A medida que envejecemos, es natural experimentar un deterioro gradual de la función cognitiva. Aunque es normal experimentar cierto nivel de disminución de la función cerebral con el avance de la edad, los cambios cognitivos que van más allá de lo esperable a cierta edad pueden ser los primeros signos de demencia. Comprender los distintos síntomas de la demencia, las diferencias entre la demencia confirmada médicamente y el deterioro cognitivo normal relacionado con la edad y conocer las medidas que podemos tomar para prevenir el deterioro cognitivo general en la vejez puede ayudarnos a tomar el control de nuestra salud mental en nuestros años dorados.
Síntomas de la demencia
Hay una serie de síntomas que hay que tener en cuenta cuando se trata de demencia. El cambio cognitivo más común asociado a la demencia es la pérdida de memoria. Por lo general, los primeros en notar este deterioro son los familiares cercanos. Otros síntomas de deterioro cognitivo son la confusión, las dificultades para realizar tareas, los problemas de comunicación y los problemas para razonar y resolver problemas.
Además de los problemas cognitivos, muchos enfermos de demencia también experimentan cambios físicos. Entre los síntomas que hay que tener en cuenta se encuentran la depresión, los cambios de humor, la agitación, la ansiedad y los problemas generales de comportamiento inapropiado o fuera de lo normal.
Causas y factores de riesgo de la demencia
Como ocurre con cualquier tipo de enfermedad mental, puede ser difícil determinar la causa de la demencia. En términos generales, la enfermedad está causada por un daño irreversible en las células nerviosas y en su conexión con el cerebro. Dependiendo de la parte del cerebro dañada, los síntomas pueden variar. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y representa aproximadamente entre el 60% y el 70% de todos los casos diagnosticados.
Además de los tipos irreversibles de demencia, hay otras afecciones que suelen estar relacionadas con este problema. Entre ellas están la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y la enfermedad de Parkinson.
Existen varios factores de riesgo asociados a la demencia. He aquí algunos de los más comunes.
Edad
El factor de riesgo más común de la demencia es la edad avanzada. La mayoría de los casos afectan a personas mayores de 65 años.
Historial familiar
Tener antecedentes familiares de esta enfermedad también aumenta el riesgo de desarrollar demencia. Existen pruebas genéticas específicas que pueden indicarle si uno tiene una mutación genética que puede aumentar su riesgo.
Raza y etnia
Existe una clara diferencia en el riesgo de demencia en relación con la raza y la etnia. Los estadounidenses de raza negra tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticados de demencia que los estadounidenses de raza blanca. Los hispanos tienen 1,5 veces más probabilidades de padecer demencia.
Mal estado de salud general
Como ocurre con la mayoría de los problemas degenerativos, tener una mala salud general también nos expondrá a un mayor riesgo de desarrollar demencia. Entre los problemas de salud más preocupantes que contribuyen a la demencia se encuentran la diabetes, las cardiopatías y la depresión.
Lesiones cerebrales traumáticas previas
Los traumatismos craneoencefálicos repetidos pueden aumentar el riesgo de demencia en muchas personas.
Diferencia entre demencia y deterioro cognitivo asociado a la edad
Es importante comprender que no todo deterioro cognitivo en la vejez puede atribuirse a la demencia. El mero hecho de que una persona note una reducción de su función cognitiva no significa necesariamente que se esté instalando una demencia. No es inusual que los ancianos muestren un declive de la función cerebral general a medida que envejecen; se trata de una parte normal del proceso de envejecimiento. Entre los síntomas normales de deterioro cognitivo que no indican necesariamente demencia se incluyen el extravío ocasional de las llaves del coche, el olvido momentáneo de una palabra o del nombre de un conocido o el olvido de acontecimientos recientes.
Cómo protegerse del deterioro cognitivo en la vejez
Aunque nunca se puede prevenir por completo la demencia u otros tipos de enfermedades degenerativas que se instalan en la vejez, hay medidas que podemos tomar ahora para ayudar a protegernos contra el deterioro cognitivo en la vejez. He aquí algunas medidas concretas que podemos tomar para contribuir a mejorar nuestra salud mental a medida que envejecemos.
Practicar hábitos saludables
Cuidar nuestra salud física es lo mejor que podemos hacer para cuidar nuestro cerebro. Esto significa que debemos seguir una dieta sana, mantener una rutina de ejercicio regular y procurarnos la atención médica adecuada.
Dejar de fumar
Quien es fumador, que pare.
Fomentar las redes sociales y la actividad
Se ha demostrado que la vida social y el establecimiento de relaciones sanas mejoran la función mental. Además de mantener relaciones sociales, es una buena idea realizar actividades que te aporten alegría.
Vitaminas
Algunas sustancias, como el inositol, la nattoquinasa y la vitamina B, pueden tener un efecto positivo en las funciones cerebrales.