En la medicina clásica, cuando hay que administrar hormona del crecimiento (GH) por razones médicas, se hace principalmente mediante inyección. Otro método para fomentar la producción de GH por el propio organismo utiliza factores específicos liberadores de GH que se introducen en el organismo a través de la mucosa oral. La forma de administración sublingual impide que estos factores se descompongan inmediatamente en el hígado.
La GH se produce principalmente por la noche en el lóbulo anterior de la hipófisis. Una característica única de la hormona del crecimiento es que el organismo no la necesita constantemente para realizar sus funciones diarias. Por el contrario, sólo se activa inmediatamente cuando es necesaria.
La GH es la hormona más eficaz del cuerpo humano e influye en casi todas las células del organismo. Ayuda a mantener el equilibrio fisiológico (homeostasis).
La HGH oral contiene factores liberadores de GH microdiluidos y otras sustancias que pueden favorecer los niveles endógenos de GH. Estos factores son pequeños polipéptidos que se unen a los receptores de la hipófisis y pueden estimular la glándula para producir y liberar GH.
La GH puede favorecer el aumento de la masa muscular, promoviendo al mismo tiempo el metabolismo de las grasas. Este efecto especialmente beneficioso también se observa en las personas mayores, ya que el aumento de la masa muscular reduce el riesgo de caídas. La GH también puede ayudar a mantener la elasticidad de los tejidos t. Con la edad, la producción de la hormona del crecimiento disminuye de forma constante, lo que puede deberse en parte a la falta de factores estimulantes u hormonas de liberación.
Si la liberación por el propio organismo de los factores liberadores no es suficiente o existe una mayor necesidad, éstos pueden complementarse con suplementos dietéticos especiales.
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