Un lugar importante asociado a los problemas cardiovasculares parece ser un nivel elevado de homocisteína en sangre. Nutrientes como el ácido fólico en combinación con las vitaminas B6 y B12 han demostrado ser eficaces para mantener niveles normales de homocisteína. Los ingredientes activos son una combinación de nutrientes sinérgicos que pueden tener efectos sobre el corazón y el sistema cardiovascular.
Los siguientes nutrientes tienen un efecto positivo sobre la función cardiaca:
Ácido fólico: La vitamina B9 se encuentra en las verduras de hoja verde como las espinacas, los pepinos y la col. Las legumbres, los frutos secos y las naranjas también son ricos en ácido fólico. El ácido fólico puede contribuir al funcionamiento normal de todo el sistema nervioso y, al mismo tiempo, favorece los niveles normales de homocisteína en la sangre y el metabolismo energético.
La vitamina B12 se encuentra en alimentos de origen animal como el pescado, la carne, los huevos y el marisco. Junto con el ácido fólico, interviene en varios procesos fisiológicos importantes del organismo. Entre ellos se encuentran la síntesis normal del ADN, la formación de la sangre y la función nerviosa. Dado que los niveles de vitamina B12 disminuyen con la edad, las personas mayores suelen presentar signos de deficiencia. La vitamina B12 puede contribuir al metabolismo energético normal, así como al metabolismo normal de la homocisteína. Además, puede contribuir a la formación normal de glóbulos rojos.
Tomar vitamina B6 también puede favorecer el metabolismo normal de la homocisteína y contribuir a un sistema inmunitario normal. Esta vitamina se encuentra en casi todos los alimentos de origen animal y vegetal.
El complejo vitamínico B también ofrece: tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina / niacinamida (B3), ácido pantoténico (B5) y biotina. Cada uno de estos nutrientes tiene una estructura bioquímica y una función fisiológica únicas. Al tratarse de vitaminas, se recomienda tomarlas con alimentos. Cuando se toman en combinación, las vitaminas del grupo B pueden ayudar a mantener un sistema cardiovascular normal.
Calcio: Ciertas mezclas minerales que contienen calcio tienen numerosas propiedades. No sólo aportan minerales al organismo, sino que también pueden ayudar a regular el valor del pH del cuerpo. El calcio se encuentra en alimentos como los productos lácteos, ciertas frutas y verduras, frutos secos, semillas, pescado y huevos, entre otros. Puede ayudar a promover una circulación sanguínea normal.
El magnesio goza de una merecida reputación como mineral antiestrés. Alimentos como las pipas de calabaza, el salvado de trigo y las pipas de girasol son especialmente ricos en magnesio. El chocolate negro, las nueces y los plátanos también aportan este mineral. Tiene propiedades espasmolíticas y ejerce un efecto relajante natural sobre los músculos. En este sentido, el magnesio actúa no sólo sobre los músculos esqueléticos, sino también sobre los músculos lisos del sistema vascular y los del tracto gastrointestinal. Puede favorecer el funcionamiento normal del corazón y ayudar a mantener los niveles de tensión arterial dentro de los límites normales.
La coenzima Q10 se encuentra en alimentos de origen animal como la carne, el pescado, las aves y el hígado. Sin embargo, algunos aceites y legumbres también son ricos en este ingrediente. La coenzima Q10 es esencial para la producción de energía en el organismo. Esta coenzima, también conocida como ubiquinona, es activa en todas las células vivas del cuerpo como parte de la cadena respiratoria y es similar en estructura a las vitaminas E y K. La coenzima Q10 es esencial para el funcionamiento óptimo de los órganos y el bienestar general. Puede contribuir al sistema inmunitario y a una tensión arterial normal.
La nattocinasa es una enzima única y potente obtenida de la fermentación de las semillas de soja. Puede favorecer una circulación sanguínea normal y contribuir a unos niveles normales de calcio en sangre.
Las semillas de uva pueden ayudar a mantener la elasticidad de las paredes de los vasos sanguíneos.
La piperina se encuentra en la pimienta negra y puede aumentar la biodisponibilidad de varios micronutrientes.
Otro nutriente es el licopeno. Esta sustancia de la familia de los carotenoides es más abundante en los tomates. Puede fortalecer el corazón y los vasos sanguíneos y proteger las células del organismo.
Por último, también son importantes una serie de L-aminoácidos, como la L-arginina, la L-carnitina, la L-lisina, la L-prolina y la L-cisteína. Estos nutrientes, que se encuentran en muchos tipos de carne y pescado, favorecen la circulación sanguínea y tienen un efecto positivo sobre el sistema inmunitario general.
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