Es un hecho médico bien conocido desde hace años que los probióticos son eficaces para tratar una serie de problemas relacionados con el intestino. Lo que no se ha estudiado tanto hasta hace poco es cómo este tratamiento puede ayudar también a las personas que experimentan problemas de salud mental. Cuando se entiende que el intestino y el cerebro están tan estrechamente conectados, tiene sentido que un intestino sano también promueva un estado mental sano. A medida que se van realizando más investigaciones sobre el eje intestino-cerebro estrechamente conectado, muchos expertos creen ahora que los probióticos reducen los síntomas de la depresión.
Definición de la depresión
El Instituto Nacional de Salud Mental define la depresión como un trastorno del estado de ánimo que dura más de dos semanas. Es importante entender que hay una diferencia entre la tristeza aguda relacionada con un acontecimiento específico y la verdadera depresión. Los signos de la depresión clínica son la dificultad para concentrarse, las dificultades para dormir, el desinterés por las aficiones y actividades habituales y la fatiga.
Dado que la depresión es un problema muy personalizado, no existe un tratamiento fijo para ayudar a los enfermos. La mayoría de los médicos recomiendan inicialmente opciones de tratamiento natural, como el ejercicio y la alimentación sana. Si esto no ayuda al problema, el médico puede recetar medicamentos para ayudar al paciente.
Cómo aprovechar al máximo los probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos reales que pueden aportar muchos beneficios al organismo cuando se ingieren. Aunque la mayoría de los probióticos se clasifican como bacterias, también pueden incluir ciertos tipos de levadura. Se puede nutrir el cuerpo con probióticos mediante el uso de suplementos o ingiriendo alimentos que han sido preparados mediante el proceso de fermentación bacteriana. Los alimentos con alto contenido en probióticos naturales son el yogur, el chucrut y el kimchi.
Los probióticos ayudan a que el tracto digestivo funcione correctamente, reduciendo la prevalencia de la diarrea, el síndrome del intestino irritable y otras enfermedades inflamatorias asociadas al intestino. Mantener un intestino sano es esencial si se quiere sentirse mejor en general. Sin una buena salud intestinal, lo más probable es que la persona se sienta incómoda y agobiada.
Es importante no confundir los probióticos con los prebióticos. Aunque tanto los prebióticos como los probióticos pueden ser útiles para fomentar las bacterias saludables y otros organismos en el intestino, no son lo mismo. Los prebióticos son un tipo específico de fibra que el cuerpo humano no es capaz de digerir. Su función es servir de alimento a sus homólogos probióticos.
¿Cómo pueden los probióticos reducir los síntomas de la depresión?
Una cosa que los científicos saben a ciencia cierta es que existe una relación bidireccional entre el tracto gastrointestinal y el cerebro. Esta relación se conoce como el eje intestino-cerebro. Nuevas pruebas demuestran que la microbiota intestinal está relacionada con las enfermedades tanto gastrointestinales como extragastrointestinales. Cada vez hay más investigaciones que demuestran la relación entre la inflamación del intestino y las enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.
Dado que los probióticos pueden ser fundamentales para restablecer un equilibrio microbiano saludable, no es una sorpresa saber que también pueden ayudar a tratar y prevenir la depresión y la ansiedad. Al aprender más sobre cómo se desarrolla la microbiota intestinal, los científicos e investigadores médicos se han centrado en las aplicaciones del uso de probióticos para ayudar a reducir los síntomas a menudo asociados con la depresión.
Lo que los estudios han demostrado
Un reciente artículo de revisión ayudó a arrojar luz sobre la cuestión de cómo los probióticos pueden ser un poderoso aliado en la lucha contra la depresión. Los autores de esta revisión analizaron siete estudios publicados entre los años 2003 y 2019. A través de la extensa revisión, los autores fueron capaces de discernir que había un claro beneficio en el uso de la intervención de probióticos en la dieta para ayudar a aliviar los síntomas de la depresión. Este beneficio estaba presente a pesar de los diferentes factores de control de cada estudio.
Además, la revisión descubrió que la intervención con prebióticos y probióticos también resultó ventajosa para el tratamiento de la depresión. Sin embargo, se observó que el uso exclusivo de prebióticos no aportó ninguna ventaja significativa. Para lograr beneficios medidos, los probióticos deben formar parte del apoyo al eje intestino-cerebro.
Otro hallazgo clave de la revisión es que la combinación de prebióticos y probióticos no pareció ser útil para reducir la ansiedad en los individuos. Además, la revisión descubrió que hay cada vez más pruebas de que la mejora del microbioma intestinal puede reducir el riesgo de problemas de salud crónicos que a veces van de la mano de la depresión. En resumen, los efectos de largo alcance del uso de probióticos para tratar la depresión podrían ir mucho más allá de los beneficios para el estado emocional y mental general.
Dado que no hay cura para la depresión, es importante que los médicos y los científicos examinen todos los factores que alimentan este grave problema mental. Un plan integral de tratamiento y prevención garantizará que no se deje ninguna piedra sin remover en la lucha contra esta enfermedad. A medida que continúan surgiendo más investigaciones sobre el uso de probióticos, está claro que este ángulo puede desempeñar un papel importante en la batalla contra la depresión.