Las disfunciones sexuales como la libido baja son un problema común en hombres y mujeres. En las mujeres, la libido baja puede tener numerosas causas psicológicas y físicas, pero las investigaciones indican que los niveles hormonales pueden desempeñar un papel más importante de lo que se pensaba. Cada vez hay más estudios que indican que los estrógenos, la progesterona y la libido están relacionados y que los cambios en los niveles hormonales influyen positiva o negativamente en el deseo sexual.
¿Qué es la progesterona?
La progesterona es una importante hormona sexual que interviene en la libido, la reproducción y el embarazo. La progesterona se produce en los ovarios y las glándulas suprarrenales y sirve para regular la menstruación y preparar el cuerpo para el embarazo.
La principal función de la progesterona es incitar al endometrio a segregar proteínas durante el ciclo menstrual para ayudarle a recibir un óvulo fecundado. Si no se produce la implantación, los niveles de progesterona y estrógenos disminuyen y el endometrio se rompe.
Desde la pubertad hasta la menopausia, los niveles de progesterona y estrógeno en las mujeres fluyen y refluyen con el ciclo menstrual. Alrededor de los 35 o 40 años, las mujeres entran en la perimenopausia, cuando los niveles de estrógeno y progesterona empiezan a descender. Durante la perimenopausia y hasta que comienza la menopausia, los niveles de progesterona descienden aproximadamente un 75%, mientras que los de estrógeno lo hacen en un 35%.
La relación entre la progesterona y la libido
Un estudio ha aportado pruebas de que existen predictores hormonales del deseo sexual en las mujeres. Según el estudio, publicado en Hormones and Behavior, el estrógeno tiene un efecto positivo sobre la libido con un retraso de dos días, pero la progesterona tiene un efecto negativo. Los investigadores pudieron medir un aumento de los niveles de progesterona cuando las participantes en el estudio declararon una disminución de la libido.
Aunque este estudio indica que los niveles altos de progesterona pueden reducir la libido, más investigaciones indican que es más importante centrarse en el equilibrio entre el estrógeno y la progesterona.
Equilibrio entre progesterona y estrógenos
La progesterona y el estrógeno trabajan juntos en el organismo para regular la actividad celular, la función sexual y mucho más. El estrógeno se considera la principal hormona sexual femenina y contribuye al desarrollo de los órganos sexuales, la regulación del ciclo menstrual y el engrosamiento del endometrio. Aunque el estrógeno es esencial, un exceso de estrógeno puede tener efectos negativos para la salud, como un mayor riesgo de cáncer. La progesterona contrarresta los efectos negativos de los estrógenos. Cuando no hay suficiente progesterona para contrarrestar los estrógenos, las mujeres pueden desarrollar síntomas de dominancia estrogénica.
Las mujeres premenopáusicas o en la menopausia corren un mayor riesgo de sufrir una sobrecarga de estrógenos junto con una deficiencia de progesterona. Además del descenso hormonal natural con la edad, un desequilibrio entre estrógenos y progesterona también puede estar causado por el estrés, las píldoras anticonceptivas, la obesidad, una función hepática deficiente y otros factores.
La dominancia de estrógenos es un problema común que puede darse a cualquier edad y provocar problemas como libido baja, ansiedad, síndrome premenstrual, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Aunque un nivel bajo de progesterona puede ser problemático, las investigaciones indican que lo contrario también puede ser cierto. Se cree que unos niveles altos de progesterona son responsables de los síntomas del síndrome premenstrual (SPM) y pueden suprimir la libido, mientras que unos niveles bajos pueden provocar un predominio de estrógenos y disfunción sexual. Las investigaciones demuestran que la progesterona -en particular, el equilibrio entre estrógenos y progesterona- también desempeña un papel importante en la libido.
Cómo aumentar la progesterona de forma natural
Los desequilibrios de progesterona y/o estrógenos suelen tratarse con terapia hormonal sustitutiva (THS). En la mayoría de los casos, las hormonas prescritas en la THS son de origen sintético y no funcionan igual en el organismo que las hormonas naturales. Las hormonas sintéticas también se han relacionado con un mayor riesgo de problemas de salud como el cáncer de mama y los accidentes cerebrovasculares.
No existen alimentos que aporten progesterona al organismo, que debe producirse en los ovarios y la glándula suprarrenal. Aun así, hay nutrientes que ayudan a reducir el exceso de estrógenos para un equilibrio hormonal saludable y otros que pueden ayudar al organismo a producir progesterona de forma más eficaz.
- Vitamina C. Se cree que los ovarios absorben vitamina C justo antes de la ovulación. Un estudio descubrió que las mujeres que tomaban vitamina C tenían una mayor tasa de embarazo y los niveles de progesterona aumentaban hasta un 77%.
- Vitamina B6. Esta vitamina ayuda al hígado a descomponer el estrógeno para que los niveles de estrógeno y progesterona estén en mejor armonía. Puedes obtener vitamina B6 del atún, los plátanos, las espinacas, las nueces y el boniato.
- Zinc. Este mineral contribuye al buen funcionamiento de los ovarios y la hipófisis, estimulando la producción de progesterona y estrógenos.
Además de una dieta sana, hay otras medidas que pueden tomarse para favorecer una producción saludable de progesterona.
Dado que el hígado elimina el exceso de sustancias químicas y toxinas del organismo, incluida la acumulación de estrógenos, es importante mantenerlo sano. Los alimentos ricos en azufre, como las yemas de huevo y el ajo, pueden ayudar al organismo a eliminar toxinas. El consumo de alcohol también puede afectar drásticamente a la función hepática. Un estudio publicado en Alcohol and Alcoholism descubrió que las mujeres que bebían moderadamente tenían niveles de progesterona mucho más bajos que las que no bebían.
Por último, también es importante reducir el estrés. Se ha descubierto que el estrés interfiere en todo, desde la función cognitiva hasta la salud reproductiva y sexual. Esto se debe a que el estrés crónico desencadena la liberación de las hormonas del estrés cortisol y adrenalina. El cuerpo utiliza la progesterona para crear cortisol, robándose a sí mismo la hormona sexual para la creación de la hormona del estrés.