La mayoría de la gente recuerda los “buenos tiempos” en los que los padres obligaban a los niños a limpiar sus platos, lo que incluía terminarse las verduras. Por desgracia, muchos abandonan estos hábitos saludables cuando crecen y pueden tomar sus propias decisiones alimentarias. Esto puede tener un enorme impacto negativo en la salud, ya que las verduras son una parte vital de una dieta sana. De hecho, un nuevo estudio ha descubierto una relación entre el brócoli y el cáncer que debería hacernos coger las verduras en cada comida en lugar de empujarlas por el plato.
El brócoli: Un superalimento infravalorado
Como todas las verduras crucíferas, el brécol está repleto de nutrientes. Repleto de vitamina K, ácido fólico, calcio y vitamina C, este vegetal de hoja verde tiene un enorme poder nutritivo. Estas vitaminas actúan como cofactores necesarios para las numerosas reacciones celulares necesarias en el metabolismo. Además, el brécol contiene grandes cantidades de fibra, que puede prevenir el colesterol alto, las enfermedades cardiovasculares y diversos problemas gastrointestinales. Además, el brócoli es uno de los alimentos saludables más asequibles del supermercado. No hay ninguna razón para decir que no a un plato de esta verdura, pero ahora hay aún más razones para decir que sí… e incluso pedir una segunda ración.
El brócoli y el riesgo de cáncer
Según un nuevo estudio, el brécol puede ayudar a prevenir la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), precursora del cáncer de hígado. Además, los ratones que comen brócoli y que luego son expuestos a agentes carcinógenos que se sabe que afectan al hígado tienen una menor tasa de cáncer, así como un cáncer en estadio más bajo cuando lo padecen. Esto sugiere que el brécol puede ser un potente agente para prevenir el cáncer de hígado. Además, otro estudio ha descubierto que el brócoli puede reducir el riesgo de cáncer oral. Actualmente se está investigando si puede prevenir otros tipos de cáncer de cabeza y cuello.
¿Cómo puede una verdura prevenir el cáncer?
El brécol tiene un ligero sabor amargo debido a los altos niveles de un compuesto conocido como sulforafano. El sulforafano pertenece a la clase de los fitonutrientes glucosinolatos y se ha relacionado con la protección contra cánceres de todo tipo. Se cree que es un tipo de quimioprevención, término que designa los compuestos que pueden ayudar a prevenir el cáncer antes incluso de que empiece. Mientras que determinados medicamentos, como el tamoxifeno, se utilizan para prevenir el cáncer en personas de alto riesgo, algunos alimentos pueden utilizarse para obtener los mismos beneficios. Además, el brécol parece matar las células cancerosas una vez que se han formado, lo que presenta potencial como tratamiento complementario de los tratamientos médicos tradicionales, como la radioterapia y la quimioterapia.
Las verduras: Parte esencial de un estilo de vida sano
Con unas tasas de cáncer que aumentan cada década, muchos investigadores dirigen su mirada hacia la cambiante dieta occidental. Apenas estamos empezando a descubrir los efectos saludables de muchos alimentos. Llevar una dieta variada con abundantes vegetales ricos en fitonutrientes puede ser lo mejor que haga la gente para mantenerse sana y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades mortales. Es posible que haya muchos fitonutrientes y compuestos preventivos de enfermedades en frutas y verduras que aún no se han descubierto. Como ocurre con todas las enfermedades, la prevención es la mejor cura.
Comer más verduras es siempre una opción de estilo de vida saludable, que nos ayuda a conseguir un peso sano y a obtener los nutrientes que necesitamos para prosperar. Las nuevas investigaciones indican una relación entre el brócoli y la prevención del cáncer, por lo que no hay razón para no comer verduras.