El yoga es una disciplina centenaria que ofrece a sus devotos innumerables beneficios físicos, mentales y espirituales. Aquí examinaremos la práctica del yoga y los resultados de las investigaciones que indican que el yoga mejora la función sexual tanto en mujeres como en hombres.
¿Qué es el yoga?
El yoga es un conjunto de ejercicios físicos diseñados para armonizar la mente y el cuerpo del practicante. Esta práctica comenzó en la antigua India y se practica desde hace más de 5.000 años. Hay muchas formas diferentes de yoga. Cada una de ellas anima al participante a utilizar técnicas físicas de postura y respiración como medio para alcanzar estados de bienestar mental y físico.
Los beneficios del yoga sobre la salud
Se cree que el yoga produce numerosos beneficios para la salud física y mental:
Beneficios físicos
Instructores de yoga, expertos en medicina osteopática y profesionales de la salud convencionales atestiguan que el yoga puede mejorar la salud física y mental de quienes lo practican. Quienes practican regularmente posturas de yoga han sido testigos de un aumento de la fuerza y el tono muscular, una mejora de la respiración, una mayor flexibilidad de las articulaciones, una mejora de la circulación sanguínea, un metabolismo más rápido, un aumento de los niveles de energía y una pérdida de peso. Incluso se ha demostrado que el yoga ayuda a aliviar los molestos síntomas de la menopausia.
Beneficios para la salud mental
Muchos practicantes de yoga experimentan una sensación de calma durante y después de una sesión de yoga. Esta calma conduce a menudo a un estado de relajación que reduce los niveles de estrés del participante. Además, los practicantes de yoga también pueden experimentar una mayor claridad mental y una mayor capacidad de concentración.
Estudios descubren que el yoga mejora la función sexual
Varios estudios científicos han demostrado que el yoga es eficaz para mejorar el rendimiento sexual y la calidad de la vida sexual en mujeres y hombres. Un estudio sobre los efectos del yoga en la función sexual femenina, realizado por un grupo de investigadores indios, se presentó en la Conferencia Científica Interdisciplinaria Internacional de 2010. Los investigadores estudiaron a 40 mujeres de edades comprendidas entre los 22 y los 55 años. Cada sujeto participó en un campamento de yoga durante un periodo aproximado de tres meses. Antes de comenzar el estudio, así como al finalizarlo, se administró a los sujetos un cuestionario que medía su Índice de Función Sexual Femenina (FSFI, por sus siglas en inglés). El FSFI medía seis categorías sexuales (satisfacción, umbral del dolor, capacidad para alcanzar el orgasmo, deseo, lubricación y excitación).
Una vez finalizado el estudio, los investigadores concluyeron que la mayoría de los participantes experimentaron un aumento en todas las categorías del FSFI. Además, estos mismos científicos descubrieron que las mejoras más significativas las mostraron los participantes de más edad del estudio (45 años o más), que obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en las categorías FSFI asociadas que antes de participar en el campamento de yoga.
Otro estudio, publicado por la revista Journal of Sexual Medicine, señala que las mujeres que practican yoga también pueden experimentar un aumento de la fuerza en la región pélvica. Se cree que una región pélvica más fuerte permite a las mujeres disfrutar de encuentros sexuales más frecuentes, así como de relaciones que duran más tiempo.
En otro estudio, un grupo de científicos indios llegó a la conclusión de que los hombres que practican yoga pueden controlar la eyaculación precoz. Estos investigadores crearon dos grupos de control: A un grupo se le pidió que practicara yoga y al otro se le administró medicación para esta deficiencia sexual. Los resultados demostraron que todos los hombres que practicaron yoga notaron una mejoría, mientras que sólo el 82% de los que tomaron medicamentos tuvieron éxito.
Otro estudio publicado en la edición de 2011 de la revista Journal of Sexual Medicine, que midió el impacto del yoga en la salud sexual masculina, concluyó que los hombres que participaron regularmente en alguna forma de yoga durante un periodo de tres meses experimentaron una mejora en otras categorías de la función sexual, como la capacidad de alcanzar el orgasmo, el rendimiento, el deseo, la satisfacción con el sexo y la libido.
Cómo el yoga puede mejorar la sexualidad de hombres y mujeres
Mejora el aspecto y la imagen del cuerpo
Quienes practican yoga suelen desarrollar un físico más saludable. Un aspecto estético más agradable puede precipitar una mejor imagen corporal que genere una mayor atracción hacia el sexo opuesto o un aumento de la atracción y el deseo en el cónyuge o la pareja sexual.
Favorece el equilibrio hormonal
Los practicantes de yoga suelen experimentar un mayor nivel de calma. Algunos profesionales médicos opinan que la disminución de la tensión corporal podría precipitar la regulación de las hormonas. También se cree que las hormonas desempeñan un papel fundamental en la libido y el rendimiento sexual.
Estimula regiones erógenas específicas
Numerosas posturas de yoga permiten al cuerpo estimular diversas zonas erógenas. El estiramiento, el fortalecimiento y el aumento del flujo sanguíneo a las regiones sexuales del cuerpo pueden aumentar la libido y mejorar el rendimiento sexual.
Aumenta la flexibilidad
Participar regularmente en sesiones de yoga no sólo permite estirar las articulaciones y fortalecer los músculos, sino que también puede aumentar la flexibilidad. Desde el punto de vista sexual, una mayor flexibilidad puede dar lugar a encuentros sexuales más gozosos y aventureros. Un mayor grado de maniobrabilidad podría permitir a alguien contorsionarse en varias posiciones corporales que podrían hacer que el coito fuera más excitante, placentero y una actividad en la que las parejas sexuales mostraran un mayor interés por participar.
Realza la sensualidad
Quienes practican yoga de forma habitual experimentan una mayor conciencia de sus sentidos. Estar en sintonía con los propios sentidos corporales podría fomentar un mayor nivel de satisfacción durante el coito.