Un sistema inmunitario intacto es crucial para nuestro bienestar físico y mental. Nuestro sistema inmunitario está constantemente de servicio para protegernos de agentes patógenos extraños que intentan invadir nuestro cuerpo y dañar nuestro sistema inmunitario si es necesario. Para que nuestro sistema inmunitario funcione de forma óptima, es importante que sigamos un estilo de vida positivo. Además de hacer suficiente ejercicio, dormir bien y relajarse lo suficiente, una dieta equilibrada también es esencial para un sistema inmunitario fuerte. Para desarrollar defensas resistentes, nuestro organismo necesita una serie de vitaminas, minerales y oligoelementos importantes.
Los siguientes nutrientes pueden tener un efecto positivo sobre el sistema inmunitario:
Immuno LP-20™: Immuno LP-20™ es el Lactobacillus plantarum L-137 tratado térmicamente, aislado originalmente de pescado fermentado y sometido a un tratamiento térmico específico en condiciones óptimas de tiempo y temperatura. De este modo, se considera una alternativa a los probióticos vivos, conocidos por normalizar la flora intestinal y, en última instancia, apoyar el sistema inmunitario.
Betaglucano: Esta sustancia natural es un compuesto de varias moléculas de glucosa que se encuentra en las paredes celulares de hongos y plantas. Sin embargo, también se encuentra en cereales, levaduras, así como en otros alimentos vegetales. El beta-1,3 / 1,6 D-glucano puede contribuir al mantenimiento de un nivel normal de colesterol, así como favorecer las defensas propias del organismo.
Cebada forrajera: La cebada se considera el cereal más antiguo cultivado por el hombre. Ya en el año 7000 a.C. se cultivaba este cereal, que no sólo tiene efectos saciantes sino también beneficiosos. Los cereales contienen numerosas vitaminas y minerales que tienen efectos positivos en el organismo. La fibra dietética insoluble betaglucano se encuentra sobre todo en la cebada. Además, la cebada contiene valiosas vitaminas del grupo B, proteínas y oligoelementos que pueden contribuir a un sistema inmunitario normal.
Flor de lúpulo: El lúpulo (principal ingrediente de la cerveza) se utiliza y valora por sus propiedades sedantes suaves para los problemas de sueño, razón por la cual se combina a menudo con la valeriana. Sin embargo, las sustancias amargas que contiene el lúpulo también pueden favorecer la digestión y el sistema inmunitario.
Sal disódica de pirroloquinolina quinona – PQQ: La PQQ se encuentra en muchos alimentos, como algunas frutas y verduras, productos de soja y té. De hecho, las mayores cantidades de este ingrediente se encuentran en el natto (soja fermentada). La importancia de la PQQ para el ser humano no se descubrió hasta 2003. Además de regular el metabolismo general, también puede potenciar muchos efectos de otras vitaminas.
Vitamina C: Los cítricos se consideran los principales proveedores clásicos de vitamina C. Sin embargo, muchas verduras como los pimientos, el brécol y la col también son ricas en vitamina C. Esta vitamina puede contribuir a una función básica normal del sistema inmunitario, pero también ayuda a mantener la función normal del sistema inmunitario durante y después de la actividad física intensa o el estrés. También contribuye al metabolismo energético normal y puede reducir el cansancio y la fatiga. La vitamina C también sirve de protección celular. Por último, pero no por ello menos importante, la vitamina C puede contribuir a la regeneración de la forma reducida de la vitamina E y apoyar así la función positiva de esta vitamina sobre el sistema inmunitario.
Vitamina E: Como sustancia liposoluble, está presente principalmente en las membranas celulares. Puede contribuir a la protección de las células e influir positivamente en la función del sistema inmunitario. Entre los alimentos que contienen mucha vitamina E figuran diversos aceites, frutos secos, semillas y verduras de hoja verde.
Vitamina D: Además de mantener huesos y músculos normales, la vitamina D también puede contribuir al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
Zinc: El zinc se encuentra en la carne, los productos lácteos, el pescado, los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos, entre otros. Es un componente de muchas enzimas y sus cofactores. Puede contribuir a la síntesis normal de ADN y a la síntesis normal de proteínas. También puede proteger las células y favorecer un sistema inmunitario normal.
Selenio: Alimentos como las legumbres, los espárragos, el brécol, las setas, la col blanca, el ajo, las cebollas y las nueces de Brasil son ricos en selenio. Este importante oligoelemento puede contribuir al funcionamiento normal de la tiroides y a la protección de las células. El sistema inmunitario también necesita selenio para mantener su resistencia y rendimiento.
El ácido alfa lipoico es una sustancia vitamínica hidrosoluble y liposoluble. El ácido lipoico se produce en el hígado y otros tejidos donde actúa como cofactor natural de complejos multienzimáticos de deshidrogenasa como el complejo piruvato hidrogenasa. Este ingrediente también se encuentra en diversos alimentos como las espinacas, el brécol, los tomates, así como en la carne y los despojos. Entre otras cosas, el ácido lipoico es importante para la producción normal de energía y para proteger las células del organismo.
Resveratrol: Se extrajo originalmente de la piel de la uva y se ha demostrado que tiene un alto potencial protector de las células. El cacao, los cacahuetes, los pistachos y las bayas también contienen este nutriente. Por otra parte, el mayor contenido de resveratrol se encuentra en el knotweed japonés. Es especialmente beneficioso para los vasos sanguíneos y el sistema cardiovascular. También puede contribuir positivamente al proceso de envejecimiento y a reforzar el sistema inmunitario.
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