Demostrado: El trabajo por turnos es perjudicial para la salud

La sociedad moderna se ha vuelto casi “atemporal” gracias a la iluminación eléctrica y otras tecnologías. Podemos comprar alimentos a medianoche, recibir atención médica a cualquier hora y acceder a un servicio de atención al cliente 24 horas al día, 7 días a la semana, para cualquier problema que surja durante el día o la noche. Este acceso constante tiene sus ventajas. Sin embargo, puede tener graves consecuencias para la salud de las personas que mantienen nuestro mundo en funcionamiento las veinticuatro horas del día.

El trabajo por turnos y el ritmo circadiano

The Harmful Effects of Shift WorkEl principal problema del trabajo por turnos es que el momento de dormir importa. Nuestro cuerpo funciona con relojes internos que dependen de los niveles de luz. Cuando nuestras retinas perciben la luz, envían señales al núcleo supraquiasmático (SCN, del inglés suprachiasmatic nucleus) para que interrumpa la producción de melatonina y otras sustancias bioquímicas relacionadas con el sueño. Nuestro ritmo circadiano también se ve afectado por factores como la temperatura y el horario de las comidas.

¿Cómo afecta el trabajo por turnos al ritmo circadiano? Las personas que trabajan en horarios irregulares a menudo deben trabajar en horas en las que su cuerpo les pide que se acuesten para que puedan tener lugar los principales procesos de recuperación. Deben intentar dormir a horas en las que el cortisol y otras hormonas que favorecen la vigilia están altos. Las personas que trabajan por turnos sufren una forma de jet lag a largo plazo, en la que sus relojes internos no están alineados con su estilo de vida.

Cerebro desincronizado

¿Qué le ocurre al cuerpo humano cuando el trabajo por turnos desincroniza el ritmo circadiano con el entorno? Los investigadores han descubierto diversos efectos. Cualquiera que haya perdido una noche de sueño conoce los efectos a corto plazo. Las personas se sienten más fatigadas y sufren de pensamiento “confuso”, pero los efectos sobre la cognición no se detienen ahí. La investigación en cronobiología ha descubierto que las personas que trabajan por turnos obtienen peores resultados en las pruebas cognitivas, y que los efectos duran hasta cinco años después de reanudar un horario diurno normal. El personal médico que trabaja por la noche tiene más probabilidades de perderse cuestiones críticas y a menudo tiene dificultades para mantenerse despierto, y mucho menos para rendir a un alto nivel asistencial. Sin embargo, los efectos del trabajo por turnos van más allá del estado de ánimo y la función mental. Parece que también tiene efectos a largo plazo sobre el riesgo de enfermedad y la esperanza de vida.

¿Puede el trabajo por turnos afectar a nuestra salud a largo plazo?

Nuevas investigaciones sugieren que la salud cardiovascular es una de las áreas más afectadas por el trabajo por turnos. El sueño profundo permite a nuestro corazón descansar y llevar a cabo la reparación celular, así como otros procesos reparadores. Sin un sueño adecuado, las personas tienen niveles sanguíneos más altos de hormonas del estrés y frecuencias cardíacas más elevadas. El resultado es un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares que, en última instancia, pueden poner en peligro la vida.

Además, las personas que trabajan en turnos impares corren un mayor riesgo de sufrir un ictus y, cuando se producen, sufren accidentes cerebrovasculares más devastadores. Las ratas de laboratorio con un ritmo circadiano alterado tienen más probabilidades de sufrir daños cerebrales duraderos y pérdida de la función de las extremidades tras un ictus.

Efectos desproporcionadamente graves en las mujeres

El trabajo por turnos aumenta los factores de riesgo de enfermedades crónicas en todos los ámbitos, pero los efectos exactos parecen depender en gran medida del sexo biológico. Mientras que los hombres corren un mayor riesgo de sufrir una discapacidad permanente por accidente cerebrovascular, las mujeres salen peor paradas en general. Un estudio sobre enfermeras reveló que las mujeres que trabajan en turnos de noche sufren más efectos negativos en su salud cardiaca que los hombres, incluso cuando se ajustan por estilo de vida y factores de riesgo. Tienen mayor incidencia de enfermedad coronaria, infarto de miocardio y muerte por problemas cardiacos. Este aumento del riesgo es significativo, entre un 15% y un 18% superior.

¿Por qué hombres y mujeres sufren consecuencias diferentes para su salud por el trabajo por turnos? Parece que los cuerpos masculino y femenino reaccionan de forma diferente a las alteraciones del ritmo circadiano. Un estudio realizado con voluntarios de ambos sexos privados de sueño descubrió que las mujeres sufren más cambios en el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo que los hombres cuando se ven sometidas a una alteración del reloj interno. Esto puede suponer un reto para la salud pública, ya que muchos trabajos que implican el trabajo por turnos, como la enfermería y la camarería, son profesiones tradicionalmente femeninas.

Nuestra sociedad necesita personal las 24 horas del día en muchos campos para adaptarse al estilo de vida moderno. Sin embargo, esto no deja de tener consecuencias para los trabajadores implicados. Aunque siempre necesitaremos personal médico y policial las veinticuatro horas del día, puede que sea mejor para la salud pública permitir que los trabajadores de sectores menos sensibles al tiempo se vayan a casa por la tarde y duerman la noche que necesitan para gozar de una salud óptima.

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