Los problemas de salud mental son algunos de los trastornos médicos menos comprendidos. A diferencia de muchos problemas de salud física que presentan una vía clara de tratamiento, las personas que sufren problemas de salud mental no suelen encontrar la forma de aliviar sus síntomas. Un prometedor campo de investigación basado en la recién descubierta relación entre mitocondrias y ansiedad examina cómo el funcionamiento de las mitocondrias del cuerpo puede afectar a diversos problemas de salud mental.
Qué son las mitocondrias y por qué son importantes
Las mitocondrias, que representan aproximadamente el 20% del peso corporal de una persona, están presentes en todas las células, excepto en los glóbulos rojos. Como fuente de energía celular, las mitocondrias desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento general del cuerpo y la mente. Dado que suministran energía, las células que la necesitan albergan más mitocondrias.
Una función mitocondrial deficiente puede provocar numerosos problemas de salud física y mental. Comprender la relación entre la salud de las mitocondrias y la salud en general puede ayudarle a tomar medidas para proteger estas centrales eléctricas celulares. Aunque la mayoría de las personas desarrollan problemas con las mitocondrias a medida que envejecen, existe un pequeño porcentaje de personas que nacen con problemas de salud relacionados con el ADN mitocondrial.
Entender la relación entre mitocondrias y ansiedad
Científicos y médicos han establecido una conexión entre la salud de las mitocondrias y la salud mental. Debido a esta conexión, centrarse en la función mitocondrial puede ser útil para tratar los trastornos relacionados con el estrés y otros problemas de salud mental. Es importante señalar que no existe una única forma de tratar los trastornos mentales. Utilizar un enfoque multifacético que incluya examinar el efecto de la función mitocondrial dará los mejores resultados.
Aunque los problemas mitocondriales pueden ser la causa de diversos problemas de salud mental, como la depresión y los trastornos del estado de ánimo, también suelen ser el motor de la ansiedad. El diagnóstico de ansiedad excesiva abarca una amplia gama de trastornos que se manifiestan en forma de preocupación irracional, miedo y pánico. En Estados Unidos, se calcula que más del 18% de la población padece un trastorno de ansiedad.
Tanto los estudios en animales como en humanos han identificado un vínculo entre la función mitocondrial y el desarrollo de la ansiedad. Los estudios en animales han demostrado específicamente que la terapia mitocondrial puede ser decisiva para proteger las mitocondrias y reducir la ansiedad en ratones.
Los individuos que sufren ansiedad elevada suelen presentar problemas de metabolismo energético y alteraciones del estrés oxidativo. Lo que los científicos saben definitivamente es que se trata de un vínculo bidireccional. Esto significa que las alteraciones del estrés oxidativo y del metabolismo energético se observan en individuos con ansiedad elevada. Asimismo, los cambios en la función de las mitocondrias también pueden ser una causa de los niveles elevados de ansiedad. Debido a este vínculo bidireccional, muchos médicos creen que la manipulación farmacológica de las mitocondrias puede ser un tratamiento exitoso para ayudar a aquellos que sufren de ansiedad excesiva.
Cómo evaluar la función mitocondrial
A pesar de los modernos avances de la medicina, no existe una forma establecida de comprobar la función mitocondrial. Parte del problema es que este tipo de trastornos suelen estar enmascarados por otros síntomas inespecíficos de problemas de salud adicionales. Muchos médicos descubren el problema mitocondrial comprobando los niveles de hierro, la función de la insulina, la producción de varias hormonas y otros factores. Para el diagnóstico más definitivo, los profesionales sanitarios buscan orientación en las biopsias musculares. Una prueba de estrés suprarrenal también puede proporcionar pistas sobre la función de las mitocondrias.
Una de las razones por las que este problema es difícil de diagnosticar es que hay muchos problemas que afectan al funcionamiento de las mitocondrias. Entre los precursores de este problema se encuentran la hiperglucemia, la inflamación, la toxicidad del hierro y el estrés excesivo. Estos problemas de salud suelen provocar un aumento de los niveles de daño en el ADN mitocondrial, lo que afecta a la capacidad de las mitocondrias para mantener la producción de energía dentro de las células.
Cómo proteger las mitocondrias de las células
Hay una serie de medidas que puede tomar para curar las mitocondrias o prevenir futuros problemas. Como ocurre con la mayoría de los problemas de salud, dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio con regularidad y ser diligente a la hora de reducir los factores estresantes de la vida ayudarán a curar las mitocondrias dañadas.
Además, hay sustancias que puede tomar para proteger las mitocondrias y al mismo tiempo, suministrarles nutrientes. Entre estas sustancias se encuentran el NADH, el resveratrol y la L-arginina.
Aunque todavía queda mucho por saber sobre la función de las mitocondrias, está claro que estos focos de energía celular pueden ser la clave para ayudar a los médicos a tratar una amplia gama de problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. A medida que se va conociendo más sobre la función de las mitocondrias, la profesión médica confía en que este conocimiento pueda aprovecharse para ofrecer resultados eficaces a quienes luchan contra problemas de salud mental.