Varios estudios de investigación sobre la depresión han relacionado este grave trastorno de salud con determinados hábitos de vida y fenómenos biológicos. Aquí trataremos brevemente la depresión, así como varios estudios científicos importantes que ofrecen nuevos conocimientos sobre las posibles causas de la depresión y formas novedosas de minimizar sus efectos nocivos.
¿Qué es la depresión?
La depresión es algo más que sentirse deprimido o infeliz. Se trata de un trastorno mental grave que suele causar alteraciones importantes en la vida. En muchos casos, la depresión se precipita por un desequilibrio químico dentro del cerebro, un traumatismo cerebral, otras enfermedades médicas subyacentes o importantes desequilibrios hormonales sistémicos.
Hay varias manifestaciones de depresión que pueden diagnosticarse. Entre ellas están la depresión posparto (que se desarrolla después de que una mujer dé a luz), el trastorno afectivo estacional (en el que la persona afectada se deprime durante los periodos estacionales, sobre todo en invierno), la depresión psicótica (en la que las personas afectadas experimentan episodios depresivos junto con otros trastornos mentales importantes, como alucinaciones o psicosis), la distimia (en la que una persona experimenta episodios depresivos repetidos durante un periodo de al menos dos años) y el trastorno bipolar (en el que los afectados experimentan cambios de humor extremos que van de muy altos a muy bajos).
Síntomas de la depresión
Dependiendo del tipo exacto de depresión y de su gravedad, las manifestaciones físicas y mentales pueden variar de un caso a otro. Sin embargo, todas las formas de depresión suelen compartir ciertas manifestaciones comunes a las que las personas deben estar atentas, como problemas cognitivos del tipo de dificultades de concentración o memoria, sentimientos de desesperanza y desesperación, posibles pensamientos suicidas, irritabilidad, ira, frustración, inquietud, ansiedad y falta de interés por actividades que antes se disfrutaban. Además, la depresión puede precipitar numerosos síntomas no relacionados con la salud mental, como pérdida o aumento del apetito, trastornos del sueño, problemas digestivos, dolores corporales sistémicos y aumento de la fatiga.
Si no se controla, la depresión puede incapacitar a la persona afectada para realizar tareas cotidianas sencillas, como trabajar o llevar a cabo las tareas domésticas necesarias. En los casos más extremos, la depresión puede provocar una discapacidad más grave que impida realizar incluso tareas sencillas como bañarse, vestirse o preparar comidas básicas.
Estudios de investigación sobre la depresión
Aunque en algunas ocasiones los científicos están relativamente seguros de qué precipita las fluctuaciones químicas que alteran el cerebro y causan la depresión, en otros casos la respuesta sigue siendo un misterio. Por este motivo, se están llevando a cabo intensas investigaciones sobre la depresión. Tres estudios clínicos en particular podrían arrojar luz sobre posibles factores subyacentes desconocidos hasta ahora de esta enfermedad y nuevas formas de ayudar a las personas afectadas a sobrellevarla.
Las alteraciones de la dieta afectan a la depresión
En el primer estudio, un equipo de investigadores ingleses descubrió que el consumo de una dieta repleta de fibra y verduras puede ayudar a reducir la gravedad de los síntomas de la depresión. Estos científicos, que representan a la Universidad de Manchester, examinaron cómo repercutían tales modificaciones dietéticas en casi 46.000 personas diagnosticadas de depresión y en sus manifestaciones asociadas.
La gran mayoría de los investigados experimentaron cierta mejoría de manifestaciones mentales específicas, como las fluctuaciones del estado de ánimo. Sin embargo, es especialmente significativo el hecho de que las mujeres parecían experimentar mejoras mentales más significativas que los hombres. Los organizadores de la investigación confían en que sus hallazgos puedan allanar el camino para que algún día se utilicen los cambios dietéticos como una forma más aceptada de tratamiento de la depresión.
El desequilibrio de las bacterias intestinales se relaciona con la depresión
En un segundo estudio, un grupo de biólogos belgas descubrió una relación significativa entre la flora intestinal de un individuo (también conocida como bacterias intestinales) y el riesgo de que una persona desarrolle depresión.
Los investigadores, que trabajan en el Centro de Microbiología de Lovaina, postularon que ciertos microorganismos digestivos “neuroactivos” emiten sustancias que podrían afectar al sistema nervioso. Para probar su hipótesis, los científicos crearon el Proyecto Flamenco de Flora Intestinal, que estudió el tracto intestinal de más de 1.000 individuos diagnosticados de depresión.
Los administradores de los exámenes descubrieron que muchos de los tractos digestivos de los sujetos de prueba carecían por completo de bacterias neuroactivas específicas que se cree que emiten señales diseñadas para ayudar al sistema nervioso a funcionar a niveles óptimos. Los investigadores llegaron así a la conclusión de que una diversidad bacteriana limitada en el tracto digestivo podría ser un factor precipitante legítimo de la aparición de la depresión.
Las personas con un crecimiento bacteriano intestinal limitado o un desequilibrio de bacterias intestinales sanas pueden corregir este problema mediante el uso de suplementos.
Una fórmula única de triptófano y 5-HTP podría ser esperanzadora
En un tercer estudio, un grupo de científicos europeos descubrió que la administración de preparados terapéuticos que contienen concentraciones específicas de triptófano de liberación prolongada y de 5-hidroxotriptófano (5-HTP) de liberación rápida podría desempeñar un papel importante en el alivio de algunos de los síntomas físicos y mentales de la depresión.
Juntas, estas sustancias influyen en la producción y secreción cerebral de serotonina. Se cree firmemente que la serotonina es una hormona que desempeña un papel fundamental en la mejora del estado de ánimo y la sensación general de bienestar.
En el estudio, los investigadores colocaron a 140 sujetos de prueba (70 hombres y 70 mujeres) en siete grupos separados y administraron a los participantes varias dosis que contenían la combinación especial de triptófano y 5-HTP o placebos dos veces al día durante aproximadamente un mes. Los científicos concluyeron que los que recibieron la formulación de triptófano y 5-HTP experimentaron un aumento de la producción de serotonina y una mejora de los incidentes leves a moderados de episodios depresivos y síntomas relacionados.