Hay una serie de fitoquímicos de los que no sólo se dice que tienen efectos protectores de las células, sino que también tienen un efecto positivo sobre el crecimiento o la diferenciación celular. Gracias a ellos, se puede favorecer un crecimiento celular sano.
Estos nutrientes incluyen, entre otros:
Sulfuro de dialilo: este compuesto de azufre inhibidor de gérmenes extraído del ajo puede ayudar a proteger las células de daños externos e internos. El ajo también tiene efectos desinfectantes, antibacterianos y antiinflamatorios.
La sustancia vegetal indol-3-carbinol, contenida principalmente en el brécol y otras variedades de col, facilita la producción propia del organismo de todas las sustancias activas que producen las respectivas sustancias mensajeras necesarias o requeridas en el momento adecuado para regular el crecimiento celular adecuado.
Curcumina: El ingrediente activo de la especia asiática cúrcuma (Curcuma longa), pariente del jengibre, es la curcumina. La curcumina tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que le permite proteger las células. La capsaicina, procedente del fruto de la pimienta roja de cayena, que contiene el chile picante, también muestra efectos similares.
Jengibre: El cuerpo produce ciertas enzimas tanto para eliminar toxinas como para regular el crecimiento celular. Resulta que otros dos fenoles, el gingerol y el 6-shogaol, son muy útiles para aumentar esta actividad enzimática. Ambos fenoles se encuentran en el jengibre y le confieren su acritud.
Catequinas: Para determinadas células, especialmente en el intestino y la mama, la insulina actúa como factor de crecimiento. Las catequinas, como las que se encuentran en el té verde, pueden ayudar a mantener niveles normales de las enzimas que regulan los niveles de insulina en la sangre. De este modo, los componentes polifenólicos de la planta pueden ayudar a mantener niveles normales de esta hormona y regular así el crecimiento celular.
Ecdisona: Una ayuda más natural para el crecimiento celular normal procede de la 20-hidroxidecisona, un esteroide especial formador de proteínas que, entre otras cosas, controla la proliferación celular, por ejemplo, de los músculos. Este ingrediente se encuentra en verduras de hoja verde como las espinacas, pero también en diversas hierbas. Además, a estas sustancias también se les atribuye cierto efecto anabolizante.
Resveratrol: Las plantas tienen genes, igual que nosotros. Cualquier perturbación de sus procesos de activación y desactivación puede afectar negativamente a las células, ya que las células afectadas producen determinadas proteínas en exceso o no las producen en absoluto, impidiendo así la lectura de la información genética esencial. Aquí es donde el resveratrol puede tener un efecto regulador. El polifenol resveratrol es un nutriente natural muy eficaz. Originalmente se extraía de la piel de la uva, pero el cacao, los cacahuetes, los pistachos y las bayas también contienen este nutriente. Sin embargo, el mayor contenido de resveratrol se encuentra en el knotweed japonés.
Propóleo: Las abejas utilizan su fitomezcla de propóleo, que se produce especialmente para la reina y consta de vitaminas, aminoácidos, minerales, resinas y bioflavonoides, para proteger su estrecho hábitat de gérmenes y bacterias. El propóleo, contenido en la miel natural, también puede tener un efecto positivo sobre las células.
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