La pirroloquinolina quinona (abreviada PQQ) fue identificada por primera vez en 1964 por el noruego bioquímico Jens G. Hauge y reconocido como un importante cofactor en los procesos metabólicos de las bacterias. En 1967, los microbiólogos C. Anthony y L. J. Zatman reconocieron que este factor desconocido hasta entonces también era importante para la degradación del alcohol, por lo que denominaron a la sustancia metoxatina. Unos 15 años más tarde, el biólogo S. A. Salisbury y sus colegas consiguieron aislar esta sustancia a partir de ciertos microorganismos y determinar su estructura química exacta. Pero no fue hasta 2003 cuando el equipo del investigador japonés del cerebro Tadafumi Kato descubrió que la PQQ también se da en roedores y otros mamíferos, incluido el ser humano.
La PQQ es un importante cofactor redox que puede clasificarse como una nueva vitamina B en la línea de la niacina o la riboflavina. La PQQ se encuentra en numerosos alimentos, como algunas frutas y verduras, productos de soja y té. Sin embargo, las mayores cantidades de esta sustancia se encuentran en el natto (soja fermentada).
Aunque durante mucho tiempo se cuestionó la clasificación oficial de la PQQ como vitamina, los científicos están ahora de acuerdo en que se trata efectivamente de una vitamina esencial. Así, en 2003, 55 años después del descubrimiento de la última vitamina, la vitamina B12, en 1948, se añadió esta nueva sustancia a la familia de las vitaminas.
El estatus de la PQQ como verdadera vitamina se ha demostrado tanto por su similitud estructural con la vitamina B2 y la vitamina B3 como porque la PQQ no puede ser formada de forma independiente por la mayoría de los organismos y debe ser ingerida a través de la dieta.
A día de hoy, el misterio de cómo funciona exactamente la PQQ no se ha resuelto por completo. Sin embargo, lo que es seguro es que la PQQ es un cofactor importante en varias reacciones de reducción y oxidación. La energía liberada cuando la PQQ-H2 se convierte de nuevo en PQQ puede utilizarse con la ayuda de la enzima de la cadena respiratoria para formar ATP energético a partir de ADP, especialmente en las mitocondrias.
La PQQ no sólo puede promover la función de las mitocondrias ya presentes, sino que también ayuda a aumentar el número de mitocondrias intracelulares en diversos tejidos.
Otra función de esta nueva vitamina es regular el metabolismo del aminoácido lisina. Este último garantiza el crecimiento sano de las células y el funcionamiento de las defensas inmunitarias. Además, el aminoácido interviene en la formación de colágeno y, por tanto, mantiene la piel, el cabello y las uñas flexibles.
Si la ingesta de PQQ a través de la dieta no es suficiente o hay un aumento de las necesidades, este nutriente puede complementarse con suplementos dietéticos especiales.
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