La libido baja no siempre tiene una causa física. De hecho, algunos problemas de pareja pueden afectar significativamente a su deseo sexual. A continuación, examinamos las formas en que su relación puede afectar a la libido y las medidas que pueden adoptarse para abordar y, en última instancia, resolver cualquier problema que pueda estar mermando el deseo sexual (o el de la pareja).
Un vistazo a las preocupaciones más comunes
Falta de conexión con la pareja sexual
Hay muchas razones por las que un miembro de la pareja puede perder el interés por el otro. Los problemas pueden ser físicos y emocionales. En algunos casos, la pérdida de interés puede deberse a cambios en el aspecto físico. En otras ocasiones, los cónyuges o parejas se distancian y no tienen nada de qué hablar o carecen de intereses similares. Independientemente de cuáles sean los factores específicos que limitan la conexión, estas circunstancias pueden provocar una pérdida de libido.
Un miembro de la pareja podría superar el declive físico del otro animándole a cuidarse mejor y a reavivar la noción de sentirse orgulloso de su aspecto. Para ello, ambos pueden asistir juntos a clases de gimnasia, practicar deporte o seguir una dieta más sana y nutritiva.
Cuando las parejas han perdido esa conexión especial, reavivar esas emociones podría depender de poder volver a conectar como personas. Este objetivo puede alcanzarse intentando conocerse de nuevo. Dedicar tiempo cada día o cada semana a salir a comer, participar en actividades que disfruten ambas partes o simplemente hablar. Cuanto más tiempo pasen juntos los miembros de la pareja, más se redescubrirán e identificarán los atributos que inicialmente atrajeron a uno hacia el otro.
Conflictos no resueltos
A veces, las tensiones entre parejas sexuales surgen por problemas subyacentes que precipitan conflictos o dificultades. Por ejemplo, problemas económicos, tensiones familiares o desacuerdos sobre determinadas circunstancias de la vida. El enfado o la tensión pueden provocar una disminución del deseo sexual en uno de los miembros de la pareja. Las parejas pueden superar este problema identificando las causas de la tensión y buscando soluciones constructivas.
Poca comunicación de las necesidades sexuales
La disminución de la libido puede deberse a que el cónyuge o la pareja no comunica al otro sus necesidades sexuales. La comunicación y la comprensión son importantes en cualquier empresa, especialmente en el sexo. La mayoría de las parejas sexuales no leen la mente. Si uno de los miembros de la pareja tiene deseos específicos que no están siendo satisfechos, debe comunicárselos a su amante.
Hablar de estos anhelos antes de una relación sexual puede resultar beneficioso. Expresar el descontento con la actuación de la pareja o el distanciamiento emocional durante o inmediatamente después del sexo es la receta para el conflicto. Una comunicación eficaz implicaría tomarse el tiempo necesario para discutir estos temas en circunstancias más tranquilas y menos emocionales. Siempre es mejor sacar los sentimientos a la luz y dar a la pareja en cuestión tiempo para procesar esas emociones.
Problemas de confianza
A las personas les puede resultar difícil mantener la intimidad con parejas que consideran poco fiables. Una de las mayores violaciones de la confianza en una relación sexual es la infidelidad. Las personas que han sido engañadas pueden no encontrar a su cónyuge o pareja sexual o físicamente atractiva después de una aventura extramatrimonial.
Devolver la confianza a alguien que la ha roto nunca es fácil. El primer paso para recuperar una relación sexual dañada es perdonar a la parte culpable por su mala conducta. Si la pareja víctima es capaz de perdonar, la conexión emocional y la intimidad podrían reconstruirse poco a poco.
Problemas de rendimiento sexual
Tanto hombres como mujeres pueden experimentar problemas de rendimiento sexual. Estas circunstancias pueden estar causadas por diversos problemas biológicos, físicos y emocionales. Entre los factores que inhiben el rendimiento sexual se encuentran la disfunción eréctil o la irritación o infección vaginal, el consumo excesivo de alcohol, los medicamentos y el cansancio. Desgraciadamente, los problemas que inhiben el rendimiento presentes en uno de los miembros de la pareja pueden reducir enormemente el deseo sexual del otro.
Identificar la causa subyacente de un problema de rendimiento suele ser el primer paso para recuperar una vida sexual sana. Dicho esto, algunos de estos problemas pueden requerir intervención médica o psicológica.
Estrés, presiones laborales o responsabilidades parentales
El aumento de la tensión, las presiones profesionales añadidas o, en el caso de las mujeres, el hecho de convertirse en madres precipitan tremendas cargas sobre su tiempo y energía que hacen que la intimidad sexual pierda importancia. Dicho esto, el desinterés de la persona afectada por el sexo puede precipitar una disminución de la libido en su pareja.
Tales circunstancias pueden superarse asignando tiempo para que los miembros de la pareja pasen juntos lejos de su trabajo, hijos u otras responsabilidades.
Si bien cualquiera de los problemas anteriores puede causar una disminución del deseo sexual en sus cónyuges o parejas, es importante señalar que la libido baja también puede verse precipitada por una serie de afecciones médicas y acontecimientos vitales.
A medida que hombres y mujeres envejecen, disminuyen sus concentraciones corporales de hormonas sexuales y reproductivas específicas. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres que atraviesan una etapa natural de la vida llamada menopausia durante la mediana edad. La disminución de las cantidades de sustancias químicas corporales como la testosterona, el estrógeno y la progesterona a menudo produce una disminución de la libido.
Además, una disminución del deseo sexual podría ser una manifestación de otras enfermedades potencialmente graves como la diabetes y ciertos tipos de cáncer. Cualquier caso de libido baja que se prolongue o vaya acompañado de otros síntomas debe ponerse en conocimiento de un médico. Dicho profesional podría realizar un examen físico exhaustivo, identificar la causa concreta e iniciar las opciones de tratamiento más eficaces.