Puede que se haga menos hincapié en obtener cantidades suficientes de vitamina D que en mantener niveles adecuados de otras vitaminas importantes, si bien este nutriente resulta vital para el funcionamiento de nuestro organismo. De hecho, cada célula del cuerpo tiene un receptor dedicado a recoger vitamina D, lo que sugiere que se utiliza más como hormona que como vitamina.
Aunque podemos obtener vitamina D de la exposición a la luz solar y de una variedad de alimentos naturales, más de mil millones de personas en todo el mundo carecen de cantidades suficientes de vitamina D. Ahora, una nueva investigación ha descubierto tres beneficios poco conocidos de la vitamina D que pueden animarnos a buscar fuentes naturales de este nutriente vital.
Vitamina D: ¿Somos deficientes?
Hay algunas situaciones que aumentan la probabilidad de desarrollar una carencia de vitamina D. Algunos de estos factores, como tener la piel más oscura y llegar a la tercera edad, están fuera de nuestro control. Sin embargo, hay algunas prácticas de estilo de vida que pueden afectar a los niveles de vitamina D en nuestro organismo. Si tenemos sobrepeso o somos obesos, o si nuestra dieta no incluye raciones adecuadas de pescado y productos lácteos, es probable que tengamos niveles bajos de vitamina D.
La exposición a la luz solar también influye mucho en la cantidad de vitamina D del organismo, razón por la cual las personas que viven más alejadas del ecuador tienen niveles más bajos. Además, los protectores solares también impiden que el organismo absorba vitamina D. Aunque una exposición excesiva al sol sin protección aumenta los riesgos de cáncer de piel, las breves exposiciones a los rayos solares ayudan al organismo a obtener los beneficios que proporciona este nutriente.
Cuando no se consume suficiente vitamina D, se está haciendo más daño del que se cree. Este nutriente es fundamental para mantener un sistema inmunitario fuerte, lo que explica por qué las personas con deficiencias de vitamina D enferman más a menudo y tardan más en curarse de las lesiones. La falta de vitamina D también puede hacer que nos sintamos fatigados y desmotivados, lo que nos lleva a tener problemas de depresión. Una carencia prolongada puede incluso comprometer la salud física, haciendo que los huesos se vuelvan frágiles y quebradizos. Las personas que carecen de suficiente vitamina D también sufren con más frecuencia caída del cabello y dolores musculares.
Recientemente, la investigación ha descubierto tres beneficios adicionales, pero menos conocidos, que la vitamina D proporciona al organismo.
La vitamina D podría explicar la relación entre la enfermedad de las encías y la diabetes
Dado que la diabetes tipo 2 es un problema creciente que afecta a más personas cada año, gran parte de la investigación se ha centrado en los factores causales de la enfermedad. Como resultado, sabemos que la diabetes se ve afectada por el estado de varios sistemas de todo el organismo. Varios de estos estudios han descubierto que los diabéticos tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar enfermedad periodontal, mientras que los que padecen enfermedad periodontal también tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes.
La relación bidireccional entre diabetes y periodontitis llevó a un equipo de investigación de la Universidad de Toronto a estudiar el papel que desempeña la vitamina D en esta relación. Dado que la periodontitis es una enfermedad bacteriana caracterizada por la inflamación del tejido gingival, los investigadores creyeron que las propiedades antiinflamatorias de la vitamina D podrían afectar a la probabilidad de desarrollar enfermedad periodontal.
Al examinar los historiales de los pacientes recopilados para un estudio de 2010, el equipo de investigación descubrió que unos niveles adecuados de vitamina D ayudaban a reducir la inflamación. También se descubrió que la vitamina D atacaba los microbios orales responsables del desarrollo de la enfermedad de las encías. Además, descubrieron que el 40% de las personas con enfermedad de las encías también tenían deficiencia de vitamina D. Aunque es necesario seguir investigando, el equipo espera que los resultados se repitan. De ser así, aumentar los niveles de vitamina D podría ayudar a tratar la enfermedad de las encías, lo que, a su vez, podría facilitar el control de la diabetes de tipo 2.
Los beneficios de la vitamina D en el cáncer colorrectal
Otro estudio reciente pretendía determinar cómo afectaba la vitamina D al crecimiento del cáncer colorrectal avanzado. Los participantes en el estudio se dividieron en dos grupos. Los del primer grupo recibieron altas dosis de vitamina D junto con los tratamientos de quimioterapia, mientras que los del segundo grupo recibieron dosis bajas de vitamina D. Durante las dos primeras semanas del estudio, el primer grupo recibió 8.000 unidades internacionales de vitamina D al día. Esa dosis se redujo a la mitad después de esos primeros 14 días. El segundo grupo recibió dosis de 400 UI al día durante todo el ensayo.
Los participantes que recibieron una dosis mayor de vitamina D experimentaron una detención de la progresión de su cáncer colorrectal durante un periodo de 13 meses. El segundo grupo, que recibió dosis más bajas, experimentó un retraso de 11 meses en la progresión de la enfermedad. Aunque es necesario seguir investigando, el equipo confía en que esta investigación abra el camino a un método más seguro y eficaz para tratar el cáncer colorrectal. Si estos resultados se confirman, un régimen de suplementos de vitamina D combinado con quimioterapia podría ayudar a tratar este tipo de cáncer con mayor eficacia.
La vitamina D podría aliviar el dolor articular
Ya sabemos que la vitamina D es en parte responsable de la salud ósea y el crecimiento muscular, pero ¿podría también aliviar el dolor articular? La vitamina D actúa como agente antiinflamatorio, lo que significa que puede ayudar a aliviar la hinchazón alrededor de las articulaciones. Respaldando esta suposición, un estudio de 2016 descubrió que las personas con artritis reumatoide a menudo tenían deficiencias pronunciadas de vitamina D. El estudio también descubrió que los que sufrían artritis reumatoide tenían niveles más bajos de vitamina D que los que no padecían esta enfermedad degenerativa.
Diversas enfermedades degenerativas, como la artritis y la osteoporosis, también pueden verse afectadas por la exposición a la vitamina D. Los investigadores creen que aumentar la ingesta de vitamina D puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar estas enfermedades. Se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos, pero el hecho de que las deficiencias de vitamina D sean comunes sugiere que la mayoría de las personas podrían beneficiarse de aumentar su ingesta de vitamina D.
Aunque la mejor forma de disfrutar de los beneficios de la vitamina D es exponiéndose más a la luz solar, el consumo de ciertos alimentos también puede ayudar. Una de las mejores fuentes dietéticas de vitamina D es el marisco; el salmón, el atún y otros pescados grasos constituyen una excelente fuente de este nutriente. El hígado de ternera es otra buena fuente de vitamina D. Además, la leche y los cereales de desayuno enriquecidos, la yema de huevo y las setas aportan vitamina D. Tomar un suplemento de vitaminas y minerales de alta calidad también puede contribuir a mantener unos niveles saludables de esta vitamina crucial. Asegurarse de ingerir las cantidades adecuadas de vitamina D puede proteger nuestra salud y ayudarnos a sentirnos mejor cada día.