El metabolismo y la regulación de la glucosa son fundamentales para la salud humana. Dependemos de un complejo sistema para garantizar que la glucosa se canaliza hacia las zonas donde se necesita en el momento y la cantidad adecuados. Muchas enfermedades, como la diabetes, la obesidad y el síndrome metabólico, se han relacionado con la desregulación de la glucosa y la insulina. Nuevas investigaciones sugieren que el sistema circadiano y la regulación de la glucosa están estrechamente relacionados.
Regulación de la glucosa: el primer paso
Es crucial para la salud que los niveles de glucosa se mantengan equilibrados dentro de un margen muy estrecho. Las dos hormonas encargadas de ello son la insulina y el glucagón. La insulina “abre” las compuertas de las células para que la glucosa salga del torrente sanguíneo y pueda utilizarse como combustible. Además, las células del hígado almacenan glucosa para poder utilizarla más tarde. El glucagón hace exactamente lo contrario, cierra las compuertas de las células y hace que el hígado libere la glucosa almacenada en el torrente sanguíneo.
Una vez en las células, la glucosa se convierte en energía utilizable en un proceso conocido como glucólisis. La glucólisis descompone la glucosa en elementos de carbono más pequeños que pueden utilizarse como combustible para las células. Además, algunas células se someten a un proceso metabólico denominado glucogénesis, en el que la glucosa se convierte en un compuesto conocido como glucógeno para poder almacenarla y utilizarla posteriormente.
El sistema circadiano, la regulación de la glucosa y el metabolismo
El organismo controla cuidadosamente la glucosa porque es muy importante. Si a las células les falta glucosa, se mueren de hambre, pero un exceso impide que se produzcan procesos celulares clave. Son muchos los factores que intervienen en la regulación y el metabolismo de la glucosa, porque está muy controlada. Nuevas investigaciones sugieren que el ritmo circadiano desempeña un papel fundamental.
Las personas que trabajan en turnos impares o tienen alterado el ritmo circadiano tienen más probabilidades de padecer síndrome metabólico. Esto se debe a una conexión recientemente descubierta entre el sistema circadiano y la regulación de la glucosa y el metabolismo. El control de la glucosa está íntimamente controlado por el ritmo circadiano. Las personas que trabajan en horarios extraños tienen este sistema alterado, por lo que presentan fluctuaciones anormales en la producción de insulina y glucagón. Con el tiempo, esto puede provocar resistencia a la insulina, el problema subyacente a la diabetes de tipo 2 y a diversas enfermedades metabólicas.
Cortisol: ¿El eslabón perdido?
¿Cómo se relaciona exactamente el ritmo circadiano con la regulación de la glucosa? Se sospecha que el cortisol es el principal vínculo entre el sistema circadiano y la glucosa. El cortisol es una de las principales hormonas del ritmo circadiano. También gobierna en gran medida la glucosa en sangre y crea el ritmo diurno que se observa en los niveles de glucosa e insulina. Cuando las personas toman medicamentos glucocorticoides que se descomponen en cortisol, a menudo sufren problemas para regular su glucosa en sangre como efecto secundario. El uso constante de glucocorticoides puede provocar resistencia a la insulina.
Las personas que trabajan en turnos impares o que viven con alteraciones del ritmo circadiano tienen niveles más altos de cortisol en general. Normalmente, el cortisol alcanza su nivel máximo justo antes de despertarse y disminuye lentamente a lo largo del día. Esto está relacionado con el descenso de la insulina por la noche, cuando los niveles de cortisol son más bajos. Sin un ritmo circadiano normal, los niveles de cortisol descienden más lentamente y la insulina se mantiene alta. Con el tiempo, esto puede provocar resistencia. El cortisol es probablemente el vínculo entre el sistema circadiano y la desregulación de la glucosa.
Apenas estamos empezando a darnos cuenta del efecto que el sueño tiene sobre nosotros. No sólo es importante dormir lo suficiente, sino hacerlo con la calidad de sueño adecuada y a las horas adecuadas. Muchas enfermedades crónicas modernas que van en aumento pueden estar influidas por una epidemia de alteración del ritmo circadiano en el mundo moderno. El sueño puede ser el mejor médico y la mejor medicina.