La curcumina es una sustancia química de color amarillo brillante y el principal componente de la cúrcuma. Aunque la curcumina y el neuroblastoma (un tipo de cáncer más frecuente en lactantes) pueden parecer totalmente ajenos, un nuevo estudio ha descubierto que esta sustancia química, que actualmente se utiliza en colorantes alimentarios, cosméticos y especias, puede ayudar en el tratamiento de tumores de neuroblastoma resistentes al tratamiento.
¿Qué es la curcumina?
La curcumina es la sustancia química biológicamente activa de la especia cúrcuma y el componente que le da su color característico. La cúrcuma procede de la raíz de la planta Curcuma longa, que se seca y se pulveriza para utilizarla como especia. La cúrcuma se utiliza mucho en la cocina, sobre todo en la india. Es la cúrcuma la que da al curry indio su característico color amarillo. Investigaciones anteriores han indicado que la curcumina puede tener propiedades protectoras contra el cáncer.
La curcumina que se consume por vía oral se absorbe mal en el cuerpo humano, lo que significa que se metaboliza y elimina en su mayor parte. El potencial de la curcumina en el tratamiento de enfermedades se ve limitado por esta escasa biodisponibilidad fuera del tracto digestivo, aunque existen soluciones novedosas, como las evidenciadas en este último estudio.
Curcumina y neuroblastoma: un nuevo enfoque terapéutico
Un nuevo estudio publicado en Nanoscale explora el potencial de la curcumina en el tratamiento del neuroblastoma, que representa el 50% de todos los cánceres en niños menores de un año. Un equipo de investigadores de la Universidad Central de Florida y el Hospital Infantil Nemours descubrió que la curcumina, unida a nanopartículas, puede ayudar a destruir las células de neuroblastoma resistentes al tratamiento.
El cáncer de neuroblastoma comienza en las células nerviosas primitivas y se forma en el tejido de la glándula suprarrenal. Cada año se producen cerca de 700 nuevos casos de este cáncer en Estados Unidos, la mayoría de los cuales se diagnostican en niños menores de cinco años. El neuroblastoma de alto riesgo es actualmente muy difícil de tratar y suele ser muy resistente al tratamiento. Esta forma de cáncer también se asocia a síntomas una vez finalizado el tratamiento, como pérdida de audición y retrasos en el desarrollo.
Este novedoso enfoque, que combina nanopartículas y curcumina, puede tratar los tumores de neuroblastoma sin la toxicidad de las terapias agresivas alternativas ni los riesgos asociados. Aunque la curcumina tiene poca biodisponibilidad cuando se consume por vía oral, los investigadores han podido demostrar que puede unirse a nanopartículas para administrar la sustancia química directamente a las zonas tumorales.
Durante el estudio, los investigadores unieron curcumina a nanopartículas de óxido de cerio y las recubrieron con dextrano para probar el sistema en las líneas celulares de neuroblastoma de alto riesgo (MYCN-amplificado) y neuroblastoma de no alto riesgo. El equipo descubrió que la combinación de nanopartículas y curcumina provocaba una muerte celular significativa en las células tumorales de neuroblastoma sin toxicidad o con toxicidad menor para las células sanas. Las células de neuroblastoma de alto riesgo, que suelen ser más resistentes al tratamiento, tuvieron un efecto más pronunciado con el tratamiento.
¿Cómo elimina la curcumina a las células cancerosas?
Investigaciones anteriores han ayudado a identificar el mecanismo por el que la curcumina actúa sobre las células tumorales. Un estudio publicado en la revista AAPS Journal demostró que la curcumina actúa modulando el crecimiento de las células cancerosas mediante la regulación de las vías de señalización celular.
La curcumina actúa sobre varios procesos moleculares y bioquímicos y se une físicamente a hasta 33 proteínas diferentes. Esta sustancia química puede inhibir la supervivencia y el crecimiento de casi cualquier tipo de célula tumoral activando vías de muerte celular o inhibiendo vías de proliferación celular. Este estudio identificó más de 40 sustancias bioquímicas implicadas en la muerte de células cancerosas inducida por la curcumina.
Las investigaciones indican que la curcumina afecta selectivamente a las células cancerosas y no a las sanas. Tiene muchas menos probabilidades de provocar resistencia al tratamiento porque actúa a través de muchas vías celulares.
La curcumina y el cáncer de próstata
El cáncer de próstata es la segunda causa de muerte por cáncer en los hombres de Estados Unidos. Cada año, unos 30.000 hombres mueren por un cáncer de próstata resistente a la castración que se ha vuelto resistente al docetaxel, el tratamiento de primera línea. Según un estudio reciente, la curcumina puede tener algún beneficio terapéutico en el tratamiento del cáncer de próstata.
Un estudio descubrió que la curcumina es capaz de regular a la baja la expresión del receptor androgénico (RA) y limitar la unión del RA al mecanismo de respuesta androgénica del gen del antígeno prostático específico. También se ha descubierto que retrasa el crecimiento tumoral.
Los beneficios de la curcumina para la salud
Además de actuar directamente sobre las células tumorales en el laboratorio, la curcumina es un potente antioxidante que puede proteger contra los radicales libres del organismo que causan daños celulares. También se ha descubierto que ayuda a mantener niveles saludables de dos enzimas que causan inflamación, a la vez que favorece un flujo sanguíneo saludable.
Las investigaciones indican que la curcumina y la cúrcuma pueden ser beneficiosas para una serie de afecciones, como la osteoporosis por sus efectos sobre la inflamación, las cardiopatías al favorecer la aglutinación de plaquetas, la uveítis o inflamación del iris del ojo, las enfermedades neurodegenerativas e incluso la diabetes. Un estudio publicado en Phytotherapy Research llegó a la conclusión de que los suplementos de curcumina pueden ser más eficaces que la terapia con AINE para tratar los síntomas de la artritis reumatoide, como la inflamación de las articulaciones, la sensibilidad y la progresión de la enfermedad.
La cúrcuma y la curcumina pueden consumirse en alimentos, en polvo o en tintura. Si bien la cúrcuma se considera segura en los alimentos o tomada en las dosis recomendadas, la baja biodisponibilidad de la curcumina significa que es poco probable que tenga algún beneficio protector contra el cáncer cuando se consume, excepto en el caso de afecciones que afectan directamente al tracto gastrointestinal, que tienen más probabilidades de prevenirse o tratarse con curcumina oral.