Los ácidos grasos omega-3 desempeñan diversas funciones en el organismo, contribuyendo tanto a la salud física como al bienestar mental. Un nuevo conjunto de investigaciones está demostrando que la administración de suplementos de omega-3 protege contra el estrés, lo que ayuda a ralentizar el proceso de envejecimiento del organismo. A continuación, presentamos todo lo que hay que saber sobre esta clase de ácidos grasos, incluyendo cómo se puede aumentar la ingesta de este nutriente para mejorar la salud.
¿Qué son los ácidos grasos Omega-3?
No hace falta ser un loco de la salud para saber que los ácidos grasos omega-3 son uno de los nutrientes más importantes que se pueden aportar al organismo. Pero, ¿qué son exactamente estos ácidos grasos y cómo benefician al organismo?
Hay tres tipos de ácidos grasos omega-3. El ácido alfa-linolénico (ALA) se encuentra principalmente en aceites vegetales como el de canola y el de soja. El ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) suelen encontrarse de forma natural en el pescado y otros tipos de marisco. Al tratarse de un ácido graso esencial, el cuerpo no produce ALA, lo que significa que hay que ser diligentes a la hora de obtenerlo a través de los alimentos y las bebidas o mediante el uso de suplementos específicos.
Beneficios de los ácidos grasos Omega-3
No son pocos los beneficios de los ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes pueden tener un profundo impacto en el buen funcionamiento de muchas partes del cuerpo y del cerebro. Una ingesta suficiente de omega-3 es útil para combatir la inflamación y reforzar la salud ósea, ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Dado que el DHA es un componente estructural primario de las retinas de los ojos, mantener niveles adecuados puede ser beneficioso para prevenir la degeneración macular. Consumir una cantidad suficiente de ácidos grasos omega-3 también puede ayudar a prevenir una serie de enfermedades crónicas, como la artritis, las enfermedades cardíacas y el síndrome metabólico. Este nutriente también protege contra enfermedades autoinmunes como la diabetes de tipo 1, la esclerosis múltiple, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la psoriasis.
La ingesta de suficientes ácidos grasos omega-3 favorece el sueño y mejora el aspecto de la piel. Por último, al aumentar la ingesta de omega-3 también se reduce el riesgo de sufrir una serie de trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad y la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
Está claro que muchas áreas de la salud física y mental se beneficiarán si se toma la intención de obtener suficiente cantidad de este nutriente crucial.
Cómo los suplementos de Omega-3 protegen contra el estrés
Un nuevo estudio de la Universidad del Estado de Ohio ha revelado que los suplementos diarios con 2,5 gramos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 son los que mejor funcionan cuando se trata de ayudar al cuerpo a combatir los efectos del estrés. Al suprimir el daño que el estrés puede causar al cuerpo y aumentar la protección a nivel celular, los omega-3 pueden incluso ayudar a retrasar el proceso de envejecimiento.
Los resultados del estudio demuestran que tomar un suplemento de omega-3 es una de las formas más fáciles y a la vez más profundas de interrumpir el ciclo de estrés en el cuerpo que conduce a una variedad de problemas de salud. Un simple suplemento es una forma fácil de evitar o, en algunos casos, incluso revertir algunas de las condiciones de salud más importantes a las que se enfrentan muchas personas.
Aunque la dosis de 2,5 gramos de omega-3 estudiada en esta investigación es significativamente superior a la que la mayoría de la gente ingiere a diario, es importante señalar que los participantes en el estudio no demostraron ningún problema con la dosis más alta.
Cómo puede aumentarse la ingesta de ácidos grasos Omega-3
Probablemente es más sencillo de lo que se piensa aumentar la ingesta de ácidos grasos omega-3. Para empezar, es necesario incorporar a la dieta los alimentos ricos en este nutriente. Tanto el aceite de linaza como el de canola tienen un alto contenido de omega-3. Espolvorear semillas de chía y nueces en las comidas que más nos gustan también aumentará la ingesta de ácidos grasos omega-3.
Aunque casi todo el marisco contiene omega-3, algunas fuentes son más densas en nutrientes que otras. El salmón es una fuente especialmente rica en ácidos grasos omega-3. El arenque, las sardinas y los mariscos como la langosta y las vieiras también aportan este nutriente. La próxima vez que se prepare un sándwich, considere la posibilidad de untar una cucharada de mayonesa en el pan para aumentar su ingesta de ácidos grasos omega-3.
Dado que algunas de estas fuentes principales de omega-3 no son ampliamente consumidas por todo el mundo, muchas personas que se preocupan por su salud recurren a suplementos dietéticos de alta calidad que proporcionan ácidos grasos omega-3 para aumentar su ingesta de este importante nutriente. Como demostró el reciente estudio de la Universidad Estatal de Ohio, los ácidos grasos omega-3 son fácilmente procesados por el cuerpo cuando se consumen a través de suplementos.
Aunque todavía hay dudas sobre cómo aprovechar mejor el poder de este nutriente, está claro que el ácido graso omega-3 debería ser una parte esencial de nuestra rutina de salud. Las recientes investigaciones que detallan cómo los omega-3 pueden proteger contra el estrés y ralentizar el proceso de envejecimiento son sólo una más de la larga lista de razones de peso por las que debería hacer de la ingesta de este nutriente una prioridad para la salud y el bienestar.