El deterioro cognitivo relacionado con la edad es una parte desafortunada del envejecimiento. Según nuevos estudios, este deterioro cognitivo en las mujeres puede empezar antes de lo que se sospechaba.
Para muchas personas, uno de los aspectos más temidos del envejecimiento es la perspectiva del deterioro cognitivo. La discapacidad física puede mitigarse, pero nadie quiere vivir sin sus recuerdos, su personalidad y su capacidad para desenvolverse en la vida. Según nuevos estudios, este deterioro gradual puede empezar incluso antes de lo que creíamos: en la mediana edad para muchas mujeres. Sin embargo, esta mala noticia viene acompañada de esperanza: Hay formas de ralentizar o detener el deterioro mental y llevar una vida feliz y plena incluso en nuestros años dorados.
¿Qué es el deterioro cognitivo asociado a la edad?
La medicina moderna ha encontrado soluciones innovadoras a muchos de los problemas que afectan a las personas mayores. El resultado es que vivimos más años que nunca en la historia de la humanidad. Sin embargo, como la gente vive más años que nunca, el deterioro cognitivo es cada vez más frecuente. Podemos ralentizar los signos del envejecimiento en el cuerpo, pero no en la mente. Con 72 millones de ancianos previstos sólo en Estados Unidos para 2030, esta pérdida gradual de cognición y memoria podría ser un problema de salud pública devastador, además de la tragedia personal que supone para los ancianos y sus seres queridos.
Según un estudio a gran escala denominado “The Study of Women’s Health Across the Nation”, este deterioro puede empezar incluso antes en las mujeres que en los hombres. Este estudio descubrió que muchas mujeres muestran los primeros signos de deterioro cognitivo ya en la mediana edad. Se sometió a las mujeres a tres pruebas a lo largo de varios años después de haber llegado a la menopausia en áreas como la memoria de trabajo, la memoria verbal y tareas de velocidad. De media, estas mujeres mostraron un declive en estas habilidades cognitivas aunque ni ellas ni quienes las rodeaban se dieran cuenta de que ya había una pérdida de cognición. Este declive parece producirse antes en las mujeres que en los hombres, quizá décadas antes. Los investigadores creen que esto puede deberse en parte a la menopausia, cuando las mujeres pierden los efectos protectores del estrógeno y otras hormonas femeninas.
¿Cuándo aparecen los primeros síntomas de la demencia?
Algunas personas conservan sus facultades mentales a lo largo de la vejez, mientras que otras sucumben a la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer y otros tipos devastadores de demencia. La mayoría de las personas mayores acaban en algún punto entre estos dos extremos, con una afección conocida como deterioro cognitivo leve. El deterioro cognitivo leve consiste en cambios pequeños y graduales en la memoria y el razonamiento que se producen con la edad. Las personas pueden olvidar con regularidad dónde han dejado las llaves u olvidar cómo realizar un pasatiempo complicado que antes podían hacer bien. La mayoría de estas personas nunca desarrollarán una demencia real, aunque corren un mayor riesgo.
Este declive es tan común que suele considerarse un subproducto normal del envejecimiento. Y es normal, porque es frecuente y afecta a la mayoría de las personas. De hecho, casi todos los mamíferos muestran cambios similares a medida que envejecen. Aunque el declive leve y gradual parece afectar antes a las mujeres que a los hombres, es probable que nos afecte a casi todos en algún momento, e incluso a nuestros perros, gatos y otros seres queridos peludos. Esto lleva a muchos a preguntarse: ¿Existen formas de detener o simplemente ralentizar este declive? ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestros años dorados sean realmente dorados?
¿Puede detenerse o prevenirse el deterioro cognitivo?
Según nuevas investigaciones, hay algunas formas naturales y saludables de mantener una buena memoria y cognición a lo largo de toda la vida. En primer lugar, es fundamental mantenerse activo, tanto mental como físicamente. Se ha demostrado que hacer ejercicio todos los días y participar en actividades que estimulen la mente nos mantienen sanos durante más tiempo, tanto en el cuerpo como en el espíritu.
También parece haber algunos cambios dietéticos que podemos hacer para fomentar la buena salud y la función cognitiva a lo largo de la vida. Se ha descubierto que los ácidos grasos omega-3, presentes sobre todo en los aceites de pescado, favorecen la salud del cerebro y ayudan a preservar la cognición y la memoria. Estos ácidos grasos no sólo son componentes esenciales para la salud de las células cerebrales, sino que también protegen contra la inflamación que, con el tiempo, puede destruir los tejidos de nuestros órganos. Seguir una dieta mediterránea con abundantes verduras, cereales integrales y proteínas magras también puede ralentizar o prevenir distintos tipos de demencia. El compuesto vegetal carotenoide luteína, que puede encontrarse en forma de suplemento u obtenerse de la dieta, también se ha relacionado con una función cognitiva saludable.
El deterioro cognitivo relacionado con la edad puede ser frecuente y producirse antes en las mujeres, pero esto no significa que tengamos que aceptarlo. Comprender mejor por qué nuestro organismo pierde funciones cerebrales a medida que envejecemos y aprender a prevenirlo permitirá a nuestra población, cada vez más envejecida, llevar una vida más feliz y funcional.