Un ictus es una afección médica grave causada por un flujo sanguíneo deficiente al cerebro que a menudo provoca la muerte celular. Al menos el 80% de todos los casos de ictus son del tipo isquémico. En un ictus isquémico, se bloquea una arteria que va a la vena, impidiendo que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Sin embargo, aproximadamente el 13% de todos los casos de ictus son de un tipo diferente llamado ictus hemorrágico. En este tipo de ictus, un vaso sanguíneo debilitado del cerebro se rompe, filtrando sangre al tejido cerebral circundante, dañándolo en última instancia. La causa más común de un ictus hemorrágico es la hipertensión arterial. Otras causas son traumatismos, infecciones, tumores, anomalías en los vasos sanguíneos y deficiencias en la coagulación de la sangre.
Un ictus hemorrágico suele causar discapacidad grave, cuando no la muerte. La mayoría de los pacientes hospitalizados que han sufrido un ictus hemorrágico necesitan ventilación mecánica. Sin embargo, permanecer mucho tiempo con ventilación mecánica no es deseable, ya que puede provocar efectos secundarios como lesiones pulmonares, neumonía y hemorragias gastrointestinales. Afortunadamente, nuevas investigaciones sobre la melatonina y el ictus hemorrágico han descubierto una forma natural de mejorar la recuperación del ictus hemorrágico y reducir la duración de la ventilación mecánica en estos pacientes.
Un nuevo estudio halla una relación entre la melatonina y el ictus hemorrágico
Aunque el ictus hemorrágico es menos frecuente que el isquémico, provoca la muerte con más frecuencia que éste. Los nuevos descubrimientos sobre cómo tratar las secuelas del ictus hemorrágico y reducir la mortalidad tienen un valor incalculable. Recibir la atención médica adecuada lo antes posible es importante para evitar la muerte por ictus. En particular, los expertos creen que el inicio precoz de tratamientos neuroprotectores (es decir, medicamentos que ayudan a mantener vivas y en funcionamiento las células nerviosas y cerebrales) puede mejorar el pronóstico del ictus hemorrágico.
Un estudio de 2017 arroja una valiosa luz sobre las posibilidades de tratamiento del ictus hemorrágico. Este estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán y la Universidad de Ciencias Médicas de Isfahan, y se publicó en la revista científica Journal of Research in Pharmacy Practice.
El estudio consistió en recopilar información sobre 40 adultos que habían sufrido un ictus hemorrágico y que habían sido ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos en las 24 horas siguientes al suceso. Los investigadores hicieron que algunos de los pacientes recibieran 30 miligramos de melatonina cada noche, mientras que el resto de los pacientes no recibió melatonina.
Al analizar los datos, los investigadores descubrieron que la melatonina acortaba tanto la duración de la ventilación mecánica como la de la estancia en la UCI. Los pacientes que recibieron este tratamiento no necesitaron ventilación mecánica durante tanto tiempo y salieron antes de la Unidad de Cuidados Intensivos. Esto sugiere que la melatonina les ayudó a recuperarse del ictus. Nuevas investigaciones podrían demostrar que la melatonina merece un lugar como parte integrante del protocolo de tratamiento del ictus. Los autores del estudio también señalan que la melatonina puede ser útil para cualquier paciente sometido a ventilación mecánica, independientemente de que sea o no a causa de un ictus. Señalan que esta sustancia química tiene propiedades sedantes, analgésicas, antioxidantes y antiinflamatorias. Esto podría significar que la melatonina tiene muchas más propiedades terapéuticas de las que actualmente creemos.
Los beneficios de la melatonina
¿Qué es exactamente la melatonina? La melatonina es una hormona segregada por la glándula pineal. Se segrega en cantidades mucho mayores durante las horas oscuras del día. Su función principal es regular el ritmo circadiano, o ciclo sueño-vigilia. Aunque el cuerpo produce melatonina de forma natural, también puede ser útil para ciertas afecciones tomar melatonina por vía oral. Con mucho, la principal razón para tomar un suplemento de melatonina es para un trastorno del sueño como el insomnio y el jet lag. También puede ayudar a mejorar la calidad del sueño incluso en personas que no padecen un trastorno del sueño definible.
La melatonina tiene muchos otros beneficios menos conocidos. Puede ser útil para tratar ciertos tipos de úlceras de estómago, acúfenos y acidez estomacal. Algunas investigaciones sugieren incluso que la melatonina puede mejorar ligeramente la memoria y la función cognitiva. Nuevas investigaciones sobre las propiedades antioxidantes y neuroprotectoras de la melatonina podrían revelar muchos más usos terapéuticos de esta asombrosa sustancia.
Reducir el riesgo de ictus hemorrágico
Según algunas estimaciones, una de cada seis personas sufrirá algún tipo de ictus a lo largo de su vida. Afortunadamente, hay muchas medidas que puede tomar para reducir el riesgo.
Fumar es uno de los mayores factores de riesgo de ictus, incluido el ictus hemorrágico. Aumenta la probabilidad de que se formen coágulos sanguíneos y tiene muchos otros efectos negativos que contribuyen al riesgo de ictus. Dejar de fumar, así como evitar la exposición al humo ajeno, reducirá las probabilidades de sufrir un ictus.
Junto con el tabaco, el alcohol es otra sustancia que aumenta el riesgo de ictus hemorrágico. Para una salud óptima, los hombres no deben tomar más de dos copas al día, y las mujeres no más de una.
La dieta -incluso saltarse comidas- influye en el riesgo de ictus. Hay que comer mucha fruta y verdura, ingerir suficiente potasio y limitar las grasas saturadas. El ejercicio también es importante; cumplir la recomendación oficial mínima de 150 minutos de ejercicio moderado a la semana ayudará a reducir el riesgo de ictus. Una dieta sana junto con ejercicio regular también contribuirá a mantener un peso saludable, lo cual es importante porque el sobrepeso o la obesidad aumentan mucho el riesgo de ictus y otros problemas cardiovasculares.
Dado que la causa más común de ictus hemorrágico es la hipertensión arterial, es crucial prevenir y tratar esta afección para evitar el riesgo de ictus. Además de seguir las sugerencias anteriores, hay que limitar la ingesta de sodio a 1.500 miligramos al día, así como aliviar y evitar el estrés.
Hablar con el médico sobre el riesgo de ictus hemorrágico. Si el médico considera que el riesgo de ictus es elevado, puede recetar un medicamento para prevenir la formación de coágulos.