Cada vez hay más estudios que sugieren que las bacterias intestinales influyen en la salud humana en general. Mientras que investigaciones anteriores han indicado que los billones de bacterias que prosperan en el tracto digestivo humano pueden afectar a todo, desde la función del sistema inmunitario y la nutrición hasta el estado de ánimo, dos nuevos estudios han descubierto que las bacterias intestinales influyen en la dieta, así como en el éxito reproductivo de las moscas de la fruta. Estos nuevos hallazgos pueden tener importantes implicaciones para los seres humanos.
Cómo influyen las bacterias intestinales en la dieta
El tubo digestivo de los seres humanos y de la mayoría de los animales contiene billones de microorganismos que afectan a muchos rasgos fisiológicos. Dos nuevos estudios del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Macquarie y del departamento SOLES de la Universidad de Sídney examinaron el impacto de las bacterias intestinales en las moscas de la fruta.
La investigación, publicada en Current Biology, descubrió que las bacterias intestinales de las moscas influían en sus hábitos de búsqueda de comida y, en última instancia, en su éxito reproductivo. La investigación también indicó que esta influencia podría transmitirse a la siguiente generación de moscas de la fruta.
Los equipos descubrieron que las moscas de la fruta no se limitan a buscar nutrientes que equilibren su dieta, sino que también buscan bacterias que fomenten cultivos sanos en su tracto digestivo. Las moscas de la fruta mostraron una marcada preferencia por los olores asociados a formas beneficiosas de bacterias en los alimentos y una menor preferencia por los alimentos que carecían de este tipo de bacterias.
Las bacterias intestinales también influyen en el éxito reproductivo
Otro estudio, realizado por el mismo equipo de investigadores, examinó el éxito reproductivo de las moscas de la fruta en función de los cambios en las bacterias intestinales. Los investigadores empezaron inoculando moscas de la fruta con diferentes especies de microbios para examinar cómo influían los cambios en las bacterias intestinales en la interacción sexual de las moscas.
Este estudio, publicado en Biology Letters, descubrió que la inversión que hacen las moscas en la reproducción y su éxito final, junto con la masa corporal de las crías, estaban influidos por las bacterias del intestino.
Las bacterias intestinales pueden engañar a las moscas para que se reproduzcan
No son los únicos estudios publicados este año sobre la mosca de la fruta y las bacterias intestinales. Otro estudio, publicado en PLOS Biology, demostró cómo las bacterias influyen en las decisiones nutricionales de las moscas. Los investigadores dividieron las moscas en tres grupos. Uno fue alimentado con una solución con todos los aminoácidos necesarios y el segundo grupo recibió una mezcla de aminoácidos necesarios para fabricar proteínas pero sin los aminoácidos para sintetizarlas. Con el tercer grupo, los investigadores eliminaron los aminoácidos uno a uno para analizar cuáles podían ser detectados por las bacterias.
Al cabo de tres días, las moscas de todos los grupos recibieron un bufé con su solución típica o la opción de una levadura rica en proteínas. Las moscas de los grupos sin aminoácidos sintieron un fuerte deseo de comer la levadura para compensar los nutrientes. Cuando se introdujeron cinco tipos de bacterias, las moscas perdieron el deseo de comer proteínas. El equipo también descubrió que los niveles de aminoácidos en las moscas no se reponían, lo que indica que las bacterias no estaban sustituyendo los nutrientes de la dieta de las moscas produciendo los aminoácidos, sino convirtiéndolos en nuevas sustancias químicas. Los investigadores creen que la bacteria producía sustancias químicas que podían indicar a la mosca huésped que podía continuar sin aminoácidos. Esto engañaría a las moscas para que siguieran reproduciéndose, aunque la deficiencia afectara al crecimiento celular.
Este estudio descubrió que las bacterias Acetobacter y Lactobacillus eran las más eficaces para influir en el apetito de las moscas. El aumento de los niveles de ambas bacterias podía suprimir esencialmente el apetito de las moscas por las proteínas y fomentar el consumo de azúcar, restaurando la función reproductora cuando normalmente se vería obstaculizada por la deficiencia nutricional.
Investigaciones anteriores también han demostrado que las moscas de la fruta prefieren aparearse con parejas que tengan una composición similar de bacterias intestinales antes que con moscas cuyas bacterias intestinales sean demasiado diferentes de las suyas.
Mantener un equilibrio saludable de las bacterias intestinales
En los seres humanos y otros animales, los microorganismos del intestino y del cuerpo -denominados colectivamente microbioma- desempeñan un papel en muchos rasgos fisiológicos y comportamientos. Se ha descubierto que el sistema inmunitario, el sistema gastrointestinal y el estrés interactúan. Por ejemplo, el estrés psicológico provoca un cambio casi inmediato en la población de bacterias intestinales, y algunas de ellas influyen en el efecto del estrés sobre el sistema inmunitario.
El estrés, a través de su efecto sobre las bacterias intestinales y el sistema inmunitario, también puede alterar la función cerebral. En algunas personas, las bacterias intestinales pueden influir en la ansiedad, el estrés, la depresión y la memoria. Los investigadores han descubierto incluso que, para comunicarse, los microbios intestinales pueden producir muchos de los mismos neuroquímicos que transmiten información en el cerebro humano. Entre estos neuroquímicos se encuentran la dopamina, la serotonina y el GABA, todos ellos utilizados por las neuronas humanas para regular el estado de ánimo.
Todas estas investigaciones indican que mantener un equilibrio saludable de la flora intestinal puede ser más importante de lo que se cree. Hay varias formas de conseguirlo, como seguir una dieta rica en verduras, legumbres, fruta y alubias, consumir alimentos fermentados como yogur, kéfir y chucrut, tomar suplementos con una fórmula probiótica de alta calidad y reducir el consumo de edulcorantes artificiales, que pueden afectar negativamente a las bacterias intestinales.