Existen tratamientos para muchos tipos de cáncer, pero muchos conllevan efectos secundarios incómodos. Nuevos estudios sobre la vitamina C y el cáncer sugieren que esta vitamina puede ofrecer esperanza como tratamiento complementario seguro y natural.
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, matando a nueve millones de personas al año en todo el planeta. Aunque existen muchos tratamientos que pueden curar o ralentizar la progresión de esta enfermedad, éstos pueden tener efectos secundarios debilitantes como pérdida de peso, caída del cabello, náuseas, vómitos o incluso la muerte. Alrededor del 40% de nosotros padecerá algún tipo de cáncer antes de morir, lo que significa que muchos de los que están leyendo esto ahora tendrán que experimentar algún día algunos de estos desagradables efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, nuevas investigaciones indican que la vitamina C puede ser una forma segura y natural de hacer más eficaces los tratamientos tradicionales contra el cáncer e incluso ayudar a combatirlo por sí sola.
Los beneficios de la vitamina C
Hace mucho tiempo, los capitanes de barco observaron que dar limas a los marineros prevenía la aparición del escorbuto y otras enfermedades graves. Hoy sabemos que esto se debe a la vitamina C. También sabemos que esta vitamina tiene una larga lista de beneficios para la salud, además de prevenir el escorbuto. Es un cofactor importante en diversas reacciones bioquímicas cruciales y también actúa como antioxidante. La vitamina C es necesaria para formar colágeno sano, un ingrediente de nuestra piel y huesos, así como para fabricar nuestras hormonas del estrés. Al ser una vitamina hidrosoluble, no es tóxica a ningún nivel. Aunque las personas que la toman en exceso pueden sufrir diarrea, es imposible sufrir una sobredosis, incluso si se toman dosis excesivas. La semivida de la vitamina es demasiado corta para que se acumulen niveles tóxicos.
Investigaciones más recientes sugieren que esta vitamina puede ser importante en algo más que en funciones meramente preventivas. Se ha descubierto que reduce la incidencia de muerte por enfermedad cardiovascular. En grandes dosis administradas por vía intravenosa, también puede mejorar los resultados del tratamiento del cáncer.
La vitamina C y las células cancerosas
El premio Nobel Linus Pauling planteó hace tiempo la hipótesis de que la vitamina C podría beneficiar a los enfermos de cáncer. Nuevas investigaciones sugieren que estaba en lo cierto. Cuando a los enfermos de cáncer se les administraron megadosis de esta vitamina además de la radioterapia y/o quimioterapia prescritas, tuvieron menos efectos secundarios y mejores resultados. De hecho, los pacientes con glioblastoma, un cáncer cerebral mortal, sobrevivieron entre cuatro y seis meses más.
Éste no es el primer estudio que constata la existencia de un beneficio terapéutico al tomar altas dosis de vitamina C y tratamientos contra el cáncer al mismo tiempo. Un estudio anterior descubrió que las personas que tomaban vitamina C mientras recibían tratamiento para el cáncer de ovario sufrían menos efectos secundarios y tenían menos toxicidad en sus órganos. Los investigadores creen que esto se debe a varios factores. En primer lugar, como la vitamina C es un antioxidante y también forma parte de varias reacciones enzimáticas clave, tener un suministro abundante garantiza que las células sanas puedan recuperarse más rápidamente de los efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer. En segundo lugar, la vitamina C parece tener un efecto negativo en las mitocondrias de las células cancerosas, cerrando el metabolismo al tiempo que crea radicales libres que acaban matando la célula. Este proceso ataca específicamente al cáncer y a las células madre cancerosas, lo que puede ayudar tanto en el tratamiento como en la ralentización de la metástasis de esta enfermedad.
Aunque habrá que realizar más estudios para comprender exactamente por qué la vitamina C influye en el tratamiento del cáncer y en qué cantidad es necesaria, actualmente parece que esta vitamina puede tener beneficios reales. Esto nos lleva a preguntarnos lo siguiente: ¿Consumir suficiente vitamina C puede ayudar a proteger contra el cáncer?
¿Estamos consumiendo suficiente vitamina C?
Actualmente no se conoce ninguna relación entre la carencia de vitamina C y un mayor índice de cáncer. Sin embargo, este tema aún no se ha estudiado en profundidad. Intuitivamente, tiene sentido que consumir una cantidad suficiente de un antioxidante que combate el cáncer pueda ayudar a prevenir su aparición. Dado que obtener suficiente vitamina C es crucial para la salud en varios aspectos, muchos médicos recomiendan tomar un suplemento vitamínico o comer muchos de los siguientes alimentos:
- naranjas y otros cítricos
- verduras de hoja verde como las espinacas y la col rizada
- pimientos picantes
- pimientos morrones
- verduras crucíferas como el brécol, la coliflor y las coles de Bruselas
- papayas, piñas, mangos y otras frutas tropicales
- fresas
Todos estos alimentos son deliciosos componentes de una dieta sana, por lo que es fácil obtener suficiente vitamina C para mantener una buena salud con un poco de esfuerzo.
Aunque la medicina moderna nos ha aportado muchos beneficios, los remedios naturales y una buena alimentación también desempeñan un papel importante en el fomento de la buena salud. Consumir suficiente vitamina C y otros nutrientes probablemente tenga beneficios que aún desconocemos. Seguir una dieta equilibrada y tomar suplementos naturales son dos de las formas más importantes de conservarnos sanos ahora y en el futuro.