La ansiedad por el rendimiento sexual es un problema importante que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Esta ansiedad es algo más que un problema de rendimiento, en ocasiones, puede requerir tratamiento médico y/o psicológico.
Si quieres evitar este problema de salud en el dormitorio, aquí tienes una guía detallada para conocer las causas y los tratamientos específicos disponibles para aliviarlo y/o eliminarlo.
¿Qué es la ansiedad por el rendimiento sexual?
La ansiedad relacionada con el rendimiento sexual es una afección que provoca una gran preocupación emocional y/o psicológica por la destreza sexual de una persona. Estos sentimientos suelen ser tan intensos que la persona afectada presenta síntomas físicos que inhiben su rendimiento sexual y, posiblemente, le hacen temer la intimidad por completo.
Dado que el sexo desempeña un papel importante en la mayoría de las relaciones románticas, un problema como la ansiedad por el rendimiento sexual puede provocar grandes fricciones entre las parejas y precipitar rupturas en matrimonios y otras relaciones íntimas. De hecho, los problemas de rendimiento sexual suelen ser el motivo por el que las parejas acuden a la terapia de consejeros matrimoniales o psicológicos con la esperanza de evitar la separación o el divorcio.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad por el rendimiento sexual?
Aunque la sensación general de aprensión que rodea a los posibles encuentros sexuales es el núcleo del problema, las personas afectadas por las dificultades de rendimiento también pueden experimentar otras manifestaciones. De hecho, los síntomas varían algo entre hombres y mujeres.
Cuando se trata de ansiedad de rendimiento, normalmente los hombres se enfrentan a problemas como disfunción eréctil, incapacidad para mantener una erección durante las relaciones sexuales, preocupación por el tamaño del pene, disminución de la libido, eyaculación precoz y/o bloqueada o incapacidad para eyacular. Las mujeres que padecen ansiedad de rendimiento suelen preocuparse por su aspecto general, como el peso y la forma del cuerpo, así como por la incapacidad para experimentar un orgasmo. Del mismo modo, tanto los hombres como las mujeres comparten el miedo a no satisfacer a su pareja sexual.
¿Cuáles son las causas de la ansiedad por el rendimiento sexual?
Los problemas de rendimiento pueden deberse a una serie de factores médicos, ambientales y psicológicos y, una vez más, pueden variar entre hombres y mujeres.
Causas en los hombres
Médicas
Numerosos problemas de salud pueden contribuir a la ansiedad de rendimiento y a los síntomas asociados en los hombres. Las personas con problemas de erección pueden padecer enfermedades cardiovasculares (hipertensión, problemas circulatorios, enfermedad coronaria y trastornos vasculares), enfermedades crónicas (diabetes, esclerosis múltiple e insuficiencia renal), lesiones nerviosas provocadas por una enfermedad grave como un ictus, una lesión traumática o una intervención quirúrgica por cáncer en los órganos reproductores o cerca de ellos, o el consumo excesivo de sustancias adictivas (nicotina, alcohol o diversas drogas).
Además, los medicamentos pueden ser los culpables. Los fármacos que se recetan habitualmente para tratar enfermedades como alergias, hipertensión, cáncer, trastornos cardiacos, problemas mentales, deficiencias autoinmunes, dolor y afecciones neurológicas pueden desencadenar disfunción eréctil y otros síntomas relacionados con la ansiedad de rendimiento.
Medioambientales
Por lo general, el estrés, independientemente de su origen (trabajo, dificultades económicas, problemas familiares, problemas de salud), es el principal factor externo que repercute negativamente en la capacidad del hombre para el desempeño sexual.
Psicológicas
Entre los factores psicológicos desencadenantes de la ansiedad de ejecución se incluyen varias enfermedades mentales como la depresión, la ansiedad generalizada y otros trastornos específicos relacionados con la ansiedad.
Causas en las mujeres
Psicológicas
En las mujeres, la ansiedad de rendimiento parece estar más relacionada con problemas psicológicos. Algunos profesionales de la medicina y expertos en sexo creen que esto es directamente atribuible al miedo de la mujer a no alcanzar el orgasmo. Las investigaciones realizadas en los últimos años han demostrado que los hombres experimentan más orgasmos que las mujeres. Además, la preocupación por los embarazos no deseados también puede suponer un impedimento psicológico para el rendimiento sexual de la mujer.
¿Cómo se puede tratar la ansiedad por el rendimiento sexual?
Ciertos profesionales de la psicología opinan que muchos hombres y mujeres experimentan dificultades de rendimiento porque piensan demasiado y complican lo que debe ser y significar un encuentro sexual. Antes de buscar más asesoramiento profesional o médico, se sugiere a las parejas que primero intenten centrarse en convertir el sexo en un simple acto de disfrute en el que el placer compartido sea el objetivo, en lugar de obsesionarse con cuestiones como erecciones duraderas y orgasmos explosivos.
Sin embargo, si las técnicas mencionadas fracasan, puede ser necesario buscar una ayuda más importante. Esto es especialmente cierto en el caso de los hombres cuya ansiedad por el rendimiento podría estar relacionada con una afección médica específica. Los hombres que experimentan manifestaciones como la disfunción eréctil durante un período prolongado de tiempo, podrían considerar la posibilidad de visitar a sus médicos para descartar cualquier enfermedad subyacente. Si se identifica algún problema, el médico puede prescribir rápidamente un tratamiento que permita al hombre recuperar su destreza sexual.
Si se descarta un problema médico, el problema puede ser ambiental. En estos casos, se aconseja identificar los factores de estrés externos y los hábitos nocivos (fumar, beber, llevar una dieta inadecuada, consumir drogas) e intentar eliminar esos vicios. Dicho esto, y si todo lo demás falla, la terapia puede ser una solución viable. Un terapeuta o psicólogo cualificado, conocido por tratar problemas de rendimiento sexual, suele ofrecer a las parejas un entorno cómodo para hablar de su situación, identificar los problemas que pueden estar precipitando las dificultades de rendimiento sexual y ofrecer métodos para superarlos.