Erforschung der Verbindung zwischen chronischen Schmerzen und Libido

Explorando la conexión entre el dolor crónico y la libido

Para las personas que sufren dolor crónico, los problemas que lo acompañan suelen incluir un menor interés por el sexo y una libido baja, lo que en última instancia puede provocar problemas en la relación. Sin embargo, la buena noticia es que hay medidas que puede tomar para rejuvenecer tanto su relación como su libido baja.

Dolor crónico

El dolor crónico difiere del agudo en que puede durar semanas, meses o incluso años. Las causas del dolor crónico son muy variadas. Algunas de esta causas más comunes son los problemas de espalda, las lesiones, la artritis, la esclerosis múltiple, el herpes zóster, las lesiones nerviosas y la fibromialgia. El dolor crónico es una carga importante para la sanidad pública debido al elevado coste de su tratamiento.

No sólo es una epidemia a escala nacional, sino que también afecta íntimamente a la vida personal de quienes lo padecen. Según una encuesta realizada en 2006, el 59% de las personas que sufrían dolor crónico consideraban que éste les impedía disfrutar de la vida. Además, el 77% sufría depresión a causa de su enfermedad, y el 86% afirmaba que no podía dormir con normalidad. El dolor crónico también afecta a la carrera profesional, las obligaciones familiares y la libido.

Dolor y libido

Exploring the Connection Between Chronic Pain and LibidoUn estudio publicado en línea en la revista Journal of Neuroscience examinó la relación entre el dolor y la libido observando el comportamiento de ratones. En primer lugar, los investigadores determinaron qué parejas de ratones macho y hembra eran compatibles entre sí estableciendo “citas”. Las parejas que se llevaban bien pasaban a la siguiente fase del experimento.

A continuación, los investigadores aplicaron pequeñas dosis de un compuesto inflamatorio en el cuerpo de los ratones, provocándoles aproximadamente el mismo dolor que una quemadura solar. Comprobaron que las hembras que sufrían dolor pasaban un 50% menos de tiempo interactuando con sus parejas masculinas y, cuando lo hacían, no permitían que su pareja las montara con tanta frecuencia, lo que implicaba una disminución del deseo sexual. En cambio, los ratones macho que sufrían dolor no mostraban diferencias en su libido. Esta diferencia de género puede aplicarse también a los humanos.

Puede que esta diferencia en la libido entre hombres y mujeres que experimentan dolor no sorprenda a quienes ya conocemos las diferencias biológicas en la forma en que hombres y mujeres reaccionan al dolor. Las mujeres tienen más receptores nerviosos que los hombres, lo que las hace más propensas a experimentar dolor. Las imágenes cerebrales han demostrado que los cerebros masculinos y femeninos reaccionan de forma diferente ante los mismos estímulos dolorosos. El examen a gran escala de los historiales médicos también ha demostrado que las mujeres registran mayores índices subjetivos de dolor que los hombres.

Aunque las mujeres son evidentemente más propensas a experimentar dolor que los hombres, y también pueden ser más propensas a tener una disminución de la libido como resultado, esto no significa que los hombres no soporten también la carga del dolor crónico. Cualquiera puede experimentarlo, y cualquiera puede tener la desgracia de experimentar de primera mano la conexión entre el dolor y la libido. De hecho, casi el 80% de las personas que viven con dolor crónico afirman que se produce una disminución notable de su función sexual.

Cómo evitar que el dolor afecte a la vida amorosa

Si está sufriendo una disminución de la libido a manos del dolor crónico, existen múltiples formas de aliviar el problema. El primer paso es controlar el dolor en sí. El segundo es reparar la relación de pareja.

Los analgésicos, o cualquier otro tipo de medicación, pueden disminuir la libido. Si cree que puede estar experimentando una disminución de la libido como efecto secundario de un medicamento, dígaselo a su médico. Es posible que le cambien a otro medicamento que no afecte a su libido. Además, intenta planificar el momento en que tomas la medicación para que esté en su punto álgido de eficacia mientras mantienes relaciones íntimas con tu pareja. Esto puede ayudar a evitar que el dolor interfiera en las relaciones sexuales.

El dolor crónico puede causar estrés y tensión en una relación. Establecer una comunicación abierta y eficaz con tu pareja es un gran primer paso para asegurarte de que tu condición de dolor no perjudica vuestra felicidad. Cuando el dolor reduce tu disfrute del sexo, puedes explorar otras formas de intimidad como los masajes, los juegos preliminares prolongados y los juguetes sexuales. Estas formas de intimidad pueden resultar más fáciles y relajantes para tu cuerpo estresado.

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