Los probióticos son bacterias beneficiosas que componen la flora del tracto digestivo de un individuo. Sin embargo, a diferencia de los organismos potencialmente dañinos, estas bacterias ayudan a promover una digestión saludable y la salud general. En concreto, los probióticos, o “bacterias amistosas”, ayudan al cuerpo a procesar los alimentos y a reducir o eliminar varios problemas digestivos como los gases, la hinchazón, la indigestión y la diarrea. Un microbioma intestinal sano también contribuye a la salud del sistema inmunitario, entre otras cosas. La incorporación de alimentos ricos en probióticos en la dieta o la administración de suplementos con una fórmula probiótica puede ayudar a garantizar un microbioma intestinal saludable; sin embargo, nuevas investigaciones sugieren que los efectos de los probióticos pueden ser diferentes en mujeres y hombres.
La conexión entre los probióticos y el sistema inmunitario
Los científicos opinan que, además de mantener un sistema digestivo saludable, los probióticos también ejercen un impacto positivo en otros sistemas corporales, como la piel, el tracto reproductivo y la salud oral. Además, los investigadores subrayan que estas sustancias desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de una salud óptima del sistema inmunitario.
Estudios científicos relativamente recientes han descubierto que los probióticos pueden ser receptivos a ciertos genes que estimulan la inmunidad del organismo. Otras investigaciones han llegado a la conclusión de que la administración de probióticos podría resultar eficaz para tratar o potencialmente prevenir trastornos autoinmunes como el eczema, las alergias nasales y sistémicas y, posiblemente, ciertas infecciones víricas.
La flora intestinal sana favorece el sistema inmunitario
La gran mayoría de las bacterias que se encuentran en el interior del organismo, tanto las buenas como las malas, están situadas en una sección del intestino grueso. Esta región se denomina microbioma intestinal. Los científicos afirman que aquí residen más de 1.000 tipos de organismos microscópicos y muchos de ellos ejecutan importantes funciones sistémicas.
Hay muchas cuestiones que pueden afectar a la flora intestinal, como las enfermedades, los alimentos y bebidas que se consumen, el uso de medicamentos como los antibióticos, los hábitos de vida y el estrés. Sin embargo, si alguna de las cuestiones anteriores altera este equilibrio, la persona afectada podría correr un mayor riesgo de desarrollar una serie de dolencias. Por lo tanto, mantener un equilibrio óptimo de la flora intestinal es crucial para la salud general.
Los efectos de los probióticos en hombres y mujeres
Una investigación reciente ha descubierto que los probióticos podrían tener un impacto diferente en hombres y mujeres. Con la intención de poner a prueba esta teoría, un equipo de científicos ingleses de la Universidad de Reading estudió el impacto de los probióticos en lechones machos y hembras.
En el estudio, los investigadores administraron productos pro y prebióticos a cada sujeto y luego examinaron cuidadosamente los componentes del sistema inmunitario de ambos sexos. Descubrieron que, aproximadamente al mes de edad, se podían observar diferencias discernibles entre los machos y las hembras en cuanto a la composición de las células inmunitarias, los anticuerpos y las moléculas del sistema inmunitario.
Se administró a hombres y mujeres una serie de sustancias diferentes. En algunos casos, cada género experimentó reacciones muy diferentes. Los investigadores sugieren que estos sucesos podrían indicar que los cuerpos y los sistemas inmunitarios de cada sexo se desarrollan de forma diferente. Por lo tanto, los pro y prebióticos que producen una determinada respuesta en un sexo pueden no hacerlo en el otro.
La importancia de estos hallazgos
El investigador principal del estudio afirmó que el género tiene un profundo impacto en el desarrollo del sistema inmunitario. A la luz de esto, está claro que los probióticos, aunque son saludables y vitales para la salud en general, no son necesariamente un producto universal. Algunas sustancias probióticas y prebióticas tienen más probabilidades de dar mejores resultados dependiendo de cómo interactúen con la química corporal del individuo que las ingiere. Además, los investigadores creen que los probióticos pueden desempeñar un papel importante en el tratamiento de enfermedades específicas; sin embargo, el género será un factor crítico para quienes realicen futuros estudios de investigación.
Cómo equilibrar la flora intestinal
A pesar de las conclusiones del estudio, los investigadores también opinan que la ingesta de prebióticos y probióticos sigue siendo fundamental para una salud óptima. Afortunadamente, la ingesta de probióticos y prebióticos puede lograrse:
Con el consumo de determinados alimentos
Numerosos alimentos contienen sustancias prebióticas/probióticas. Entre estos alimentos específicos se encuentran:
Yogur
El yogur es conocido por contener flora estabilizadora del intestino. Sin embargo, no todos los yogures contienen estas sustancias. Es importante comprobar las etiquetas y comprar sólo los productos que contengan probióticos.
Productos agrícolas
Varias frutas y verduras están repletas de prebióticos. Estas sustancias son especialmente abundantes en las cebollas, los ajos, las alcachofas, los puerros, los encurtidos, las coles, los espárragos y los plátanos.
Queso
Algunos quesos contienen altos niveles de probióticos. Los considerados más abundantes son el gouda, el requesón, el cheddar y la mozzarella.
Productos a base de soja
Las especias y otros productos que contienen soja, como el miso, el tempeh y el tofu, son fuentes valiosas y fructíferas de probióticos.
Tomar un suplemento probiótico
Afortunadamente, las personas que no consumen con frecuencia productos lácteos o vegetales pueden seguir ingiriendo suministros adecuados de prebióticos y probióticos mediante la administración de suplementos. Hay que buscar una fórmula de alta calidad que proporcione ingredientes prebióticos y probióticos. Los suplementos prebióticos y probióticos deben utilizarse junto con una dieta nutritiva y un estilo de vida saludable.