Los profesionales médicos y los investigadores científicos están de acuerdo en que existe una conexión positiva entre la actividad física y la memoria. Ahora, los resultados de los estudios demuestran de forma tangible que la práctica de ejercicio físico, incluso en cantidades limitadas, mejora la memoria.
La conexión entre ejercicio y memoria
Se dice que el esfuerzo físico estimula funciones cognitivas como la memoria porque hace que el cuerpo inicie varias funciones que repercuten positivamente en el cerebro de alguna manera, entre ellas:
Estimulación del sistema cardiovascular
Cuando la gente hace ejercicio, mejora la función cardiovascular. Un sistema cardiovascular que funciona a mayor velocidad precipita acontecimientos como un aumento del pulso y un mayor flujo de sangre que se suministra más rápidamente a todas las partes del cuerpo. Esto es especialmente cierto en el caso del cerebro, que recibe un aumento significativo del suministro de sangre cuando el cuerpo de su propietario está en movimiento.
Como resultado de este aumento del flujo sanguíneo, el cerebro recibe mayores cantidades de oxígeno y varios nutrientes que mejoran la memoria transportados por la sangre, como la glucosa. Ergo, cuanto más alimento reciba el cerebro, mejor podrá rendir dicho órgano.
Potenciación del crecimiento de regiones cerebrales específicas
Los investigadores clínicos han sugerido que el esfuerzo físico puede hacer que la parte del cerebro conocida como hipocampo aumente de tamaño y alcance. El hipocampo se encarga de ayudar al cerebro a aprender y lograr recuerdos verbales.
Reducción de la ansiedad
Las personas activas también podrían estar mejor equipadas para hacer frente a los peligros potenciales creados por la exposición continuada al estrés. El estrés y la tensión podrían producir una serie de problemas que poseen la capacidad de afectar al cerebro de diferentes maneras. El cerebro de quienes hacen ejercicio con regularidad suele experimentar la liberación de numerosas hormonas y sustancias químicas que desempeñan funciones corporales cruciales, como reducir la inflamación, provocar una fatiga muscular positiva que favorece una mayor duración del sueño, estimular la génesis y el crecimiento de los vasos sanguíneos, así como la creación de células cerebrales nuevas y más sanas.
Además, el ejercicio proporciona una vía más positiva y productiva para que las personas rompan con el aumento de tensión que pueden sentir algunas expuestas al estrés, en lugar de recurrir a hábitos perjudiciales para la memoria y potencialmente dañinos para la salud, como beber alcohol en exceso, fumar, ingerir sustancias ilícitas o participar en otras actividades posiblemente destructivas.
Los estudios concluyen que el ejercicio mejora la memoria
Recientemente, un equipo de investigadores estadounidenses y japoneses descubrió que tan sólo 10 minutos de actividad física ligera a moderada al día podían mejorar significativamente la memoria del participante. Estos científicos se propusieron demostrar que la mejora de la función cognitiva sería evidente en los minutos siguientes a la participación en algún tipo de actividad física, en contraposición a una duración mayor como semanas, meses o incluso años.
Los examinadores identificaron a más de 30 sujetos de prueba relativamente jóvenes y sanos y les pidieron que realizaran un esfuerzo físico ligero durante intervalos de 10 minutos. Inmediatamente después de la sesión de ejercicio de cada participante en el estudio, se le administró una resonancia magnética (RM), que midió su actividad cerebral.
Los examinadores descubrieron que el giro dentado, un componente del hipocampo, y otras regiones de la corteza cerebral mostraban una conectividad mejorada. Uno de los autores del estudio señaló que estos hallazgos son alentadores e importantes, pero también hizo hincapié en que es necesario realizar más estudios en personas mayores que experimentan algún problema cognitivo precipitado por la edad o alguna enfermedad que amenace la memoria, como la demencia o la enfermedad de Alzheimer, antes de poder grabar en piedra cualquier conclusión definitiva.
Otro estudio realizado por un equipo de investigadores estadounidenses de varias instituciones médicas descubrió que el ejercicio puede tener efectos positivos en las personas mayores. En este estudio se siguió a unas 60 personas de distintas edades. Los responsables del estudio colocaron a todos los participantes un dispositivo de monitorización de pasos diseñado para medir las actividades neurológicas. Los resultados demostraron que los resultados cognitivos eran más favorables en los sujetos de más edad.
No obstante, los examinadores advierten de que ciertos factores externos relacionados con la salud mental y física de los participantes de más edad podrían haber influido en los resultados. Dicho esto, estos mismos científicos opinan que tales hallazgos deberían impulsar nuevas investigaciones.
¿Qué tipo de ejercicio físico puede mejorar la memoria?
Diversos tipos de ejercicios pueden contribuir a mejorar la memoria en general. Dicho esto, una nueva directriz aprobada por la Academia Americana de Neurología afirma que la participación en este tipo de ejercicio físico dos veces por semana puede mejorar la función cognitiva, especialmente en personas con formas leves de problemas cognitivos.
Algunos médicos opinan que algún tipo de actividad aeróbica puede ser la más útil para la memoria, ya que este tipo de actividades hace especial hincapié en la estimulación del sistema cardiovascular. Sin embargo, otros creen que las actividades menos extenuantes, como caminar, hacer footing o participar en regímenes de ejercicios suaves, podrían mejorar la memoria.
Sin embargo, los médicos y los investigadores creen que el ejercicio no puede perjudicar a nadie y que esas personas, incluso las más jóvenes con dificultades para recordar las cosas, deberían plantearse aumentar su nivel de esfuerzo físico.