En Estados Unidos hay nada menos que 30,2 millones de personas que padecen diabetes, algunas de las cuales viven con esta enfermedad pero aún no han sido diagnosticadas. Esta cifra sigue aumentando año tras año a pesar de los esfuerzos por educar a la población sobre la importancia de vigilar los niveles de glucosa en sangre. Por desgracia, el azúcar y los carbohidratos refinados que aumentan el azúcar en sangre son omnipresentes en la dieta occidental típica. Ahora, una nueva investigación confirma que incluso las bebidas naturalmente dulces aumentan el riesgo de diabetes.
¿Qué es la diabetes de tipo 2?
La diabetes puede presentarse de dos maneras. En primer lugar, es posible que haya constantemente demasiada glucosa, o azúcar, en la sangre, lo que dificulta la capacidad de la hormona insulina para impulsar una cantidad suficiente de ésta a las células del cuerpo para su consumo y conversión en energía. Esto se conoce como diabetes de tipo 2. Por otra parte, es posible que el organismo no produzca suficiente insulina, si es que la produce, para procesar la glucosa en la sangre. Cuando el páncreas no produce suficiente insulina, la enfermedad se conoce como diabetes de tipo 1. En cualquiera de los casos, el azúcar de la sangre no es procesado adecuadamente por las células del organismo.
Factores de riesgo y tratamiento de la diabetes
Aunque no existe una causa subyacente de la diabetes de tipo 2, los investigadores están cada vez más cerca de comprender su mecanismo de acción y hay varios factores que aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad. Entre ellos se encuentran:
- obesidad o sobrepeso
- antecedentes de diabetes en la familia
- niveles bajos de HDL (colesterol bueno), o aquellos que caen por debajo de 40-50 mg/dL
- hipertensión
- tener 45 años o más
- llevar un estilo de vida físicamente inactivo
En algunos casos, a los diabéticos se les prescriben medicamentos para ayudar a mantener unos niveles óptimos de insulina, pero sigue siendo necesario que controlen los niveles de azúcar en sangre. Esto significa reconocer que las bebidas azucaradas, los alimentos ricos en hidratos de carbono y otros peligros dietéticos pueden hacer que los niveles de azúcar en sangre se disparen y se mantengan altos. Dado que la diabetes de tipo 2 no tiene cura, controlar tanto los niveles de insulina como los de glucosa en sangre es esencial para mantener una buena salud.
Un nuevo estudio revela que las bebidas naturalmente dulces aumentan el riesgo de diabetes
Hace tiempo que sabemos que las bebidas endulzadas artificialmente, como los refrescos y el té helado, hacen subir los niveles de azúcar en sangre. Hasta ahora se asumía que las bebidas endulzadas de forma natural, como los zumos con un 100% de zumo de fruta y sin azúcares añadidos, son más seguras para quienes tienen riesgo de diabetes. Sin embargo, nuevas investigaciones indican que las bebidas naturalmente azucaradas también aumentan el riesgo de diabetes, desmintiendo el mito de que ciertos azúcares son seguros.
Un estudio conjunto realizado en la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de Boston y en la Universidad Fudan de China ha descubierto recientemente que cualquier tipo de azúcar puede afectar negativamente a los niveles de azúcar en sangre. Esto incluye el azúcar refinado que se añade a los refrescos, los edulcorantes artificiales utilizados en los refrescos dietéticos y el azúcar natural presente en los zumos de fruta. Los investigadores también señalaron que el mayor riesgo que provocan estas bebidas puede contrarrestarse cambiando a café, té o agua sin azúcar.
Los investigadores examinaron el consumo de azúcar entre 76.531 mujeres y 34.224 hombres durante un periodo de 26 años. Se pidió a los sujetos que rellenaran cuestionarios sobre sus prácticas alimentarias, incluido el consumo de bebidas azucaradas. Esto permitió al equipo de investigación medir el consumo de azúcar y también tener en cuenta cualquier cambio en los niveles de consumo de azúcar a lo largo del estudio.
Los investigadores descubrieron que un aumento del 4 por ciento en el consumo de azúcar en un periodo de cuatro años daba lugar a un aumento del 16 por ciento en el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 en ese mismo periodo de tiempo. El aumento del riesgo era el mismo tanto si los sujetos consumían refrescos con azúcar añadido como zumos de fruta naturalmente dulces sin azúcares añadidos. Los sujetos que aumentaron su consumo de refrescos dietéticos edulcorados artificialmente durante el mismo periodo vieron incrementado su riesgo de desarrollar diabetes en un 18 por ciento.
Los investigadores también descubrieron que unos cambios mínimos en el consumo de azúcar podrían mitigar los riesgos de desarrollar diabetes de tipo 2. Recomiendan que la sustitución de una sola bebida azucarada por agua o té sin azúcar puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes hasta en un 10%. Evidentemente, si se reduce aún más el consumo de azúcar, el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 será aún menor, pero empezar poco a poco seguirá siendo beneficioso para reducir los riesgos.
Formas naturales de mantener bajos los niveles de azúcar en la sangre
Beber más agua
Cuando se bebe más agua, se toman menos bebidas azucaradas, lo que ayuda a mantener unos niveles saludables de azúcar en sangre desde el primer momento. Además, al sentirse más lleno, se comerá menos y se consumirán menos calorías. Algunas investigaciones han demostrado que beber más agua puede reducir la resistencia del cuerpo a la insulina, mantener bajos los niveles de glucosa en sangre en ayunas y regular mejor los niveles de insulina.
Tomar un suplemento
Ciertas sustancias, como las vitaminas C y E, el calcio, el cromo y una serie de extractos naturales de plantas, están contenidas en complementos alimenticios especiales. Estos pueden ayudar al organismo a mantener unos niveles normales de insulina y azúcar en sangre.
Hacer más actividad física
Hacer ejercicio contribuye a quemar más células de grasa, lo que puede estar afectando negativamente a la respuesta del organismo a la insulina. A medida que se pierde peso, se incrementa la sensibilidad a la insulina del cuerpo, lo que ayuda a éste a quemar más azúcar y facilita que la insulina empuje el azúcar de la sangre a las células. Este ciclo se puede potenciar realizando diferentes actividades que ejerciten una amplia gama de grupos musculares. La natación, el levantamiento de pesas, el senderismo y el ciclismo son sólo algunos de los ejercicios que pueden probarse.