La melatonina, la hormona madre de la cronobiología, podría desempeñar un papel fundamental en la protección y el tratamiento del COVID-19, al tiempo que favorece la respuesta inmunitaria a la vacunación contra el SARS-CoV-2. Este es el resultado de un nuevo estudio hispano-portugués sobre las múltiples ventajas de la melatonina en la lucha contra el coronavirus.
Además, los autores del estudio recomiendan combinar los métodos terapéuticos convencionales con la melatonina, que podría resultar ser el gold standard (del inglés: patrón de oro) que necesitamos actualmente para combatir el COVID-19. Los motivos de esta recomendación son tan variados como las características de esta importante hormona.
Melatonina: la hormona multifuncional
El papel de la melatonina en el control y el mantenimiento del ritmo circadiano, un ciclo de sueño y vigilia de aproximadamente 24 horas que gobierna muchas tareas importantes para el cerebro, los órganos y la salud mental, ha sido reconocido desde hace tiempo y bien investigado. El sueño refuerza el sistema inmunitario. Las personas que duermen poco o a intervalos inferiores a los ideales tienen cuatro veces más probabilidades de contraer infecciones gripales porque su sistema inmunitario está debilitado por el déficit de sueño.
Además de su papel en la regulación del ritmo circadiano, la melatonina ha demostrado ser un “protector celular universal” que es responsable de muchos procesos bioquímicos importantes en el organismo. Ayuda a regular la respuesta inmunológica y protege contra el daño oxidativo. Son precisamente estas dos propiedades las que hacen de la melatonina una perspectiva tan interesante en el contexto de la lucha contra el COVID-19.
Melatonina: un refuerzo del sistema inmunitario
Tras casi dos años de pandemia mundial, se ha demostrado que el riesgo de sufrir una infección grave por el SRAS-CoV-2 aumenta con la edad. Una de las razones de este mayor riesgo: Un sistema inmunitario debilitado ya no puede hacer frente a la inflamación que desencadena una infección por el SRAS-CoV-2, lo que explica la vulnerabilidad y el curso (a menudo) devastador de la enfermedad en las personas mayores.
Según los autores del estudio, la razón de este debilitamiento de la reacción inmunitaria en las personas mayores también tiene que ver con el hecho de que los niveles de melatonina disminuyen de forma natural con la edad, lo que a su vez repercute en el sistema inmunitario y su defensa contra la inflamación.
Melatonina: el antioxidante perfecto
La melatonina tiene otra propiedad que es extremadamente relevante cuando se trata de la protección contra el SARS-CoV-2: es el antioxidante estrella del organismo. Como tal, combate y neutraliza los radicales libres, que pueden conducir a la apoptosis o muerte celular programada. Este proceso protege el ADN de los daños en casi todas las células. Además, la melatonina puede desencadenar la producción celular de más “captadores de radicales”, lo que aumenta aún más su efecto antioxidante.
La melatonina y la vacuna contra el coronavirus
Como aclara el estudio, la melatonina puede aumentar la eficacia de una vacuna anticorona en personas con un sistema inmunitario más débil, como los ancianos y los pacientes con comorbilidades. Para ello, favorece la formación de células B, que producen importantes anticuerpos contra cualquier cepa del virus.
También se ha demostrado que el tratamiento con melatonina antes de la vacunación refuerza la formación de células “asesinas” naturales, que a su vez combaten las células portadoras de patógenos. La melatonina también puede ayudar a reducir los posibles efectos secundarios de la vacuna.
Resumen del estudio
En resumen, los autores del estudio consideran crucial combinar la melatonina suplementaria con el tratamiento convencional del COVID-19 para ayudar a contener la actual propagación de la enfermedad y mejorar la terapia clínica de los pacientes. La melatonina se tolera bien incluso en dosis elevadas, lo que aumenta adicionalmente su utilidad en la lucha contra el SARS-CoV-2.