La vida moderna exige viajar. Los estadounidenses y los europeos occidentales se han vuelto más móviles que nunca, lo que significa que ver a la familia y desarrollar una carrera profesional a menudo implica algún tipo de viaje. Como consecuencia, el jet lag ya no es sólo un problema de los ejecutivos. Millones de personas ven alterado su ritmo circadiano por la ajetreada agenda de la vida moderna. Por suerte, hay formas seguras y naturales de volver a poner en marcha el reloj interno.
¿Qué es el jet lag?
El jet lag, o desincronosis, es un estado en el que los relojes internos no están alineados con la hora externa. Se puede sufrir jet lag al viajar de un huso horario a otro. También existe un fenómeno llamado jet lag social, en el que las personas tienen que estar despiertas por trabajo u otras obligaciones durante horas que no se sincronizan con su ritmo circadiano.
Sea cual sea el motivo del jet lag, puede tener efectos devastadores para la salud. Las personas con jet lag se sienten fatigadas y a menudo tienen problemas para dormir. Pueden sentirse mentalmente confusas y sufrir una disminución de la cognición y la memoria. El jet lag también aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud, como infecciones. A pesar del gran número de efectos físicos y psicológicos del jet lag, la medicina moderna ofrece muy pocas soluciones a este problema tan común.
Factores que pueden hacer que el jet lag mejore… o empeore
Es posible que se haya dado cuenta de que no sufre jet lag cada vez que sube o baja de un avión. Esto se debe a que hay una serie de factores que pueden hacer que el jet lag mejore o empeore. Por ejemplo, los investigadores han descubierto que viajar hacia el este provoca peores síntomas de jet lag que viajar hacia el oeste. Resulta que nuestros ritmos internos naturales están fijados en realidad para algo más de 24 horas, por lo que es más fácil añadir tiempo a nuestro día trasladándonos a una zona horaria más temprana que quitarle horas al día. Mantenerse hidratado y comer sano también puede evitar que el jet lag sea tan grave. Cuanto más sano esté el cuerpo, más probable será que se adapte a retos como los viajes con rapidez y sin problemas.
Aunque se viaje al este, hay varias formas de mitigar los efectos del jet lag. Beber mucha agua ayuda, ya que viajar deshidrata y esto puede empeorar los síntomas del jet lag. Evitar la cafeína, el alcohol y otras sustancias también ayuda a que el cuerpo se recupere más rápidamente. Es importante comer alimentos sanos y variados para obtener las vitaminas que el cuerpo necesita y hacer mucho ejercicio. Por último, hay que hacer cosas que ayuden al cuerpo a adaptarse a la nueva zona horaria. Por ejemplo, exponerse mucho a la luz durante el día y comer a horas fijas.
Melatonina para el Jet Lag: Un tratamiento seguro y natural
La investigación sobre la melatonina para el jet lag ha descubierto que este suplemento puede marcar una gran diferencia a la hora de ayudar a las personas a obtener tanto la calidad como la cantidad de sueño que necesitan. El cuerpo produce melatonina de forma natural para prepararse para el sueño. Si tiene previsto viajar, los científicos recomiendan intentar adaptarse poco a poco a la nueva zona horaria antes de partir, ya sea acostándose progresivamente más tarde o tomando melatonina para poder acostarse antes. Nuestro cuerpo tarda aproximadamente un día por huso horario en adaptarse, pero este proceso puede hacerse antes del viaje para facilitar la transición.
Además de la melatonina, existen otros remedios naturales y seguros contra el jet lag. Investigadores de Stanford han desarrollado una mascarilla que puede controlarse con el teléfono inteligente para ayudar a tratar el jet lag. Mediante la luz, ayuda al cuerpo a adaptarse a los cambios de huso horario. También existe Stop Jet Lag, una aplicación que puede guiarnos en la preparación y realización de un gran viaje sin que la fatiga y otros síntomas nos devasten. La Calculadora Anti-Jet Lag es una app similar que nos ayuda a alinear nuestro ritmo circadiano con una nueva zona horaria planificando cuidadosamente cuándo comer y realizar otras tareas diarias.
Por desgracia, el jet lag es una realidad de la vida moderna. Sin embargo, no es necesario vivir con la fatiga, el pensamiento nublado, el insomnio y otros efectos de este trastorno. Hay muchas formas de ayudar al organismo a adaptarse a una nueva zona horaria con los menores efectos físicos posibles.