Como todos sabemos, el mundo está lleno de tipos de bacterias tanto beneficiosas como perjudiciales que ingerimos en los alimentos, respiramos en el aire o con las que entramos en contacto a diario. Los probióticos son microorganismos beneficiosos que se encuentran habitualmente en los alimentos fermentados y ayudan a proteger el organismo de diversas maneras. Nuevos estudios demuestran que los probióticos refuerzan el funcionamiento del sistema inmunitario, lo que ha provocado un renovado interés por encontrar formas naturales de obtener más de estas bacterias “amistosas”.
¿Qué son los probióticos?
Los probióticos son bacterias beneficiosas que desempeñan una serie de funciones útiles en el cuerpo humano. Aunque hoy en día hay cientos de suplementos probióticos en el mercado, no siempre fue así; en el pasado, la gente tenía que confiar en dietas saludables para obtener un buen suministro de estas formas beneficiosas de bacterias. Además de los suplementos modernos, los probióticos se encuentran en alimentos como el chucrut, el kimchi, el kéfir, el tempeh y el yogur natural.
Hay varias cepas diferentes de probióticos, por lo que sigue siendo importante consumir una amplia gama de alimentos fermentados. Cada cepa proporciona un beneficio diferente para la salud humana. Una vez ingeridos, los probióticos se dirigen a una parte del intestino grueso llamada microbioma intestinal. Una vez allí, se unen a billones de otros microorganismos para formar una próspera comunidad que interactúa con el sistema inmunitario y otros sistemas de todo el cuerpo.
Los microorganismos del microbioma intestinal ayudan al cuerpo a combatir las enfermedades y a mantener el buen funcionamiento de los órganos, entre otras cosas. Mientras que cada vez más investigaciones se centran en cómo los probióticos interactúan con el cuerpo, los científicos están encontrando pruebas de que los probióticos son esenciales para el funcionamiento eficiente de nuestro sistema inmunológico.
¿Cómo aumentan los probióticos el funcionamiento del sistema inmunitario?
Hasta el 80 por ciento del sistema inmunitario se centra en el sistema digestivo, incluido el intestino grueso. La razón es que es aquí donde entra el mayor porcentaje de microorganismos nocivos en el cuerpo, y el sistema inmunitario trata de atacar a los organismos nocivos en cuanto los detecta. Esta es también la razón por la que el microbioma intestinal y todas las bacterias beneficiosas que contiene se encuentran en el intestino grueso. Las bacterias beneficiosas del intestino trabajan junto con el sistema inmunitario para proteger contra las enfermedades y las infecciones.
Los probióticos que existen en el microbioma intestinal ayudan a que el sistema digestivo funcione de forma más eficiente y garantizan que los nutrientes se absorban mejor de los alimentos que comemos. Además, trabajan para protegernos del desarrollo de ciertas enfermedades, lo que sugiere que los probióticos refuerzan el sistema inmunitario de forma muy significativa. Aunque su objetivo principal es la salud intestinal, las investigaciones sugieren que los probióticos tienen un impacto aún mayor en la salud general.
En 2005, se realizó un estudio con un grupo de varios cientos de sujetos, que se dividieron en un grupo de prueba y un grupo de control. El grupo de prueba recibió un suplemento probiótico diario, mientras que el grupo de control tomó placebos. Tras un periodo de tres meses, más del 35% de los sujetos del grupo de control declararon sufrir problemas de salud digestiva y haber desarrollado otros problemas de salud física. El grupo que tomó los probióticos no informó de ningún problema de salud.
Este mismo experimento se repitió en 2008, con la diferencia de que los investigadores estaban interesados específicamente en cómo afectarían los probióticos a la rinitis alérgica. Tras un periodo de cinco meses, se examinó a los sujetos que tomaban los probióticos para comprobar si padecían la enfermedad. Los investigadores descubrieron que su producción de citoquinas había aumentado, reforzando la respuesta del sistema inmunitario a la afección.
Un estudio reciente se centró en cómo los probióticos interactuaban con el sistema inmunitario para ayudar a proteger el organismo. Los científicos que participaron en el estudio fueron Fang Yan, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, y D.B. Polk, de la Universidad del Sur de California. El equipo descubrió que, una vez en el intestino, ciertos genes y otros compuestos de los probióticos se dirigen al sistema inmunitario y ayudan a regular su respuesta a las enfermedades e infecciones.
Si bien las investigaciones sugieren que los probióticos pueden ayudar al cuerpo a reaccionar ante las enfermedades de esta manera, también demostraron su capacidad para prevenir el desarrollo de ciertas afecciones. Esto fue especialmente cierto en el caso de las enfermedades inmunológicas, como las alergias y las infecciones víricas. Aunque los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores, los investigadores esperan que futuros estudios revelen más sobre cómo los probióticos ayudan a regular las respuestas del sistema inmunitario.
¿Cómo se pueden obtener probióticos de forma natural?
Hay muchas maneras de asegurarse de que se obtienen las bacterias beneficiosas que se necesitan en la dieta para mantener un microbioma saludable.
Yogur
El yogur natural se elabora con leche fermentada, lo que significa que está lleno de bacterias útiles, como las bifidobacterias y el ácido láctico. Se ha demostrado que estos microorganismos refuerzan la densidad ósea y ayudan a prevenir la pérdida de hueso. Algunas investigaciones también sugieren que pueden ayudar a mantener una presión arterial saludable.
Kéfir
Por si no se conoce el kéfir, es un alimento elaborado con granos de kéfir que se mezclan con leche de vaca o de cabra. Como los granos de kéfir contienen ácido láctico, este alimento también ayuda a beneficiar la salud de los huesos. Además, se ha comprobado que es eficaz para mejorar la salud digestiva y proteger contra las infecciones.
Chucrut
Servido con salchichas y otros platos tradicionales, el chucrut aporta una amplia gama de nutrientes esenciales para la salud humana. Además de ser rico en fibra y contener vitaminas B, C y K, también contiene potentes antioxidantes que protegen la salud ocular. Se prefiere el chucrut sin pasteurizar, porque el proceso de pasteurización mata a los probióticos que contiene.
Tempeh
Este producto se elabora con soja fermentada y se enrolla en forma de hamburguesa. Su sabor y textura se han comparado con los de las setas y suele utilizarse como sustituto de la carne. El proceso de fermentación ayuda a que el intestino absorba más fácilmente los nutrientes que contiene, incluido un gran aporte de vitamina B12.
Kimchi
El kimchi, que se sirve principalmente en Corea, es un plato de acompañamiento elaborado con col, pimiento rojo triturado, sal, jengibre, ajo y cebollas. Su alto contenido en ácido láctico ayuda a mejorar la salud digestiva.