Aunque la diabetes tipo 2 afecta a millones de personas y es un problema creciente en todo el mundo, pocas personas tienen más que un vago conocimiento de esta enfermedad. Probablemente sepamos que se trata de una enfermedad crónica que altera la capacidad del organismo para procesar el azúcar, pero hay algo más. La diabetes de tipo 2 afecta al organismo de dos maneras: Puede hacer que se produzca menos insulina o puede inhibir la capacidad del cuerpo para procesar la insulina que hay en él.
La insulina desempeña un papel importante en este proceso, ya que controla la capacidad del organismo para hacer circular el azúcar por el torrente sanguíneo. Independientemente de cómo afecte la diabetes tipo 2 a la insulina, el resultado final es el mismo: La insulina no es lo suficientemente potente como para expulsar todo el azúcar del organismo. Esto significa que no se puede utilizar como fuente de energía y que no se puede eliminar del organismo.
Lo cierto es que la diabetes de tipo 2 es extremadamente frecuente. Si una persona no la padece ahora, es muy probable que la desarrolle en el futuro. La mayoría de las personas tienen diabetes de tipo 2 o conocen a alguien que la padece. Si nos preocupa la posibilidad de desarrollar la enfermedad, es aconsejable estar atentos a estos síntomas comunes:
- sed y/o hambre excesivas
- micción frecuente
- pérdida de peso inexplicable
- fatiga
- visión borrosa
- lesiones que tardan mucho en curarse
- mayor susceptibilidad a las infecciones
- piel descolorida u oscurecida alrededor de los ojos, el cuello o las axilas
Factores de riesgo de la diabetes
Aunque no hay forma de predecir con exactitud si se desarrollará o no diabetes tipo 2, la investigación ha descubierto factores de riesgo comunes para la enfermedad. Aunque estos factores de riesgo se apliquen a un caso concreto, no hay garantía de que se vaya a padecer diabetes de tipo 2; simplemente significa que hay más probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Peso: Aunque cualquiera puede padecer diabetes de tipo 2, las personas con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de desarrollarla.
Almacenamiento de grasas: La forma en que el cuerpo almacena la grasa también afecta al riesgo de padecer diabetes de tipo 2. Si el cuerpo almacena grasa principalmente en el abdomen, el riesgo es mayor que si lo hace en las caderas y la parte superior de las piernas.
Estilo de vida sedentario: Si no se está activo, no se está ayudando al cuerpo a quemar azúcar. Esto aumenta las probabilidades de desarrollar diabetes.
Genética: Las personas que proceden de una familia con antecedentes de diabetes tienen muchas más probabilidades de convertirse ellas mismas en diabéticas.
Raza: las personas de color, como los descendientes de africanos, asiáticos o indios americanos, tienen más probabilidades de ser diabéticos.
Edad: aunque las personas de cualquier edad pueden desarrollar diabetes de tipo 2, es más frecuente entre los mayores de 45 años.
Un nuevo estudio demuestra que la fuerza muscular influye en el riesgo de diabetes
Un reciente estudio conjunto realizado por investigadores de Carolina del Sur, Luisiana y Brisbane (Australia) pretendía comprender cómo afectaba la actividad física a la diabetes, y descubrió algunos resultados sorprendentes. Los investigadores descubrieron que cuando se mantenía una fuerza muscular moderada mediante un entrenamiento regular de resistencia, disminuía significativamente el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.
El estudio descubrió más resultados inesperados, que parecían contradecir las suposiciones típicas. Por ejemplo, la práctica de ejercicios cardiorrespiratorios no produjo los mismos resultados; sólo el entrenamiento de resistencia mostró un efecto. Además, basta con una masa muscular moderada para obtener este beneficio. Incluso cuando los sujetos trabajaron con mayor intensidad para aumentar aún más la masa muscular, el riesgo de diabetes no disminuyó más. Esto indica que el efecto no es acumulativo.
El estudio descubrió que mantener una masa muscular moderada combinada con un entrenamiento regular de fuerza reducía los riesgos en un 30%. Aunque el estudio reveló que el mantenimiento de la fuerza muscular influye en el riesgo de diabetes, no desveló qué cantidad de entrenamiento de resistencia era necesaria. Los investigadores no tenían forma de determinar cuánta actividad de entrenamiento de fuerza proporcionaría este beneficio. Angelique Brellenthin, coautora del estudio, afirmó que incluso un poco de entrenamiento de fuerza puede aportar beneficios. Como mínimo, ayudará a mantener la salud general.
Consejos para controlar el azúcar en sangre de forma natural
Seguir una dieta más sana
Aunque algunos recomiendan una dieta totalmente vegetal para controlar mejor la diabetes, eso puede ser irse demasiado al otro extremo. Aunque la mayor parte de nuestra alimentación debe consistir en frutas, verduras, frutos secos, semillas y cereales integrales, tampoco debemos escatimar en carne roja. La carne roja magra, las aves y el pescado pueden proporcionarnos nutrientes y proteínas que no se encuentran en los alimentos de origen vegetal. Una dieta equilibrada, sin azúcar refinado ni grasas poco saludables, puede contribuir en gran medida a mantenernos sanos.
Llevar un estilo de vida activo
Aunque las últimas investigaciones señalan la importancia del entrenamiento de fuerza, el entrenamiento aeróbico es igual de importante. Una variedad de ejercicios ayuda al cuerpo a utilizar y fortalecer más grupos musculares, lo que significa que el organismo dispone de medios adicionales para quemar mayores cantidades de azúcar. Cuando se hace ejercicio con regularidad, se ayuda al organismo a gestionar los niveles de azúcar en sangre de forma más eficaz.
Tomar un suplemento
Hoy en día existen en el mercado algunos suplementos dietéticos nuevos e innovadores. Por ejemplo, ciertos suplementos naturales proporcionan ingredientes naturales elegidos específicamente por los efectos que tienen sobre el azúcar en sangre. La hoja de banaba, el melón amargo y el fenogreco son algunos de los ingredientes vegetales que componen estos suplementos.
Perder peso
Por último, perder los kilos que nos sobran también nos ayudará a reducir el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Incluso si ya nos han diagnosticado esta enfermedad, tomar el control y bajar a un peso más saludable puede ayudarnos. Nuestro organismo procesará mejor el azúcar. Algunas personas pueden volver a un estado de prediabetes con sólo ponerse en su rango de peso objetivo.
Es posible que el paciente padezca diabetes de tipo 2 o que la enfermedad sea común en su familia. En cualquiera de los dos casos, es conveniente pedir al médico que realice pruebas para detectar la enfermedad. Si el paciente tiene diabetes, su médico puede darle más información sobre cómo controlar su enfermedad. Un mejor control empieza por llevar una vida sana, que nos permita disfrutar de una mejor calidad de vida durante más tiempo.