¿Se pasa mucho tiempo bajo luces artificiales o simplemente mirando pantallas? Podría estar afectando a la salud de los ojos y a la vista. Nuevos estudios han descubierto una relación entre la exposición a la luz azul y los daños oculares.
La luz artificial es omnipresente en el mundo moderno. No solo las bombillas y otras fuentes de iluminación artificial iluminan los espacios interiores y exteriores a cualquier hora del día y de la noche, sino que muchas personas también están expuestas a la luz de ordenadores, teléfonos inteligentes y otros dispositivos. Esta exposición constante a la luz es una forma de polución -la contaminación lumínica- que se ha descubierto que causa graves problemas de salud y altera los ritmos circadianos. Nuevas investigaciones sobre la luz azul y el daño ocular sugieren que también puede ser mala para nuestra visión.
La diferencia entre luz natural y artificial
Los seres humanos y otros seres vivos evolucionaron para vivir bajo un ciclo interminable de luz solar y oscuridad. La luz solar se compone principalmente de luz blanca, que contiene todos los colores visibles del espectro luminoso. Esta es la razón por la que la luz que atraviesa un prisma crea un arco iris. La luz artificial, sin embargo, tiende a ser principalmente de la longitud de onda azul de la luz. Como la humanidad ha empezado a pasar la mayor parte de su vida en interiores y cada vez más tiempo delante de aparatos, hemos aumentado nuestra exposición a las luces azules.
¿Cómo afecta a nuestra salud este cambio en la longitud de onda de la luz? Según numerosos estudios, el aumento de la exposición a la luz azul suprime la producción de melatonina, lo que a su vez puede provocar una gran variedad de problemas de salud. Sin embargo, esta luz azul también puede tener un efecto negativo en nuestra vista.
La relación entre la luz azul y los daños oculares
A medida que envejecemos, las células de nuestros ojos se dañan y deterioran lentamente. Esto conduce a un aumento de los problemas de visión, como la degeneración macular, un trastorno en el que las células de la retina responsables de la visión pierden su capacidad de ver. La melanina, pigmento que da color al pelo y a la piel, protege las células de la retina de algunos de estos daños. Sin embargo, con la edad, la melanina se agota y los ojos están cada vez más expuestos a los daños de la luz. La luz azul de alta energía, la que emiten las bombillas de alta eficiencia y los dispositivos electrónicos, es la que más daño causa a estas delicadas células.
Las personas que se exponen regularmente a altos niveles de luz azul son más propensas a sufrir diversos problemas de visión. Probablemente alguna vez se habrá notado fatiga visual después de leer en una pantalla durante un largo periodo de tiempo. Sin embargo, esto es sólo el principio. En varios estudios recientes también se ha descubierto que una exposición elevada a la luz azul aumenta el riesgo de degeneración macular, cataratas y otras enfermedades oculares. Los efectos son tan graves que los optometristas recomiendan ahora la protección ocular frente a la luz azul como medida preventiva estándar.
Proteger la vista de la luz azul
Hay formas de proteger la vista para mantener una buena visión durante mucho tiempo. Los expertos recomiendan llevar gafas de sol y sombreros cuando estemos expuestos a una luz intensa, ya sea en interiores o al aire libre. Limitar el tiempo frente a la pantalla también es una forma importante de proteger los ojos. Es especialmente importante limitar la exposición a la luz azul en las horas previas al sueño para que el cuerpo pueda empezar a producir y liberar melatonina. Para la lectura antes de dormir, es preferible un libro de bolsillo que una tableta o un lector electrónico. Utilizar bombillas tradicionales de luz blanca en lugar de iluminación LED de bajo consumo en las habitaciones donde se pasan las últimas horas de la tarde.
Es posible reducir la exposición a la luz azul de alta energía, pero eliminarla por completo no es posible para muchas personas. Muchas personas trabajan en entornos en los que la luz azul en forma de iluminación y pantallas es simplemente un hecho. Existen gafas especiales que filtran la luz azul para reducir la tensión y los daños, pero también es importante abordar el problema con una buena nutrición.
Apoyar la buena visión desde dentro
Dado que la melanina protege los ojos de algunos de los efectos nocivos de la luz azul, el daño oxidativo de la melanina en la retina es un factor de riesgo enorme de enfermedades oculares. Se ha comprobado que los suplementos que contienen ciertos nutrientes antioxidantes, como la luteína y la zeaxantina, favorecen la salud ocular al reducir el daño oxidativo de las células de la retina. También es importante tomar un complejo multivitamínico, ya que la vitamina E y otros nutrientes actúan como potentes antioxidantes en todo nuestro organismo.
Aunque se eviten las pantallas y los dispositivos electrónicos, es difícil eliminar la exposición a la luz azul y los daños oculares que puede provocar. Las oficinas modernas, las tiendas e incluso las escuelas están iluminadas con bombillas que emiten principalmente esta longitud de onda de luz. Sin embargo, los cambios de sentido común en el estilo de vida, junto con los suplementos que favorecen una buena salud ocular, reducirán los daños en la visión de muchas personas que no pueden evitar la exposición. Aunque algunos daños oculares son naturales al envejecer, debemos hacer todo lo posible por mantener una buena visión y la salud de todo el cuerpo a lo largo de nuestra vida.