La inflamación crónica es una enfermedad en gran medida desconocida que afecta a millones de personas en todo el mundo. Si no se aborda, puede provocar algunas de las enfermedades más debilitantes de nuestro tiempo: artritis, enfermedades autoinmunes, cardiopatías e incluso cáncer. Investigaciones recientes apuntan a una fuerte conexión entre la inflamación y el envejecimiento.
A continuación, aprenderemos más sobre las causas de la inflamación crónica en el cuerpo y qué podemos hacer para protegernos de ella y favorecer un envejecimiento saludable.
¿Qué causa la inflamación crónica en el organismo?
En términos más sencillos, la inflamación es la forma que tiene el cuerpo de responder a las amenazas y lesiones externas. La inflamación se produce cuando los glóbulos blancos se movilizan en los tejidos o la sangre en un intento de proteger el organismo. Como resultado, aumenta el flujo sanguíneo hacia la zona infectada o lesionada. Puede producirse una hinchazón, ya que las sustancias químicas hacen que se filtre líquido a los tejidos, produciendo un enrojecimiento y una piel caliente al tacto.
Mientras que la inflamación aguda que se produce en respuesta a una lesión o enfermedad no suele ser preocupante, la inflamación crónica puede suponer un peligro para varios órganos y sistemas del cuerpo.
No existe una respuesta sencilla a las causas de la inflamación crónica en el organismo. La inflamación crónica puede estar influenciada por una serie de factores, específicos de la salud de cada individuo. A continuación se indican algunas de las causas más comunes de la inflamación de bajo nivel y a largo plazo.
Estrés
El estrés crónico aumenta la producción de cortisol, una hormona del estrés que puede tener efectos negativos en la salud física. Si bien el cortisol regula normalmente la respuesta inmunitaria del organismo, su exceso puede reducir la sensibilidad de los tejidos y hacer que el cuerpo sea propenso a experimentar mayores cantidades de inflamación. El cortisol también favorece la producción de glucosa, facilitando el suministro de energía a los grandes grupos musculares, al tiempo que suprime la producción de insulina y el estrechamiento de las arterias. Esto obliga a la sangre que fluye por el cuerpo a trabajar más duro en respuesta al estrés, aumentando la inflamación en el proceso.
Salud intestinal
Si experimenta con frecuencia hinchazón, gases u otras molestias abdominales, el exceso de inflamación podría ser la causa. Aunque la investigación sobre la conexión entre la salud intestinal y la inflamación está todavía en sus primeras etapas, los científicos creen que la falta de diversidad del bioma intestinal puede estar relacionada con la inflamación.
Nutrir el cuerpo con alimentos saludables para el intestino puede ayudar a combatir este problema. Entre los alimentos que favorecen un intestino sano se encuentran las verduras, la fruta, las legumbres y las judías. Los alimentos fermentados, como el yogur natural puro, aportan importantes beneficios al microbioma, ya que favorecen la función intestinal saludable y reducen el número de bacterias dañinas en los intestinos.
Malos hábitos de sueño
No dormir lo suficiente cada noche puede causar más estrés al cuerpo que simplemente estar fatigado al día siguiente. Incluso la falta de sueño durante una sola noche puede provocar daños en los tejidos debido a la inflamación. Esta conexión tiene sentido, ya que una plétora de hallazgos científicos apuntan al hecho de que el sueño de calidad puede ayudar a aliviar los síntomas de varios trastornos autoinmunes, incluida la artritis reumatoide.
La conexión entre la inflamación y el envejecimiento
Gracias a una gran cantidad de investigaciones que han respaldado esta afirmación, la conexión entre la inflamación y el envejecimiento ha quedado bien establecida. Los estudios han documentado que los genes relacionados con la inflamación también están conectados con un mayor riesgo de desarrollar muchas de las enfermedades y dolencias más comunes relacionadas con la edad. Algunas de estas afecciones son la hipertensión, la enfermedad de Alzheimer, las enfermedades cardíacas, la diabetes de tipo 2 y muchos tipos de cáncer.
Los científicos han podido aislar marcadores químicos en el torrente sanguíneo que demuestran que la inflamación está relacionada con la muerte celular y el posterior envejecimiento general del organismo. De hecho, muchos expertos médicos creen que la inflamación es el factor que más contribuye al proceso de envejecimiento.
Algunos de los signos más comunes del envejecimiento son la ralentización de la movilidad, la pérdida de fuerza muscular y los problemas de memoria. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el deterioro del cuerpo tiene un aspecto diferente de un individuo a otro. No todo el mundo experimentará los mismos niveles de inflamación, y los factores que influyen en esta inflamación varían mucho entre los individuos.
Cómo se puede apoyar el envejecimiento saludable
La buena noticia es que puede actuar ahora para contribuir a un envejecimiento saludable protegiendo al organismo de la inflamación. El nutriente resveratrol, en particular, puede ayudar a suprimir la inflamación. El resveratrol es un polifenol que actúa como antioxidante para proteger al organismo de los daños de la inflamación. Este compuesto se encuentra principalmente en el vino tinto y las uvas. También está disponible en forma de suplemento.
Otras formas de apoyar el envejecimiento saludable mediante el control de la inflamación incluyen la intención de complementar la ingesta nutricional con otros ingredientes naturales específicos que han demostrado ayudar a modular la inflamación. Si su objetivo es combatir la inflamación, hay algunas sustancias que debe tener en cuenta en el proceso, como el calcio, el extracto de semilla de uva y el aceite de pescado. Además, el magnesio y las vitaminas B6, C, D y E también han demostrado tener efectos antiinflamatorios. Muchos de estos nutrientes no están disponibles en cantidades suficientes en la mayoría de las dietas. Tomar un suplemento de alta calidad que proporcione estos ingredientes puede contribuir en gran medida a la protección contra la inflamación crónica.
Aunque no hay forma de detener por completo el proceso de envejecimiento, tomar medidas para entender cómo la inflamación acelera esta transición natural y lo que puede hacerse para frenar su progreso puede tener ventajas significativas para la salud en general.