Los occidentales tenemos mucha comida, a menudo más de la que realmente necesitamos. Sin embargo, esto no nos exime de las deficiencias nutricionales. Cuando se trata de lo que comemos, la cantidad no siempre compensa la falta de calidad. Para agravar aún más el problema, los alimentos cultivados por la agricultura occidental suelen ser deficientes en oligoelementos y otros nutrientes que el cuerpo humano necesita para prosperar. La dieta occidental puede estar llena de calorías, pero a menudo es deficiente en nutrientes y minerales como el zinc. Nuevas investigaciones sugieren que las carencias de minerales, especialmente de zinc, pueden tener más efectos sobre nuestra salud de lo que creíamos.
El papel del zinc en el organismo
El zinc desempeña diversas funciones vitales en el cuerpo humano. Los estudios han descubierto que el zinc es esencial para el desarrollo y la función de las células inmunitarias, además de las funciones metabólicas que desempeña en todas las células del cuerpo. Tanto si se padece una enfermedad autoinmune como si se enferma a menudo por falta de inmunidad, la falta de zinc puede ser el problema.
Por ejemplo, es probable que las personas infectadas por el VIH que también tienen carencia de zinc vean aumentar su carga viral y, por tanto, presenten más síntomas. Las personas con un nivel bajo de zinc también responden peor a la quimioterapia contra el cáncer y a otros medicamentos destinados a prolongar o mantener la vida. Aunque el zinc sólo constituye un pequeño componente de nuestras necesidades alimentarias, es una parte muy importante.
Sin embargo, el zinc no actúa simplemente como estimulante del sistema inmunitario. Parece funcionar como un agente modulador que mantiene un camino moderado entre el exceso de actividad del sistema inmunitario y la falta total de inmunidad. Las personas que tienen cantidades elevadas de zinc en el torrente sanguíneo tienen menos riesgo de padecer asma, alergias e incluso rechazos de trasplantes, todos los cuales pueden estar causados por una actividad inadecuadamente elevada del sistema inmunitario. El zinc también parece actuar como factor protector de las células, protegiéndonos de la oxidación y mejorando al mismo tiempo los procesos de reparación celular. El zinc parece ser un elemento importante en la forma en que nuestras células reaccionan ante las amenazas, e incluso en cómo reaccionan ante la ausencia total de amenazas.
Está claro que el zinc es importante para diversas funciones celulares. Entonces, ¿qué ocurre cuando las personas tienen carencias -incluso leves- de este elemento esencial?
Síntomas de una carencia de zinc
Muchas personas sufren carencias de zinc sin saberlo. Los síntomas de una carencia de zinc son tan sutiles que muchas personas, incluso los médicos, pasan por alto lo evidente. Incluso las carencias leves de este elemento esencial pueden causar problemas en el sistema digestivo. Dado que el páncreas necesita zinc para digerir adecuadamente los alimentos, incluso una pequeña carencia de este elemento puede ralentizar la digestión y provocar síntomas como náuseas y diarrea. Además, la ralentización de la digestión debida a la falta de zinc puede provocar la acumulación de alimentos no digeridos y, por tanto, hinchazón.
¿Consumimos suficiente zinc?
¿Cómo asegurarse de consumir suficiente zinc? Este oligoelemento puede ser difícil de obtener de los alimentos en cantidades adecuadas. Se encuentra en cantidades significativas en mariscos como las ostras y la langosta. La carne roja también suele contener grandes cantidades de zinc.
El problema es que nuestro organismo no tiene forma de almacenar el zinc. A menos que se ingieran alimentos ricos en este elemento en cada comida, sus niveles pueden ser insuficientes. Si padece problemas digestivos como diarrea o problemas cutáneos como sarpullidos con regularidad, es muy probable que su nivel de zinc sea bajo. Por eso, tomar suplementos de zinc puede ser una medida positiva importante para su salud. Tanto si se es hombre como mujer, obtener la cantidad adecuada de zinc en la vida diaria es esencial para gozar de una salud óptima. Por suerte, existen muchas fórmulas vitamínicas que ofrecen cantidades de zinc lo suficientemente elevadas como para garantizar que se dispone de la cantidad suficiente para el metabolismo y otros procesos diarios vitales.
Lo mejor es obtener todas las vitaminas y minerales de la dieta. Sin embargo, ahora los alimentos son sencillamente diferentes. Mucha gente come alimentos que han sido recogidos antes incluso de que hayan madurado. No obtenemos toda la gama de vitaminas de nuestra dieta, pero podemos tomar suplementos para asegurarnos de que tenemos todos los elementos que necesitamos no sólo para sobrevivir, sino para prosperar.