Los científicos creen que puede existir una correlación entre la EII y el cáncer de próstata. Aquí hablaremos de qué es la EII, sus síntomas y causas, la supuesta relación entre ambas enfermedades y las formas naturales de proteger la salud de la próstata.
EII: Breve resumen
EII es la abreviatura de enfermedad inflamatoria intestinal. EII es un término genérico para cualquier enfermedad que provoque inflamación en el aparato digestivo. Hay dos dolencias principales clasificadas como EII: la colitis ulcerosa, una acumulación de úlceras en el interior del intestino grueso, y la enfermedad de Crohn, una inflamación del tejido situado en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano.
Síntomas de la EII
En muchos casos, ambas manifestaciones de la EII pueden provocar síntomas gastrointestinales importantes, como calambres abdominales, diarreas frecuentes, disminución del apetito, pérdida de peso, heces sanguinolentas, temperatura corporal elevada y fatiga. Sin embargo, cada forma de EII y su gravedad podrían precipitar una serie de otros síntomas menos comunes.
Aunque ambos tipos de EII se consideran crónicos, las personas afectadas experimentan síntomas durante episodios conocidos como brotes. Estos periodos pueden durar desde varios días hasta varias semanas. Los periodos sin síntomas se denominan remisiones.
Causas de la EII
En algunos casos, se desconocen los factores precipitantes. Dicho esto, la investigación continua ha llevado a los científicos a opinar que la EII puede ser un trastorno del sistema inmunitario en el que las defensas naturales del organismo atacan a las células y los tejidos del tubo digestivo.
Complicaciones de la EII
En casos graves, o si no se tratan, las manifestaciones de la EII pueden plantear complicaciones graves y potencialmente mortales, como malabsorción de nutrientes vitales, deshidratación, mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon, coágulos sanguíneos y obstrucciones intestinales.
La relación entre la EII y el cáncer de próstata
En los últimos tiempos, los investigadores han descubierto que los hombres con EII también pueden tener un mayor riesgo (quizá cinco veces más) de desarrollar cáncer de próstata. Las investigaciones han descubierto que los hombres con EII suelen presentar niveles superiores a los normales de una sustancia conocida como antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés). El PSA es también un marcador del cáncer de próstata. Sin embargo, en la comunidad médica hay quienes creen que los niveles elevados de PSA en los hombres con EII podrían deberse simplemente a un aumento de los niveles sistémicos de inflamación.
Científicos representantes de la Universidad Northwestern de Chicago decidieron examinar más de cerca esta posible correlación. Los investigadores estudiaron a más de 1.000 hombres diagnosticados de EII y a más de 9.000 que no padecían ninguna forma de la enfermedad a lo largo de 18 años. La edad media de los participantes en el estudio era de 53 años cuando se inició la prueba.
En efecto, los investigadores descubrieron que los hombres con EII tenían un riesgo cinco veces mayor de desarrollar cáncer de próstata. Sin embargo, estos mismos expertos médicos no creían que fuera el resultado de una mayor acumulación de inflamación sistémica. Por el contrario, opinaron que era más probable que el aumento del riesgo se debiera a la reducción de un proceso interno crítico denominado vigilancia inmunitaria. Durante este proceso, el sistema inmunitario identifica y elimina las células anormales o malignas antes de que se acumulen y multipliquen.
Los investigadores de la Universidad Northwestern reflexionaron además que este fenómeno podría ser el resultado de medicamentos específicos recetados a los hombres con EII, concretamente inmunosupresores. El uso frecuente de estos fármacos podría inhibir el proceso de vigilancia inmunitaria, permitiendo así el desarrollo del cáncer de próstata.
Estos resultados son importantes, ya que sugieren que los hombres con EII, así como los que toman inmunosupresores, deben someterse inmediatamente a pruebas de detección del cáncer de próstata, independientemente de la presencia de otros factores de riesgo, como la edad o los antecedentes familiares.
Mantenimiento de la salud de la próstata
En algunos casos, prevenir la aparición del cáncer es difícil, si no imposible. Dicho esto, hay medidas específicas que todos los hombres, incluidos los que padecen EII, pueden tomar para mantener la próstata sana y reducir potencialmente el riesgo de desarrollar tumores malignos de próstata:
Seguir una dieta sana
Seguir una dieta equilibrada es fundamental para la salud de la próstata y la posible prevención del cáncer. A los hombres con EII o que posean otros factores de riesgo se les recomienda encarecidamente consumir mayores cantidades de frutas y verduras. Estos productos contienen numerosas vitaminas y otros nutrientes críticos, pero además contienen antioxidantes. Estas sustancias eliminan del organismo las toxinas y los agentes causantes del cáncer, denominados carcinógenos.
Dejar de fumar
Como ocurre con muchos tumores malignos, fumar aumenta las probabilidades de que un hombre desarrolle cáncer de próstata.
Hacer ejercicio
Los estudios han demostrado que la actividad física rutinaria puede mejorar la salud general de la próstata y disminuir el riesgo de cáncer.
Beber agua
Mantenerse hidratado es vital para la salud de la próstata. Un aporte sistémico adecuado de agua contribuye al buen funcionamiento de las vías urinarias.
Limitar el consumo de cafeína
Se cree que los alimentos y bebidas con un contenido perceptible de cafeína, como el café, el té y los refrescos, irritan la próstata. Con el tiempo, esta irritación podría precipitar una inflamación que acabaría provocando un cáncer de próstata.
Monitorizar el peso corporal
La obesidad se ha relacionado con la aparición del cáncer de próstata. Mantener un peso saludable es vital para la salud de la próstata, así como para una sensación de bienestar general.
Tomar un suplemento natural
Consumir un suplemento natural que contenga hierbas como la palma enana americana puede ayudar a mantener una próstata sana y la salud del tracto urinario, así como a potenciar la libido.
Consultar al médico
Se recomienda a los hombres que consulten periódicamente a su médico si experimentan algún síntoma adverso o alarmante. Sin embargo, hay otros factores que pueden precipitar o agravar los problemas de próstata, como el estrés y los desequilibrios hormonales. Controlar el impacto de estos problemas también puede desempeñar un papel vital en la salud óptima de la próstata.