que afectan a la humanidad. Los afectados sufren delirios, alucinaciones y cambios cognitivos. También tienen problemas para expresar emociones, y muchos sufren un afecto plano, o un rostro carente de emoción. Con el tiempo, pierden interés por las actividades sociales y se encierran cada vez más en su propio mundo. Su comportamiento y su habla se desorganizan y acaban por dejar de funcionar.
En el pasado, la gente creía que los esquizofrénicos estaban poseídos por demonios. En los tiempos modernos, sin embargo, entendemos que la esquizofrenia es un trastorno del cerebro. El cerebro sufre atrofia en áreas relacionadas con la emoción y el juicio. Además, los niveles de dopamina aumentan y provocan una actividad bioquímica frenética. La esquizofrenia es una enfermedad progresiva que provoca cambios estructurales irreversibles. La prevención, junto con la identificación y el tratamiento precoces, son las únicas soluciones que ofrece actualmente la medicina moderna. Aprender más sobre cómo influye la nutrición prenatal en la esquizofrenia podría cambiar la vida de muchas personas que padecen esta enfermedad.
La relación entre la esquizofrenia y la dieta en el embarazo
Se sabe que los ácidos omega-3 y omega-6 son importantes para el crecimiento prenatal del cerebro. Una nueva investigación sugiere que la falta de estos nutrientes puede aumentar el riesgo de que el feto desarrolle esquizofrenia a lo largo de su vida. Cuando se privó a ratones preñados de estos dos ácidos grasos poliinsaturados, sus crías desarrollaron un afecto (o expresión) plano, un comportamiento desordenado y otros síntomas similares a los de la esquizofrenia. Los ratones también desarrollaron cambios cerebrales asociados a la esquizofrenia.
¿Cómo pueden los ácidos grasos omega-3 y omega-6 tener un impacto tan grande? Los investigadores descubrieron que estos ácidos grasos afectan a la transcripción de genes clave. Estos genes gobiernan la expresión de neurotransmisores clave y están disminuidos tanto en fetos privados de ácidos grasos como en esquizofrénicos. Los genes que favorecen la salud de los oligodendrocitos, que transmiten los mensajes en el cerebro, también estaban regulados a la baja en estos ratones, lo que podría ser una de las causas de los cambios estructurales cerebrales que se observan en esta enfermedad mental.
El impacto de la dieta en el cerebro en crecimiento
Ya se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 son importantes para la salud cerebral de los adultos, ya que frenan la progresión de las enfermedades neurodegenerativas y aportan una gran variedad de beneficios cognitivos. Parecen ser especialmente importantes para el cerebro en rápido crecimiento del feto. Sin embargo, este estudio no es el único vínculo entre la dieta materna y la esquizofrenia. Otro estudio reciente descubrió que ingerir una cantidad excesiva del aminoácido esencial metionina también podría aumentar el riesgo de esquizofrenia en la descendencia. Las crías de ratones preñados con una ingesta de metionina tres veces superior a la cantidad diaria normal presentaban un comportamiento asociado a la esquizofrenia. Cuando los investigadores examinaron sus cerebros, descubrieron que el gen Npas4 se había regulado a la baja, un cambio que también se observa en los cerebros de los esquizofrénicos humanos.
La metionina se encuentra en el queso, los huevos, los frutos secos y otros alimentos considerados saludables. Aunque las embarazadas pueden disfrutar de estos alimentos sin riesgo para su futura descendencia, es importante que lo hagan con moderación. Estos estudios subrayan que una dieta rica y variada parece ser uno de los factores más importantes para la salud del feto.
Buena nutrición para una vida sana
Hay varios cambios sencillos que las mujeres pueden introducir en su dieta para aumentar las posibilidades de que sus bebés gocen de buena salud. Varios estudios sobre el impacto de la nutrición materna han descubierto que las siguientes medidas dietéticas son las más importantes:
- comenzar el embarazo con un IMC saludable
- tomar un suplemento de ácido fólico y evitar los medicamentos que afectan al metabolismo del folato
- ingerir abundantes ácidos grasos poliinsaturados, como omega-3 y omega-6
- consumir proteínas procedentes de una amplia variedad de fuentes
- optar por la moderación en el consumo de azúcares y carbohidratos simples
- tomar un multivitamínico o un suplemento prenatal de alta calidad
- comer alimentos ricos en hierro y tomar un suplemento de hierro si es necesario para evitar la anemia fetal
- consumir una gran variedad de frutas y verduras para obtener un amplio aporte de vitaminas y fitonutrientes
Como ocurre con todas las decisiones sanitarias durante el embarazo, es fundamental que la mujer hable de su salud y su dieta con su médico. Muchas mujeres tienen necesidades dietéticas especiales que su médico puede ayudarles a identificar y tratar.
El embarazo es uno de los momentos más especiales en la vida de muchas mujeres. Seguir una dieta sana es una de las formas más sencillas y deliciosas de dar a su bebé un buen comienzo en la vida. Nuevos estudios demuestran que una buena nutrición es crucial para mantener la salud de todo el organismo, tanto de la madre como del niño.