Los estrógenos son un grupo de hormonas que influyen en la salud y el desarrollo sexual femenino, y se agotan al llegar la menopausia, provocando a menudo una libido baja.
¿Qué son los estrógenos?
La palabra “estrógeno” procede del griego “oistros”, que literalmente significa entusiasmo o inspiración, pero en sentido figurado se refiere a la pasión sexual. Como su nombre indica, el estrógeno influye en el deseo sexual y la libido. Aunque el estrógeno está estereotipado como la hormona “femenina”, y la testosterona como la hormona “masculina”, ambas hormonas están presentes en el cuerpo de ambos sexos, sólo que en cantidades diferentes. En las mujeres, el estrógeno se produce principalmente en los ovarios. Sin embargo, también se producen pequeñas cantidades en las células grasas y en la corteza suprarrenal, que es la parte externa de la glándula suprarrenal, situada en la parte superior de cada riñón.
Existen tres variedades de estrógenos. La principal es el estradiol, que es la más potente de las hormonas estrogénicas y la que tiene más efectos sobre el organismo. El estriol es otra y es un residuo metabólico que se produce cuando se metaboliza el estradiol. El cuerpo sólo produce estriol en cantidades significativas durante el embarazo. El tercer tipo de estrógeno es la estrona. La estrona es el menos abundante de los tres estrógenos, y es el único estrógeno presente en el organismo de las mujeres posmenopáusicas.
¿Qué hacen los estrógenos?
Durante la pubertad, los estrógenos contribuyen al crecimiento de los caracteres sexuales secundarios, como las mamas, el vello axilar y púbico y la regulación de la menstruación. El estrógeno también es responsable del desarrollo completo de la pared vaginal y las trompas de Falopio, haciéndolas completamente maduras y listas para la concepción. En el ciclo menstrual, los estrógenos preparan el aparato reproductor para un posible embarazo, estimulan el crecimiento de los folículos del óvulo y controlan el espesor de las secreciones uterinas y cervicales, entre otras innumerables funciones. Después del parto, los estrógenos sirven para detener el flujo de leche materna una vez destetado el bebé.
Además de estas funciones reproductivas, el estrógeno también desempeña un papel en el cerebro. El estrógeno ayuda a regular la temperatura corporal, previene la pérdida de memoria, controla partes del cerebro relacionadas con la reproducción sexual, aumenta la cantidad del neurotransmisor serotonina, controla la producción de endorfinas y previene las lesiones nerviosas. El estrógeno interviene incluso en el mantenimiento de una piel sana al mejorar el contenido de colágeno, aumentar el grosor de la piel e incrementar el flujo sanguíneo.
Aunque el estrógeno cumple una función positiva en todo el organismo, también puede causar efectos negativos en la salud si las hormonas se desequilibran. Uno de estos efectos es la disminución del deseo sexual, ya que los niveles de estrógeno influyen en la libido.
¿Cómo afectan los niveles de estrógeno al deseo sexual femenino?
Existe un gran número de causas posibles para la disminución de los niveles de estrógenos. El hipogonadismo y el hipopituitarismo son dos trastornos médicos que pueden provocar una disminución de estrógenos debido a la hipoactividad de las glándulas productoras de hormonas. El síndrome de ovario poliquístico, el ejercicio excesivo, el fracaso del embarazo y la anorexia nerviosa también son posibles causas. Sin embargo, posiblemente la causa más común de la disminución de los niveles de estrógenos sea la menopausia. Durante la menopausia, el cuerpo de la mujer deja de producir todos los estrógenos excepto la estrona.
La disminución de los niveles de estrógenos antes, durante y después de la menopausia puede tener muchos efectos desagradables. Las mujeres menopáusicas suelen experimentar sofocos, sequedad vaginal, sensibilidad mamaria, problemas de sueño, ansiedad, cambios de humor, relaciones sexuales dolorosas y libido baja. Todas las mujeres pasan por la menopausia, que se produce en torno a los 52 años. La transición a la menopausia puede durar hasta ocho años, o incluso más, y los síntomas pueden ser graves, ya que los niveles de estrógeno son erráticos durante este periodo.
La disminución de los niveles de estrógeno causada por la menopausia puede reducir la libido de tres formas distintas. Por un lado, los cambios de humor, la depresión y otros síntomas similares pueden hacer que la mujer menopáusica simplemente no tenga ganas de sexo. Otra forma es que los bajos niveles de estrógeno hacen que la vagina se vuelva más seca, con paredes más finas, lo que hace que el sexo sea doloroso y, por tanto, no deseado. La tercera forma es que el estrógeno afecta directamente a la libido. Aliviar los síntomas sexuales de la menopausia puede ser complicado y peliagudo.
¿Qué se puede hacer al respecto?
Las mujeres que experimentan sequedad vaginal causada por un nivel bajo de estrógenos deben probar primero con lubricantes personales a base de agua de venta sin receta médica. Un lubricante suele bastar para reducir el dolor durante las relaciones sexuales. Sin embargo, si los lubricantes no ayudan, puede ser necesario recetar medicamentos. Entre ellos se encuentran las cremas vaginales y las píldoras hormonales. Sin embargo, las píldoras de estrógeno sintético pueden tener muchos efectos secundarios y aumentar el riesgo de padecer algunas enfermedades, por lo que no suelen utilizarse como primer recurso. Hable con su médico sobre los posibles tratamientos si experimenta una libido baja causada por la menopausia u otras afecciones relacionadas con los estrógenos.