Es demasiado común que la mayoría de las personas pasen por alto, o minimicen, la importancia de la salud mental, a menos que se les haya diagnosticado un trastorno emocional específico. Durante la pandemia de COVID-19, se ha hecho evidente que el aislamiento social afecta a la salud mental; esto hace que sea aún más importante encontrar nuevas formas de conectar con los demás para mantener la claridad mental y emocional.
La importancia de mantener una salud mental óptima
Desde 1949, mayo se reconoce como el Mes de la Salud Mental para llamar la atención sobre la importancia de cuidar el bienestar psicológico y emocional. Además de compartir información sobre la salud mental durante todo el mes de mayo, los profesionales de la salud y las organizaciones que ofrecen servicios de salud mental también ofrecen un mayor acceso a exámenes y eventos como medio de concienciación.
Dedicar el mes de mayo a la concienciación sobre la salud mental es importante, porque muchas personas sufren algún tipo de enfermedad mental. Se calcula que una de cada cinco personas se verá afectada por una enfermedad mental en algún momento de su vida.
En muchos casos, una persona sufrirá una enfermedad mental en grado leve y podrá utilizar estrategias de afrontamiento en casa para ayudarle a minimizar los síntomas de la enfermedad sin necesidad de utilizar medicamentos recetados. Sin embargo, ahora que nos enfrentamos a las consecuencias para la salud mental de una cuarentena prolongada que se ha hecho necesaria por la propagación del COVID-19, es más importante que nunca reconocer los riesgos para la salud mental asociados al aislamiento.
Una mirada más profunda a cómo el aislamiento social afecta a la salud mental
Según la Organización Mundial de la Salud, la soledad que provoca el aislamiento aumenta el riesgo de desarrollar algunas condiciones específicas de salud mental. Esto se debe en gran medida a que las interacciones sociales que mantenemos con otras personas estimulan la actividad del cerebro, reforzando el funcionamiento cognitivo saludable.
El cerebro es como cualquier otro músculo del cuerpo en el sentido de que sólo se mantendrá fuerte y útil con un ejercicio regular. Lo contrario también es cierto, lo que indica que el autoaislamiento dará lugar a un mayor riesgo de desarrollar cualquiera de una larga lista de enfermedades mentales.
Algunas condiciones que pueden resultar del aislamiento prolongado incluyen:
- depresión
- ansiedad
- demencia
- esquizofrenia
- Enfermedad de Alzheimer
- intentos de suicidio o pensamientos suicidas
Aunque cualquier persona corre el riesgo de sentir la soledad como resultado del aislamiento, esta experiencia suele ser más devastadora para los adultos mayores. Esto se debe a que los mayores ya han experimentado pérdidas en sus vidas, como la muerte de un cónyuge, hijos adultos que se mudan para iniciar sus propias vidas y la jubilación de un trabajo que puede haber servido para dar más sentido a sus vidas.
Cada una de estas circunstancias puede tener un profundo impacto emocional, pero, al socializar con amigos y otros seres queridos, estos sentimientos se compensan con otros tipos de compañía. Desgraciadamente, el aislamiento afecta a la salud mental como consecuencia de las órdenes de alojamiento en el lugar, porque los ancianos que viven solos ya no tienen acceso a interacciones sociales saludables.
Refugiarse en un lugar puede suponer un riesgo para la salud mental
Aunque las personas mayores se enfrentan a un mayor riesgo de padecer soledad y enfermedades mentales como consecuencia del refugio, no es el único grupo que se enfrenta a mayores riesgos para su salud mental. Las personas que se han divorciado recientemente, las que viven solas y los hombres y mujeres solteros se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental que pueden verse agravados por el sentimiento de soledad.
Otro grupo que se ve afectado de forma desproporcionada por la soledad que conlleva el aislamiento social es el de quienes sufren ansiedad social. Para las personas que ya padecen esta afección, el aislamiento hará que les resulte aún más difícil conectar con los demás. Las personas con ansiedad social pueden tener ya una visión negativa de la socialización y de la gente en general, por lo que alejarlas de las interacciones sociales sanas causará más daño a su bienestar emocional.
Además de perder las pocas conexiones sociales que pueden tener las personas con ansiedad social, durante este tiempo de aislamiento, también pierden el acceso a mecanismos de afrontamiento y tratamientos. Por ejemplo, la terapia puede considerarse un servicio no esencial en algunas zonas, por lo que las personas que sufren ansiedad social ya no podrán asistir a sesiones de terapia individual o a reuniones de asesoramiento en grupo.
Formas de conectar con los demás mientras se produce el distanciamiento social
Correo postal
Las personas mayores, en particular, pueden tener dificultades para manejar los medios electrónicos de interacción social. Pueden seguir manteniendo el contacto con sus amigos y familiares escribiendo cartas y enviándolas por correo.
Llamadas telefónicas
Otro método para mantener el contacto con otras personas que pertenecen al círculo social es llamarles por teléfono. Las llamadas telefónicas permiten una respuesta más fácil y rápida, por lo que la interacción social tiene una mayor fluidez. Este puede ser el método de comunicación preferido para quienes no tienen un acceso fiable a Internet.
Correo electrónico y mensajes de texto
Escribir mensajes por vía electrónica permite expresarse plenamente y enviar el mensaje al instante. Las respuestas también son más rápidas, por lo que el intercambio de mensajes es más fluido que con el “correo caracol”, ya sea intercambiando correos electrónicos o enviando mensajes de texto en el móvil.
Redes sociales
La comunicación a través de sitios como Facebook, Instagram y Twitter también proporciona un medio para mantener conexiones sociales positivas. De hecho, estos sitios y otros similares ofrecen una oportunidad de comunicación en tiempo real en la que las publicaciones, los comentarios y las respuestas se ven instantáneamente. Además, el intercambio de medios, como fotos y vídeos, en estos sitios ayuda a la gente a compartir sentimientos divertidos, positivos o edificantes.
Si se conoce a alguien que corre un mayor riesgo de padecer una enfermedad mental como consecuencia del aislamiento, una llamada telefónica puede ser suficiente para levantarle el ánimo. Aunque mantener la cuarentena les ayudará a mantener bajos los riesgos de contraer el COVID-19, una llamada telefónica o un correo electrónico serán suficientes para hacerles saber que están en nuestros pensamientos. Cualquier interacción social puede ser suficiente para asegurar que nuestros seres queridos se mantengan mentalmente en forma durante este período tan difícil.