Seguir una guía sobre el estrés puede ser útil para evitar, o al menos reducir, la exposición al estrés y sus peligros potenciales. Aquí definiremos el estrés, analizaremos sus síntomas y su impacto a largo plazo sobre el organismo, incluida su influencia sobre la libido y las relaciones e incluso cómo afecta a la mente y al estado mental, así como los métodos que las personas pueden emplear para librarse del estrés o aliviarlo para favorecer la relajación.
¿Qué es el estrés?
El estrés se define como cualquier tipo de factor biológico, ambiental o emocional que hace que el cuerpo sienta niveles elevados de tensión que podrían manifestarse en una variedad de síntomas físicos o mentales. Los desencadenantes específicos del estrés pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, entre las causas más comunes se encuentran los problemas de salud, las dificultades económicas, los problemas de pareja, el duelo, las presiones profesionales y los problemas de autoimagen.
Los síntomas del estrés
El aumento continuo de la ansiedad producido por las situaciones estresantes puede afectar a casi todas las regiones del cuerpo. Dicho esto, los niveles elevados de ansiedad suelen precipitar síntomas asociados a los siguientes sistemas internos:
El aparato digestivo
El estrés puede interferir en la digestión normal. Las manifestaciones asociadas podrían incluir cambios en el apetito, estreñimiento, diarrea, náuseas, vómitos y calambres. En algunos casos, el estrés puede alterar la flora intestinal, lo que también puede provocar numerosos problemas digestivos.
El sistema hormonal
Los niveles elevados de ansiedad suelen hacer que las glándulas y órganos productores de hormonas segreguen mayores cantidades de estas sustancias químicas. En momentos de estrés, el cuerpo libera lo que se conoce como “hormonas del estrés” (como el cortisol y la epinefrina), que en circunstancias normales ayudan al organismo a adaptarse a la tensión. Sin embargo, la liberación continua de estas sustancias químicas podría obligar a determinadas regiones del organismo a trabajar más y funcionar a un ritmo acelerado.
El sistema cardiovascular
La liberación constante de hormonas del estrés puede acelerar el pulso y aumentar la circulación sanguínea. Esto ejerce una presión excesiva sobre el corazón y los vasos sanguíneos. Si estas circunstancias se prolongan, pueden producirse enfermedades como hipertensión, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el estrés afecta a cada persona de manera diferente y, en algunos casos, puede producir ciertas manifestaciones menos conocidas que no se asocian comúnmente con la tensión. Algunas de ellas son el debilitamiento del sistema inmunitario, que hace que las personas susceptibles sean más propensas a contraer resfriados y otras infecciones, dificultades de visión inexplicables, dolores corporales inexplicables (especialmente en zonas como la mandíbula, los hombros y la cabeza), así como trastornos que afectan al cabello y la piel. Además, el estrés puede exacerbar una serie de enfermedades existentes o subyacentes.
El impacto del estrés en la libido y las relaciones personales
Además de precipitar una mayor producción de hormonas del estrés, la tensión elevada también suele provocar fluctuaciones significativas en las concentraciones sistémicas de muchas hormonas sexuales y reproductivas masculinas y femeninas. Sustancias químicas como la testosterona, el estrógeno y la progesterona son cruciales para el desarrollo sexual, la función y la capacidad reproductiva de una persona. Además, la disminución de la libido (deseo sexual) también puede ser un síntoma del descenso de los niveles hormonales reproductivos. Los individuos excesivamente ansiosos pueden experimentar una serie de problemas sexuales que podrían tener un efecto de arrastre que se manifieste en graves problemas de relación.
El impacto del estrés sobre el estado mental y emocional
Al igual que ocurre con otras muchas regiones del cuerpo, el estrés ejerce una mayor tensión sobre las células cerebrales. En última instancia, esta acción podría provocar diversas dificultades mentales, emocionales y cognitivas, como trastornos de ansiedad, depresión, problemas de concentración y pérdida de memoria. Algunos investigadores también sostienen que el estrés podría contribuir en última instancia al desarrollo de enfermedades mentales graves como la demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Estrés navideño
Aunque las fiestas de Acción de Gracias y Navidad suelen ser una época de alegría para muchos, para otros pueden ser un periodo extremadamente estresante. El estrés navideño puede deberse a varios factores. En algunas personas, sobre todo las que tienen familias numerosas o celebran reuniones en sus casas, las fiestas presentan su propio conjunto de responsabilidades y expectativas que pueden saturar un calendario ya de por sí repleto. Para otros, sobre todo los que están solos, las fiestas pueden ser un momento de gran tristeza y precipitar una exacerbación de enfermedades mentales como la depresión.
Métodos para aliviar el estrés
Aunque puede ser difícil, si no imposible, evitar el estrés, existen métodos específicos que las personas afectadas pueden emplear para reducir los incidentes de este mal y las manifestaciones asociadas. Algunos profesionales de la salud opinan que la reducción del estrés es un proceso doble que implica relajar tanto la mente como el cuerpo.
Para llevar a cabo esta tarea es necesario que la persona estresada dedique tiempo y se comprometa a realizar actividades como seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio, participar en actividades constructivas como un pasatiempo que estimule la mente o relaje, mantenerse alejado de actividades potencialmente destructivas como beber alcohol, fumar o ingerir drogas ilícitas, dormir lo suficiente, no sobrecargarse y complementar su dieta con suplementos que contengan ingredientes que puedan ayudar al organismo a afrontar mejor el estrés.