Hay muchas más hormonas sexuales activas en el cuerpo femenino de lo que mucha gente cree. Por supuesto, el estrógeno es la principal hormona sexual femenina, pero las mujeres también necesitan cierta cantidad de testosterona para gozar de una salud óptima; de hecho, existen cuatro tipos distintos de estrógeno, así como cinco tipos diferentes de testosterona. Otras hormonas sexuales femeninas son la progesterona, la hormona luteinizante, la hormona foliculoestimulante y la hormona liberadora de gonadotropina.
Las hormonas controlan importantes funciones corporales
Las mujeres dependen de todas estas hormonas sexuales para el correcto funcionamiento de su aparato reproductor, incluida la fertilidad y el deseo sexual. Sin embargo, muchas de estas hormonas también desempeñan papeles importantes en funciones no sexuales del organismo. Por ejemplo, el equilibrio adecuado de estrógenos es importante para la salud ósea, por lo que su deficiencia puede causar enfermedades graves como la osteoporosis.
Es posible dividir la vida de una mujer en tres etapas, divididas por la firma hormonal única de cada fase. Estas etapas son la pubertad, la edad reproductiva y la menopausia. En circunstancias normales, el cuerpo humano sabe cómo optimizar el equilibrio hormonal para cada una de estas etapas. Por desgracia, muchos aspectos del mundo moderno pueden interferir, provocando un desequilibrio hormonal.
La primera etapa: La pubertad
En las niñas, la pubertad suele comenzar entre los 10 y los 14 años. Esta etapa de la vida se caracteriza por un aumento de la producción de hormonas sexuales. En las niñas púberes, el estrógeno es responsable de los brotes de crecimiento, el desarrollo de las mamas, los cambios en la distribución de la grasa corporal y el inicio del periodo menstrual.
Si el cuerpo de la adolescente no produce suficiente estrógeno, puede sufrir un retraso en el crecimiento o en la menstruación. También existe una epidemia de exceso de estrógenos en las adolescentes, que se refleja en el hecho de que las chicas jóvenes han empezado a menstruar a edades cada vez más tempranas en las últimas décadas.
La segunda etapa: La reproducción
Un equilibrio hormonal adecuado sigue siendo crucial cuando una mujer entra en la edad reproductiva. Si quiere formar una familia, debe tener los niveles adecuados de cada hormona para ser fértil.
Tanto unos niveles de estrógenos demasiado altos como demasiado bajos pueden interferir en la regularidad de la menstruación y la ovulación. Aunque una mujer no esté intentando concebir un hijo, el equilibrio hormonal sigue siendo importante. Un exceso de estrógenos puede provocar aumento de peso, aumento de los síntomas del síndrome premenstrual y mamas fibroquísticas, mientras que una carencia de estrógenos puede causar infecciones urinarias. Cualquier tipo de desequilibrio puede producir efectos secundarios como dolor de cabeza, fatiga, bajo deseo sexual e insomnio.
Otros tipos de hormonas son igualmente importantes para una mujer en edad reproductiva. El exceso de testosterona puede provocar el síndrome de ovario poliquístico, que a su vez puede causar infertilidad, exceso de vello corporal y facial, acné, resistencia a la insulina y mucho más.
La tercera etapa: La menopausia
La menopausia y postmenopausia es la última de las tres etapas de la vida de una mujer. Los niveles de estrógeno descienden con la edad, lo que hace que las menstruaciones sean cada vez menos frecuentes. Finalmente, cuando no se tiene la regla desde hace un año, se ha llegado oficialmente a la menopausia.
Esta disminución de estrógenos va acompañada de muchos efectos secundarios. La vagina puede volverse seca y menos elástica, lo que aumenta el riesgo de dolor, infección e irritación. Los síntomas físicos incluyen sofocos, dolores de cabeza, disminución del deseo sexual y pérdida de densidad ósea. Los efectos psicológicos pueden incluir cambios de humor, insomnio y confusión mental.
Estos síntomas pueden ser desagradables, pero en última instancia esta disminución de estrógenos relacionada con la edad es perfectamente normal. Hasta el 80% de las mujeres mayores no experimentan la menopausia como algo negativo. No obstante, los síntomas de la menopausia pueden ser mucho peores si, además de los cambios normales de la menopausia, se sufre un desequilibrio hormonal anormal. La mayoría de las mujeres descubren que abordar el desequilibrio hormonal aliviará los síntomas.
Cómo equilibrar las hormonas de forma natural en todas las etapas de la vida de una mujer
Si las hormonas están alteradas, las causas pueden ser muy diversas, entre otras:
- Xenoestrógenos. Son sustancias químicas nocivas que actúan como estrógenos en el organismo. Hay muchos tipos distintos, que se encuentran en ciertos plásticos, productos de cuidado personal y pesticidas utilizados en los cultivos alimentarios.
- Desequilibrio de la hormona del estrés. El estrés físico y mental aumenta el cortisol, la hormona del estrés. Cuando el cuerpo se ve obligado a poner a tope la producción de cortisol, tiene menos capacidad para producir hormonas sexuales. El alcohol y la cafeína son sustancias que aumentan los niveles de cortisol.
- Sobrepeso u obesidad. El tejido adiposo es hormonalmente activo: puede segregar más hormonas sexuales de las que el cuerpo puede manejar.
- Uso de anticonceptivos hormonales. Aunque esta medicación tiene sus ventajas, las investigaciones demuestran que las píldoras anticonceptivas alteran en gran medida el equilibrio hormonal, incluso muchos meses después de dejar de usarlas.