Las cardiopatías son la principal causa de muerte tanto en hombres como en mujeres en todo el mundo. Más de 600.000 estadounidenses morirán cada año de cardiopatías. Según una nueva investigación publicada en la revista American Journal of Industrial Medicine, las personas expuestas a ruidos fuertes en el trabajo, aproximadamente una cuarta parte de los trabajadores estadounidenses, corren mayor riesgo de padecer cardiopatías. El estudio, realizado por investigadores del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (NIOSH) del CDC, se suma a la creciente preocupación de que las repercusiones de la contaminación acústica en la salud van más allá de la simple pérdida de audición.
Según el Dr. John Howard, director del NIOSH, “reducir los niveles de ruido en el lugar de trabajo es fundamental no sólo para prevenir la pérdida de audición, sino que también puede influir en la tensión arterial y el colesterol. Los programas de salud y bienestar en el lugar de trabajo que incluyen pruebas de detección de la hipertensión y el colesterol también deberían dirigirse a los trabajadores expuestos al ruido.”
Un lugar de trabajo ruidoso afecta a la salud del corazón
Uno de los riesgos más comunes en el lugar de trabajo, alrededor de 22 millones de trabajadores estadounidenses se ven afectados por la contaminación acústica cada año. Investigadores del NIOSH analizaron los datos de 2014 de la Encuesta Nacional de Salud para estimar la prevalencia del ruido ocupacional, la pérdida de audición y las afecciones cardiacas en los trabajadores estadounidenses. Los investigadores descubrieron que la hipertensión arterial y los niveles altos de colesterol, dos factores de riesgo clave de las enfermedades cardiacas, eran más comunes en los trabajadores expuestos de forma constante a ruidos fuertes en el lugar de trabajo, como los trabajadores de la construcción, la minería y la industria manufacturera.
“Un porcentaje significativo de los trabajadores que estudiamos tienen dificultades auditivas, hipertensión arterial y colesterol alto que podrían atribuirse al ruido en el trabajo”, según la coautora del estudio, la Dra. Liz Masterson. “Este estudio aporta más pruebas de la asociación de la exposición al ruido en el trabajo con la hipertensión arterial y el colesterol alto, y de la posibilidad de prevenir estas afecciones si se reduce el ruido”.
Relación entre contaminación acústica y problemas de salud
La investigación del equipo se hace eco de otros hallazgos que han relacionado los niveles de ruido con la salud cardiaca. Por ejemplo, la contaminación acústica de altos decibelios procedente del tráfico rodado y de los aviones se ha relacionado anteriormente con enfermedades coronarias, hipertensión arterial y accidentes cerebrovasculares. Otro estudio publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology también relacionaba la contaminación acústica con la salud cardiovascular.
Aunque no se conoce del todo el mecanismo de vinculación, los estudios han propuesto que los efectos perjudiciales para el corazón se deben a que los ruidos fuertes desencadenan reacciones crónicas de estrés en nuestro organismo. Los niveles altos de ruido activan el sistema nervioso autónomo y aumentan los niveles de la hormona del estrés, el cortisol. Se cree que el aumento de la circulación de cortisol causa estrés oxidativo e inflamación vascular, lo que provoca hipertensión, alteraciones del ritmo cardiaco y cambios en el azúcar en sangre.
Tres consejos para un corazón sano
La forma más fácil de tratar y prevenir las cardiopatías es reducir los factores de riesgo más evidentes: la tensión arterial y los niveles de colesterol. Es posible que no se puedan cambiar las condiciones del lugar de trabajo, pero comiendo los alimentos y nutrientes adecuados, haciendo suficiente ejercicio y controlando el estrés, se puede mantener el corazón en plena forma. Aquí hay otros cambios de estilo de vida que pueden hacerse para tener un corazón sano.
Hacer del sueño una prioridad
El sueño es esencial para la salud del corazón. Un sueño adecuado es fundamental para la capacidad de reparación y regeneración del organismo. Las investigaciones sugieren que las personas que duermen menos de seis horas por noche tienen el doble de probabilidades de sufrir un ictus o un infarto que las que duermen regularmente de seis a ocho horas.
Consumir suficientes grasas buenas
Los ácidos grasos omega-3, que abundan en alimentos como el salmón, el aceite de hígado de bacalao y las nueces, son muy beneficiosos para la salud del corazón. Se ha demostrado que disminuyen los niveles de triglicéridos (la grasa mala), reducen la inflamación, reducen la presión arterial y mejoran la salud de los vasos sanguíneos.
Asegurarse de ingerir los micronutrientes adecuados
Los estudios han sugerido que ciertas sustancias podrían reparar el daño celular y prevenir el riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedades cardíacas:
- La vitamina E previene la degradación oxidativa de los ácidos grasos poliinsaturados de las membranas celulares. Los antioxidantes como la vitamina E reparan y previenen el daño celular causado por el estrés.
- La vitamina C es un potente antioxidante que mejora la presión arterial y la función endotelial. La vitamina C puede incluso estimular la constricción de los vasos sanguíneos tan bien como un paseo diario.
- El folato, la vitamina B6 y la vitamina B12 son conocidos por reducir el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
- El magnesio y el potasio han sido ambos demostrados en estudios para reducir la presión arterial, mejorar la función general del corazón y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.
- La coenzima Q10, a veces denominada ubiquinona, es esencial para el funcionamiento del corazón. La coenzima Q10 reduce el estrés oxidativo de las células, aumenta la actividad enzimática de los antioxidantes y ha demostrado aliviar los síntomas de los enfermos cardiovasculares.